Evolet no terminaba de asimilar que quisieran Rebecca para las olimpiadas de matemáticas. Alguien tendría que darle muchas explicaciones.
-Hola Jeff –saludó a su amigo que le había hecho tanta falta el fin de semana- ¿Cómo estás?
-Me pregunto si alguna vez dejaras de decirme Jeff.
-¿A qué viene el comentario, idiota? –Pregunta ella con una carcajada- Nunca te ha molestado.
-No es que me moleste odiosa –se unió a ella en risas- es que me quedé seriamente pensando en por qué razón decidiste llamarme Jeff.
-Mmm –se quedó un rato pensando- En realidad no fue por una razón especial así que no te emociones. Había otro Dylan en la clase así que pensé “Si su apellido es Jefferson ¿Por qué no llamarlo Jeff?”
-Yo que pensaba que te habías enamorado locamente de este cuerpo tropical.
No pudieron evitar soltar miles de carcajadas en el salón. La profesora había llegado y ni cuenta se habían dado. Solo podían reír, reír y reír.
-Salgan de mi clase, por favor –dijo la Sra. White (esposa del Sr. White) mirándolos fijamente y deteniendo sus carcajadas, pero no sus sonrisas- Puede que mi esposo les tolere todo lo que hacen por ser sus estudiantes estrella, pero en mi clase solo son dos patéticos alumnos mas y ya están un poco grandecitos para estas faltas de respeto ¡Salgan de mi clase, ahora!
Sus sonrisas aun no se borraban y salieron rápido del salón para poder estallar en risas otra vez. Ya no se reían de lo que dijo Dylan, en ese momento se reían prácticamente de la risa.
-¿Esta es tu última clase? –preguntó Dylan limpiándose las lagrimas provocadas por tanta risa.
-Sí, la ultima gracias a Dios.
-¿Qué tal si almorzamos juntos?
-Está bien, tengo que hablarte sobre algo –pensó en que Rebecca tal vez la estaba esperando, pero se suponía que estaría en la universidad por dos horas más- pero no te preocupes no es nada malo.
…
-¡Esto esta delicioso! –Dijo Evolet mientras se “tragaba” su almuerzo- nunca había venido aquí ¿Existe hace cuanto? ¿Por qué nunca lo había visto?
-Es nuevo.
-¿Te pasa algo Jeff?
-Dijiste que me tenías que hablarme de algo –al momento que pronunció esas palabras, Evolet se dio cuenta de que no quería hablar del tema. Ella le seguiría la corriente, pero solo porque estaba dudosa sobre el tema de Rebecca y las olimpiadas, pero luego iban a tener que hablarlo- ¡Hola! ¿Hay alguien ahí?
-Oh, lo siento, me quede perdida en el mundo mágico de los Juegos del hambre.
-¿Te das cuenta de que nada de lo que dijiste tiene sentido, no?
-Ay, pero así me amas.
-Me vas a decir ¿Sí o no?
-Bueno, ya. Es que… -no sabía cómo decirlo porque era como poner en evidencia que subestimaba a su mejor amiga- ¿No es extraño que el Sr. White diga que Rebecca es una de sus mejores estudiantes y que la quiere con nosotros en las olimpiadas?
-No, no es extraño. El año pasado, ella fue conmigo a las olimpiadas de Lectura de la clase de la Srta. Steele.
-¡¿Por qué no sabía esto!? Tengo que hablar con ella ahora mismo. Lo siento Jeff me tengo que ir.
-¡Espérame, déjame por lo menos pagar!
Iban entrando al parqueo de la cafetería cuando Evolet se paró en seco y puso los ojos en blanco. Ahí estaba Marc, besándose apasionadamente con una pelirroja de ojos cafés. Estaba besándose con la hermana de Dylan.
-¿Staicy?
-¡Hola, Dylan! –Fue corriendo a darle un abrazo a su hermano- ¡Dios, Evolet! ¿Cuánto tiempo tenia sin verte? ¿Seis Meses? –envolvió en un fuerte abrazo a Evolet, el cual ella, por su puesto, no pudo devolver.
-Sí, eso creo –fue lo único que pudo decir. Estaba impactada, dolida, se sentía una basura, pero estaba ahí en frente de su amiga que no tenía ni idea de lo que pasaba. Staicy era solo otra víctima de Marc al igual que ella.
-Oye, ¿Tienes algo planeado para esta noche? –dice Staicy en modo de invitación.
-Tenía algo para hoy a las 8 –Evolet se quedo mirando a Marc porque sabía que él entendía perfectamente su mirada y luego volvió a dirigir su mirada a Evolet -Pero lo cancelare… por ti.
-Gracias- Le dio un abrazo- ¿Qué tal si hacemos una cita triple? Tu y Dylan, Marc y yo y Rebecca y… bueno quien quiera que sea su nueva conquista.
-¡Pero por supuesto que sí! A Jeff y a mí nos encantaría, ¿Verdad amor? –En ese momento Evolet le dio un beso apasionado a Dylan y luego el sólo asintió con la cabeza.
-¡Oh, el amor! –Dijo Staicy luciendo entusiasmada.
Evolet estaba totalmente destrozada y necesitaba llorar. “No, no voy a llorar. Al menos no lo hare delante de él. Se fuerte Ev” Se dijo a sí misma, pero desde el momento en que entró en el auto con Dylan, se desplomó.
Ella le pidió a Dylan que dieran unas vueltas por la ciudad y que encendiera la radio a todo volumen. Dieron vueltas y más vueltas y luego empezó a sonar una canción.
We clawed, we chained our hearts in vain, we jumped never asking why. We kissed, I felt under you spell and now you’re not coming down
Era Wreking Ball de Miley Cyrus. Al escuchar esta canción sus llantos aumentaron y no fue hasta el coro cuando empezó a cantar sin que se le entendiera mucho de lo que decía.
I came in like a wrecking ball. I never hit so hard in love. All I wanted was to brake your walls All you ever did was wreck me, yeah you, you wreck me.
-¡Mierda ya no me sé nada más!
-Vamos, yo te ayudo.
Y así se pasaron cantando el resto de la canción. Luego dieron más vueltas hasta que se quedo dormida en el auto como una niña.
ESTÁS LEYENDO
Bad Girls
Teen FictionEvolet es una chica criada en los suburbios, apasionada a sus estudios y con una idea muy clara de dónde quiere llegar en la vida. Rebecca es su mejor amiga desde hace cuatro años, pero solo se conocían por internet y hasta hace dos años se conocier...