Bad Girls

Carrera a la cárcel

Rebecca  no sabía cómo iba a comenzar a decirle la verdad a Evolet, así que cuando su amiga la confrontó, simplemente la ignoró y se fue a dar vueltas por la ciudad en su moto.

En una intersección en el centro de la ciudad, notó que raramente había un chico que no era de la JWU en una motocicleta. Esto es algo que no se ve todos los días así que no pudo evitar el impulso de seguirlo.

Al llegar al otro lado de la ciudad el chico se detuvo y le hizo un gesto levantando la quijada hacia arriba y acelerando su motor. Entre los motociclistas esto solo significa una cosa “una carrera”. Obviamente Rebecca aceptó porque ¿Qué mejor que una carrera para olvidar tus preocupaciones? Claro, desde el punto de vista de ella. Pero aceptó no tanto por eso, sino porque Rebecca Monroe nunca le dice que no a una carrera.

Ella se paró a la par de la moto del extraño.

-Hasta la intersección donde comenzaste a seguirme. –le guiñó un ojo de forma picara al terminar la frase.

Rebecca no pudo evitar sonrojarse de la vergüenza. É.l sabía que ella lo había estado siguiendo.

Notó que había un semáforo en frente de ellos que aun estaba en verde. No podía decir nada más, solo esperar.

Cuando el semáforo encendió su luz amarilla ambos se lanzaron una última mirada. Casi un segundo después de que sus miradas se separaran, el semáforo cambió su color a rojo.

Aceleraron sus motocicletas a máxima velocidad y no llevaban dos cuadras cuando la policía los comenzó a seguir. Rebecca y sus amigos tienen amigos policías que los cubren siempre que van a hacer carreras, pero sus turnos son en las noches así que estaban corriendo el peligro de ser encarcelados.

El chico intentó parar, pero Rebecca aceleró y el siguió detrás de ella. Rebecca sabía que si seguía solo traería más problemas, pero no le importó.

-¿Estás loca? –le gritó el chico cuando logró estar al casi a la par con ella en la pista.

-Si querer ganar sin importar lo que pase es estar loca, pues sí, estoy loca de remate.

El chico no hizo más que reír y Rebecca aprovechó el momento para tomar la delantera de nuevo. Cuando llegó a la intersección se detuvo y dos segundos después el chico se detuvo a su lado.

-¿No vas a intentar escapar? –dijo el chico cuando se detuvo.

-¿Después de que nos detuvimos a hablar? –Se rió a carcajadas- creo que solo lograríamos que nos disparen en alguna extremidad.

-Pensaba que querías escapar –dijo el con expresión confundida.

-No, solo quería ganar y ¡Adivina que! Lo hice.

Rebecca se quedó detenidamente mirándolo mientras los policías lo esposaban. No se había percatado de lo guapo que era. Tenía esos ojos azules que matan a cualquiera, pelo cobrizo peinado desordenadamente, de hecho, ella no estaba segura si realmente se había peinado alguna vez en su vida; era muy alto y según parecía se podría ver bien usando cualquier tipo de ropa, desde una camiseta con pantalones cortos hasta un smoking. Tenía esa sonrisa picara que tienen las personas que consiguen siempre lo que quieren.

“Uno más para mi lista” pensó ella y se mordió los labios sin darse cuenta.

-Sí, siempre causo esas cosas en la gente. –le dijo él con esa sonrisa tan hermosa.

-No te emociones, querido. Rebecca Monroe es mucho más difícil que eso. –aunque ella sabía cómo ser una diva, no pudo evitar tratar de ocultar su cara todo el camino a la estación de policía. A pesar de tantas experiencias que había tenido con chicos arrogantes, él buscaba alguna manera de sacarla de quicio, a veces con solo una sonrisa.

Cuando llegaron a la estación, procedieron a tomarles las fotos para el expediente. A Rebecca le tocó primero.

-Srta. Monroe, creo que ha roto un record personal –dice el fotógrafo con una sonrisa burlona- dos veces en una semana. Debo admitir que eso no lo esperaba ¿Por qué estás aquí hoy?

-Ya sabes cómo soy, alguien me retó a una carrera y ya sabes… para ganar hago lo que sea.

Le tomaron las fotos correspondientes y luego procedieron a hacerle lo mismo al chico. Lo que la sorprendió a ella misma fue que el chico también parecía frecuentar el lugar. Al terminar sus fotos, el fotógrafo se acercó a él estrechando su mano.

-Para la próxima, no subestimes el poder de una chica, K –dijo el fotógrafo sonriendo- y más si es Rebecca Monroe.

-Sabes que puedo con eso y más.

Como siempre Rebecca tuvo que llamar a Evolet para que pagara su fianza. Estaban enojadas, pero de todos modos Rebecca siempre le pagaba en menos de una semana así que era mas un préstamo que un favor.

Mientras esperaban que pagaran sus fianzas Rebecca no pudo aguantarse hacerle una pregunta que le daba mucha curiosidad.

-¿Te llamas K?

-No, me llamo Kyan Harrison, pero puedes decirme K.

-¿K? eso es estúpido, te diré Kyan no quiero sonar como una boba diciendo “K”.

-De todos modos, solo mis amigos me dicen K y que yo sepa tu y yo no somos amigos.

-Ni quisiera que fuera así –Rebecca ya se estaba molestando. Nunca la habían tratado así “¡Que idiota!”  Pensó, de hecho, lo iba a decir, pero una voz femenina la interrumpió.

-Tres veces este mes, Rebecca –dijo Evolet con una voz calmada, pero mirada furiosa- Si no salimos de aquí en este momento, te juro que explotaré.

-Buen viaje, Srta. Monroe. –dijo Kyan mientras se alejaban.

Rebecca sólo se limitó a levantarle el dedo de en medio para no causar un escándalo. Después de todo ya Evolet estaba demasiado enojada con ella.

 ¡Hola! Lo sé, tarde un poquito en subir cap…

Pero aquí esta y créanme le puse mucho amor… como saben esta nove trata sobre dos chicas así que considere injusto que aun no había hecho un cap solo para Rebecca, ya que ambas son las protagonistas.

Este cap se lo dedico a LOS KULS como siempre o sea es que… ¡son lo mejor de lo mejor!

En multimedia esta la sexy rebelde Rebecca en la cárcel tomándose la foto para su expediente… también puse multimedia en el capitulo anterior, es Evolet llorando.

Los que leen esto LOS AILOVIIUUU <3 gracias por el apoyo.

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Si tienes alguna sugerencia, me lo dices al priv.

GRACIAS TOTALES