Un juego aparte

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Era lógico, él no iba a confiar en mi de un momento para otro. Él no confiaria  su vida privada practicamente en una desconocida. Entendia que me dijera ese frio "No", inmediatamente me arrepiento de haber lanzado a la pregunta.

- Entiendo, no esperaba que lo hicieras- dije con cierto tono de verguenza

- No era lo que queria decirte, solo que no se si pueda confiar del todo en ti, ya sabes eres periodista- lo dijo como si fuera tan obvio.

- Entiendo que no confies por eso pero yo ahora no estoy siendo una periodista contigo. Se donde tengo que trabajar y en donde debo de ser yo.

- Lo se, pero sabes lo que seria para mi carrera que algo asi saliera en cualquier medio. - era algo lógico él esta protegiendo su carrera y yo no le puedo dar la garantia de que algo asi no sucedera

- Sabes a mi no me gusta dedicarme a ese tipo de periodismo. Amo el fútbol y a eso me dedico a hablar solo de futbol y todo a su alrededor. Si los jugadores o técnicos son ladrones,  mujeriegos, drogadictos, terroristas es lo de menos para mi - Emitio un leve risa ante mi última frase- Y creo que esas son las noticias que impactan y les gusta a los amantes del fútbol.

- Es raro escuchar a una periodista decir eso, porque sino tendrias una gran primicia para mañana- Eso me molestó un poco. No puedo creer que piense que lo voy a vender.

- Pues no es necesario, es tu vida privada y en eso nadie debe entrometerse, jamás hablaria de eso y más aún si me lo confias. Se que no soy tu amiga, ni pretendes que lo sea, pero nunca usaría mi amistad para esos fines- Se borró la sonrisa de su rostro, sus ojos cambiaron a una expresión gélida que se compenetraba con la mía que era tan fria como la suya- Me siento igual que tu, pero me estas tratando igual que la gente que odias.

No se porque me sentí asi, como si me hubiera decepcionado. La piel se me erizó, sentí un nudo en la garganta y en el estómago. Tenía otras expectativas sobre él. Quizás todas esas confesiones que me hizo eran porque se sentía identificado conmigo y solo necesita un consejo o simplemente alguien que lo escuche.

Yo estaba ahi, le ofrecí mi hombro, le comenté mi experiencia y él se torna desconfiado solo por mi profesión?. Son cosas que no puedo digerir facilmente.

Tengo muchos amigos futbolistas y famosos tanto o más que él, me han contado secretos que pudieron haber arruinado su carrera y aun asi mi silencio fue mas fuerte por el lazo de amistad que nos une. 

Me levante, despojé de mis hombros su abrigo. Sentí que su mirada vigilaba cada uno de mis movimientos, recorría mi piel como si explorara un mundo nuevo y desconocido. Me sonroje ante su expresión, le devolví su prenda.

- Adios Mario, espero que puedas continuar tan bien como estas ahora- sin decir más salir del lugar pero con amargo sabor. 

Conseguí un taxi y prometí jamás salir del hotel sin abrigo. Marco me debía una, me había dejado plantada en este frio congelante. 

Puedo decir que mi tarde estaba siendo casi perfecta si mi comentario no hubiera arruinado el momento.

Debo admitirlo Mario no es como los demás jugadores que conozco. Él está obligado a ser alguien que no es. Está obligado a que su vida sea "perfecta", a que tenga la pareja "perfecta", a que su carrera sea "perfecta". Pero él es un ser tan imperfecto como yo, lleno de dudas y emociones que muchas veces reprime para ser guiado por su representante. Se convierte en el ídolo de muchos.

Yo lo entiendo, él quiere ganarse su respeto y admiración en la cancha, no por asistir obligado a galas benéficas o a cenas con famosos, o por usar ropa que ni le agrada.

Él solo quiere que lo vean jugar, quiere anotar goles, quiere seguir siendo ese Golden Boy que impresionó a Europa hace cuatro años.

Dicen que los mundiales cambian la vida de las personas. A Mario le cambió la vida Brasil 2014. 

Estoy dispuesta a traerlo a la normalidad, a que regrese a sus orígenes a lo que ama de verdad, pero hasta que no se encuentre en sí mismo jamás lo hará. 

Para él esto es más grande, no es solo su nombre, es su marca. Debe renunciar a mucho para dejar de sentir lo que lo aprisiona. 

Yo estaba dispuesta a ayudarlo porque me siento de la misma manera....

Amores bajo ceroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora