Evil Heart [Moonsun]

Capítulo 3: Recordando el pasado

- ¿Qué crees que pasó Moon? - pregunta Lee Dahee, una médica especializada en Neurocirugía, que hace tiempo me coquetea cada que puede. Es la presidente del hospital y es mayor que todos aquí, ya llega a los treinta y cinco años. Bueno, no es mayor que yo, pero ella y todos los del hospital creen que sigo en mis veintes. Por ello, no entienden la razón de mi gran experiencia y de que sea cardiocirujana tan "joven".

Ambas nos hallamos acostadas en la pared que se halla a la par de la habitación donde realizamos la fallida cirugía que hace diez minutos finalizó. Benjamín, por tratarse de una mordida provocada por un vampiro, no sobrevivió; tuvimos que transportarlo a la habitación donde preservamos a los muertos hasta que sean llevados a la morgue. Sin embargo, médicamente murió por pérdida de sangre ya que se cortó la arteria subclavia, que hizo que su corazón bombardeara mas, causando un paro cardíaco.

- No tengo ni la más mínima idea. - comento, ocultando lo ya conocido por mí y por lo cual sigo asombrada y enojada.

- Eso es raro en ti, tu siempre sabes todo sobre los diagnósticos de tus pacientes- exclama asombrada la alta doctora, la cual comienza a quitarse su gorro quirúrgico y luego procede a quitarme el mío, antes de hablar de nuevo, guiñando su ojo derecho hacia mí. – Te veo esta noche Moon, no lo olvides.

Luego de aquello, la pelinegra con tres décadas de edad se aleja, caminando coquetamente hacia otra habitación. Puede que ella sea increíblemente atractiva, pero no es mi tipo de chica, y menos porque Krystal era igual a ella. Krystal, pienso con tristeza, recordando su forma de caminar y de sonreírme cada que podía, hasta que me enteré de su embarazo.

Flashback

- Te amo Krys... - decía susurrando en medio de un beso largo y apasionado que manteníamos en el jardín que le pertenecía solamente a ella. Se lo había dado su hermana Jessica de cumpleaños, quien ya cumplía sus veinte años.

- Starry, detente...- suplicaba entre besos que parara, más yo no podía detenerme; ella misma tuvo que apartarme, arrugando un poco la ropa que le había robado a mi hermano gemelo. Eran unos pantalones holgados, una camisa de botones, zapatos negros de la época, y unos tirantes. Usaba esa ropa en secreto cuando estaba a solas con Krystal. – Ya te dije que tengo que contarte algo.

- Dime entonces, pero no te salvas de los besos- le digo en voz baja, haciendo que mi voz adolescente se volviera más gruesa.

- Star yo...- exclamó con el nombre que ella solo usaba cuando me hablaba de algo serio. – Estoy embarazada.

- Krystal- exclamo en un susurro asombrada- eso no puede ser, no pensé que cuando hiciéramos el amor tú y yo pasaría...

- ¡Star, no seas tonta! - grita exaltada, asustándome por su actitud. – Estoy embarazada porque tuve relaciones con tu herma... - exclama para luego taparse la boca y alzar las cejas con culpabilidad. Primero porque no quería confesármelo, y segundo, porque en aquellos tiempos te sentenciaban por hechos así, y quien tenía relaciones antes del matrimonio lo mantenía en secreto.

En ese momento, mi corazón se partió en dos. Claro, yo sabía de qué hermano hablaba, todos en la escuela rumoreaban de que estaba enamorada de Eric. Mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, me levanté, y la vi a los ojos, aquellos que expresaban tanto arrepentimiento en ese preciso momento.

- Me engañaste, habías dicho que me amabas, ¡me dijiste que no era la única que estaba enamorada! – grito entre dolor emergiendo en mi pecho.

- Y no te equivocas, ¡me sentía igual!, pero Eric... él...- la pelinegra comenzó a hablar cortadamente, sollozando.

- ¡No mientas de nuevo!!No me vuelvas a decir que él solo se aprovecha de ti porque no te voy a creer! – grité desesperadamente mientras me levanté de un salto. – Te creí muchas veces, y confié, pero esto se acabó. ¿Cómo pudiste hacerme esto? - le dije suavemente con lágrimas en los ojos.