Find me... -‡Reddie‡-

17

Beverly Marsh y pronto Hanscom, estaba junto con Ben frente una plaza, estacionados en un hermoso carro rojo a las 7:30 de la mañana, trasnochados con tan solo 4 tazas de café en sus estómagos. No habían dormido en esa noche por la impaciencia.

Horas despues que se sintieron como días, estaban allí Bill Denbrough y Mike Hanlon. La idea era estacionarse no frente al hospital pero si lo suficientemente cerca para caminar poco, les daban unas ansias a los cuatro de tan solo pensar estar cerca de la entrada principal de ese Hospital sin compañía.

Se abrazaron al reencontrar sus rostros de nuevo, hablaron pero poco, porque querían terminar con este asunto de una vez por todas.

Mientras mas se acercaban al hospital, mas estaba en peligro de colapsar Beverly de los nervios, había dejado sus cigarrillos en el auto ya que estaba prohibido fumar adentro del sitio.

Y sin darse cuenta, todos estaban al frente de la recepción del hospital.

A Mike le sudaban las manos, Bill se acariciaba la cien, Beverly se mordía el labio inferior al punto de casi hacerse daño y Ben solo podía frotarse insistentemente las manos, ninguno estaba listo para recibir respuestas sobre Richie.

La recepcionista les aviso que traería a otra persona para que les dijera sobre el panadero de su amigo, que esperarán un momento. En su rostro se veía esa mirada de que sea lo que le fueran a decir no era bueno.

Beverly se le paraba el corazón cada vez que veía al  personal del hospital en vata acercándose para luego ir de largo, no quería escuchar nada de lo que tenían que decir.

Era tan tonto que trataran todos de tranquilizarse porque frente a ellos de un lugar pacifico, normal de personal haciendo sus respectivas tareas, había pasado a medicos, doctores hablando con la recepcionista de uno a uno lo mas lejos de ellos posible, como tratando de pasarse un paquete que no querían entregar, un revuelo que sabían que ellos habian causado con solo preguntar por su amigo..

Finalmente, la recepcionista hablo con un último doctor que estaba sobrio, tanto que les daba escalofríos, estaba incomodo, mirando de reojo a lo que restaba de perdedores.

Él suspiro e hizo un ademán para que la recepcionista volviera a su puesto, se dio media vuelta y camino recto hacia los cuatro.

Bill agarró la mano de mike aprisa que observó al doctor acercandose, su corazón empezo a latir con tanta fuerza que le dolía, Beverly hizo lo mismo pero se aferró al brazo de Ben, apretandolo aterrada.

—¿Ustedes son el contacto familiar del Sr. Tozier..?—preguntó el hombre apenas llego—.

A todos se les quedo atascada la voz en la garganta, por mas que trataran, ninguno podía hablar.

El doctor tosió y esperó una respuesta hasta que Bill parpadeo y carraspeo proclamandose el primero en hablar.

—S-s-s-so-so-somos su f-f-f--fa-fa-famili-li-...

Bill se callo de inmediato y miro consternado al suelo.

¿había..? Si, tartamudeado, después de un año sin hacerlo, dios se sentía tan horrible volver a esas viejas costumbres, sentía que jamas se libraría de ese maldito tartamudeo, hablar lento ni ir a cursos contra ello le ayudaría...

—¿Familia?—Terminó el señor—.

—Si, somos su familia—reiteró Mike agarrando las dos manos de Bill, acariciandolas  a penas había visto su rostro fantasmal se había dado cuenta que le había afectado el hecho de que tartamudeaba. Mike odiaba verlo así con todo su corazón, porque seguramente sentía que tantas torres de esfuerzo, tantos años de practica, de eliminar finalmente ese estúpido tartamudeo, volvía a las mismas—