Prólogo

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Ser un estudiante modelo es lo mejor. No es por presumir pero soy bastante popular, de seguro se preguntaran porque, bueno, tengo a medio colegio a mis a pies, además de qué mi padre es director de la academia. Soy lindo, alto, no soy demasiado fornido me gusta como soy y no necesito hacer más ejercicio del que habitualmente hago. Puedo tener a la chica que quiera pero ahora mismo solo estaba interesada en una extranjera que habían dejado a mi cargo. ¿Ya ven porque digo que es lo mejor?


Después de despedirme de unos amigos camine por lo corredores, necesitaba estar un tiempo solo arreglando mis horarios. Camine hasta que una  cierta voz capto mi atención, me asome por la rendija de la puerta a la sala de música que ya estaba vacía, qué raro. Visualice todo a mi alrededor hasta concentrarme en algo, o más bien en alguien. Mi profesor de filosofía estaba sentado frente al piano, tocando y analizando cada tecla. Quería ver que hacia pero, ay, no puedo dejar de mirarlo. Su cabello cayendo por su cuello, esas orejas que sostienen esos bellísimos lentes, su cabello negro y esas poco notables y factibles ojeras. Por estar a lo idiota abrí la puerta de más provocando un chillido.


—¡Ay! —¡Y todavía se me ocurre gritar! —Lo siento. Perdón. —Dije. —Él se giro a mirarme y dios, casi me mojo. Sus ojos azules estaban ahí, observándome, sólo a mí. Bueno solo estaba yo, eso era lo mejor. No se inmutó, solo soltó una risilla dejando a descubierto su perfecta y blanca dentadura.

—¿Estás perdido pequeño? —¿Pequeño? ¿Me llamo pequeño? —Se acomodo en la pequeña silla y subió una pierna a la otra dejando descansar su brazo en una de ellas mirándome fijamente.

—No, yo solo pase y pensé que seria buena idea verlo tocar.

—¿Ah, sí? —Se levantó de su lugar y camino sensual- ¡Digo! Lentamente hacia a mí. —Y tú, ¿crees que toco bien?

—¿Podemos dejar estos juegos? Me están hartando.

—¿Por qué precioso? —Tomó mi cintura y me acerco hacia él.

—Ya aburrió. Además, así no nos conocimos. —Reclame. Éste imbécil siempre queriendo "recrear la escena de cuando nos conocimos" pero creanme, esto no se compara a como fue en realidad.

—Me dan ganas de abrazarte y besarte. —Beso mi cabello y me abrazo aún mas fuerte soltando pujiditos adorables.

—Sí pero ya que nos pueden ver.

—Sí, y luego te arburearan diciendo, "se la mama al profesor" y yo les diré, "y no lo hace mal"

Lo mire mal.

—¿Qué? —Me solté de su agarre y me cruce de brazos.

—Ya vete a trabajar.

—Y tu vete a estudiar.

—Si no enseñas bien, ¿que voy a estudiar? —Lo desafíe mirándolo a la cara, obviamente me levante de puntillas, este loco es un gigante.

—Buscalo en Wikipedia niño listo. —Sacudió mi cabello

—¡Ey, eso no vale!

—Si vale, ¿me das un besito? —Le di un casto beso en los labios. —Otro. —Le di otro más. —¿Otro?

—Ya, que empalagoso.

—Ah, no te ayudaré con los exámenes de mañana.

—¡Está bien! —Volví a besarlo, está ves mas apasionado. Debo decir que soy todo un Romeo en eso.

—Que lindo. —Me sonrió. —Bueno, iré a desayunar porque la cena eres tú. —Salió corriendo enseguida como si su alma se la estuviera llevando el diablo. Solo me limite a soltar una risa.

Amo a este hombre, y sí, dirán, "¿Pero cómo te lo hiciste novio?"
Pues son cosas que pasan, fin.

A ver si este imbécil no se llevó mi teléfono. Rebusque entre mis bolsillos y...

—Ay, no es cierto...

Ese ingrato me las pagará

¡Ayuda, me gusta mi profesor! [Yaoi/Gay] [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora