Moon Byul Yi, la carismática doctora de la ciudad de Seoul, esconde un secreto que la carcome poco a poco; sin embargo, ella misma no entiende de que se trata. La joven, junto a su corazón roto y a su misterioso origen, que conlleva a tener poderes...
Me presento, soy Moon Byul Yi, y ¿soy normal? pues no. Es decir, mi cuerpo es visiblemente igual al resto, pero que puedo decir, no lo es. Lo diré con unas simples palabras, no soy humana, y eso es desde hace más de un siglo. No le revelo mi secreto a nadie; de todos modos, en mi mente nadie puede oírme, a menos que seas yo, así que solo por ahora contaré lo simple.
Nací en el siglo XIX, en el año 1800. No siempre me llamé Moon ByulYi, antes me llamaba Star. Fui una inglesa muy bonita, cabe destacar, con mis ojos verdes y mi cabello rubio, y claro, en esos tiempos no era tan simple vestirte como querías siendo mujer. Exactamente lo que están pensando, detesto lo femenino, o más bien detestaba ser mujer en esos tiempos. Sin embargo, ¿Qué puedo decir? Ahora lo adoro.
Crecí en una familia en crisis, pero millonaria, padres divorciados, drogadictos por el Opio y claro, hermanos mayores a los cuales les irritaba mi existencia ¿por qué? No lo sé, quizá por su creencia de yo haber hecho que mis padres estuvieran en tantos vicios. Mis padres se separaron a mis dieciséis, cuando les confesé mi atracción hacia Krystal, esa es otra historia de la que hablaré después.
El caso es que la mayoría del tiempo vivía sola. Mi madre, con la cual vivía, casi no estaba; era raro hasta que se presentara tan solo a comer. Por lo tanto, me cuidaban mis hermanos mayores, Eric y Amber. Amber, era rebelde, menos femenina que yo, por mucho, la primera vez que vistió de hombre fue a sus veinticinco años, lo cual causó furia en mi madre, y un día después mi padre murió, por la droga que era traída de China (o al menos eso decían los doctores).
Mi hermano Eric, en cambio, tenía diecisiete años, y yo ya alcanzaba mis ocho. Era mayor que Amber por dos años. Él, nunca mostró indicios de ser como nosotras, más bien él era el mejor portado, pero ¿el más inteligente? No, esa sigo siendo yo. No me malentiendan, que él fuera bien portado a mi vista no significaba que lo fuera. A sus veinticinco años se aprovechó de una adolescente que estaba enamorada de él embarazándola; no a una, más bien fue a la misma Krystal, quien poco atrás había llegado a ser mi amante.
El único que me quería en verdad, era Charles, mi gemelo, él junto a mi primo James, de nuestra misma edad, era diferente. Era el único que comprendía mis emociones "pecaminosas"; me consoló cuando descubrí que la chica de catorce años que "amaba", Krystal, estaba embarazada de nuestro hermano mayor. También cuando ella huyó para no casarse con este al ser muy joven, sin despedirse de mí.
Por todo, le agradezco a él, y a James, quien sin dudarlo me animaba con sus bromas y estupideces. Creí que toda esa vida sería lo peor para mí, pero me equivoque. Pensar que sería inmortal de la noche a la mañana, quedando atrapada en un cuerpo de veinte años y medio, era impredecible y terrible. Al menos en un cuerpo que ya había llegado a la pubertad, ya había desarrollado todo... bueno, no del todo, si entienden a qué me refiero.
Un día cualquiera, desperté como siempre, depresiva. Sin embargo, ese día fue el último normal que tuve. Estaba nublado, y el viento soplaba las hojas de los árboles, entre tanta melancolía que los años retenían, había perdido la cabeza, y en ese momento acabaría mí vida.
Si, dije acabaría, porque no lo hizo. Caminé hacia un lugar aislado en las calles de aquel Londres, y comencé a preparar mi arma, estaba a punto de disparar, cuando oí gritos, pidiendo ayuda entre sollozos. Corrí hasta aquel lugar, en donde hallé a una chica, inmóvil y sangrando. No distinguí su rostro, pero aun sin reconocerla corté trozos de mi vestido y los usé como venda para su herida en la cabeza. Fue el mayor error que pude haber cometido. Aprovechó mi descuido para agarrarme del cuello y matarme con un largo cuchillo atravesado en mi torso, más no se sintió como tal. Luego, simplemente salió corriendo, y entonces mis ojos se cerraron.
Admirablemente, desperté, con sensaciones extrañas en el cuerpo, me hallaba acostada en una cama ajena a la mía, alcance a ver mi reflejo en el espejo, y no, no era mi reflejo, era el de Moon Byul Yi; sin embargo, no sabía mi nuevo nombre hasta ahora, en aquel momento solo noté que entonces mis ojos no eran azules ni redondos, eran más bien de rasgos asiáticos y mi pelo se había tornado negro. Lo horroroso de todo esto era la cicatriz de atrás mío, eran muchas rayas perpendiculares entre sí, como un laberinto, en mi espalda. Las notaba porque el pijama que alguien me había puesto era translucido.
Salí de la habitación desesperada, y me deslicé con un papel en el suelo, más bien una nota. Al leerla vi que era dirigida a mí, aquí explicaba que todo este espanto era parte de una transformación, de convertirme en la chica con poderes que siempre había estado en mí. No explicaba más, solo decía que conforme los años pasaran llegaría a saber todo sobre porque soy esto.
Salí asustada y entré a mi propia casa. No había nadie. Nunca más volví a ver ni a mis hermanos, ni a mi primo, ni a la misma Krystal.
Y si ya subi el prologo, voy a estar publicando una vez a la semana, ya que no quiero hacerlos esperar. Los capítulos no van a ser largos, pero tampoco van a ser cortos. Van a tener de donde leer. Espero que esta historia Moonsun les guste, yo me moría por traerla ya. Si un día no puedo actualizar yo les aviso, pero no se quedaran sin su dosis semanal, con esta historia de verdad me voy a empeñar. Espero les guste la portada, la hice con mucho amor!
Con respecto a todo lo que acabo de escribir en el prologo, todo tiene su razón, y todo va a ser explicado más adelante, por algo escribo cada cosa, porque tienen que ver con la trama. Así que si no entienden, no se preocupen que todo se va a explicar.
Pd: Ya vieron que Hwasa se creó una cuenta? esta hermosa, por favor tienen que seguirla, y por supuesto oír physical; espero pronto nuestras mamamoo tengan el reconocimiento que merecen.
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Otra cosa, pronto es el cumpleaños de Wheeinie, me muero por que llegue!