Capítulo 1

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Esta historia sera corta, lo vuelvo a mencionar por si acaso.

Se actualizó el 31/03/2020 a las 19:43 Hora paraguaya

Muchos pensaban que ser un shinobi era lo más cercano a ser un héroe, niños de aldeas militares deseaban ser shinobis porque deseaban ser reconocidos y ganar mucho dinero, deseaban ser héroes. Pero los niños eran solo eso, niños, no veían el mundo como en verdad lo era, un mundo cruel y despiadado, solo entenderás este mundo cuando te sumerges en el y lentamente pierdes tu humanidad. Un shinobi es educado para que no sienta piedad, y eliminar las emociones, pero porque eliminar emociones, no muchos consideran que eso era para hacer mejor su trabajo y no dudar en eliminar a un enemigo, no eso era completamente errado. La verdadera razón por la que un shinobi tenía que dejar sus emociones atrás, era para no hacerse daño a sí mismo. Porque en cualquier momento puedes perder a un ser querido en el campo de batalla, y provoca que pierdas la razón y actuar de forma irracional. Un shinobi tiene que estar preparado para abrazar a la muerte, cuando obtienes tu banda shinobi, no significaba que seas un verdadero Ninja. Porque un ninja es alguien que a sobrevivo a la muerte incontables veces, y ha matado a una cantidad de personas, alguien que está preparado para abrazar a la muerte cuando este llegara, porque cuando te conviertes en uno, la muerte era su mejor amiga que está esperando para llevarte con ella.

El este mundo solamente hay dos tipos de personas, los que usan a los demás y los que son usados, los ninjas solamente servían para cumplir las órdenes de sus superiores o de los que contratan su servicio. Aunque no todo el mundo estaba preparado para dejar sus emociones de lado, esas eran las personas que estaban obligadas a ser shinobis, por su apellido, esas personas sufrían al matar, una parte de su humanidad o de la poca que le quedaba desaparecía. Y eso se podía reflejar en un pequeño lugar del país del fuego donde habitaban alrededor 100 familias, que estaban siendo masacrados por no obedecer las órdenes del Daimyo. El Daimyo deseaba a la hija del líder de esta lugar, por su hermosura o como un objeto sexual para satisfacer sus deseos, pero el líder de este lugar se opuso y trajo la furia del Daimyo que sabiendo que ese lugar no le servía para nada, no le generaba dinero, ordenó su total aniquilación. No era un lugar donde había ninjas, por lo que el trabajo era fácil, algunos hombres intentaron ponerse frente a los atacantes que eran tres ANBUS que fueron enviados por el Hokage por orden del Daimyo. Ellos no podían negarse.

Uno de los ANBUS caminaba por la ciudad en llamas, veía como los cuerpos sin vidas de las personas estaban siendo quemadas hasta volverse cenizas, nadie escapó de este lugar, pero había tres personas que no murieron aun. Y él se dirigía hasta ese lugar, con cada paso que daba su respiración se dificultaba, por lo que se quitó la máscara, mostrando unos fríos ojos azules, que solamente reflejaban el calor de las llamas. Cuántos niños había matado que tenía la edad de su hermano en este lugar, en el fondo sufría por hacer esto, pero no tenía opción, si no lo cumplía el Daimyo iba a castigar a su aldea y ya había muchos problemas internamente con todo los que estaban en ese lugar. Y cuando llego hasta donde estaban las tres personas que tenía que matar, pudo ver a una mujer de su edad, que estaba abrazando a una hermana de la edad a su hermano y una niña que apenas nació. El mayor abrazo con fuerza a sus hermanas, para luego soltarlas y colocarse frente a ellas, el shinobi podía ver como la muchacha temblaba de miedo, deseaba salir corriendo de este lugar, pero deseaba salvar a su hermanitas, ellas no tenían la culpa, por lo que se arrodillo frente al shinobi.

Por favor...se lo suplico...máteme a mí, pero perdone a mis hermanas – Desesperación era lo único que se podía utilizar para definir las palabras de la mujer, que esperaba que la persona que esté frente a ella tenga una pizca de piedad para perdonar la vida de sus hermanas, no importándole si ella era asesinada – Se suplicó...ellas no tiene la culpa, por favor máteme a mí...pero perdónalas.

Lo siento – Fue la respuesta del shinobi antes de lanzarle una bola de fuego a las tres mujeres que fueron cubiertas por las llamas, el ANBU se quedó mirando cómo los cuerpos eran quemados por unos minutos, sus ojos tenían una pizca de tristeza en esos ojos fríos – En verdad lo siento.

A las afueras del pequeño pueblo, que dentro de poco solamente iba a convertirse en cenizas, se encontraban dos Kunoichis que también miraban todo con pura tristezas, ellas también tenían hermanas y hermanos a quien proteger, mataron a varios niños de esa edad y menores. No era la primera vez que en una misión mataban a niños, las dos ya perdieron la cuenta de cuántas vidas inocentes fueron eliminadas por sus manos. Pero que iban a poder hacer más, sus apellidos la forzaban a seguir esta carrera, el provenir de un clan shinobi, era sin duda una maldición que una bendición. Desde pequeñas fueron forzadas a combatir en una guerra, asesinar personas, era su trabajo, todo esto era escondido bajo el lema es por el bien de la aldea. Y aunque ellas segaron la vida de muchas personas, no estaban acostumbradas a eliminar a niños, era lo más doloroso de todo este trabajo, había personas que disfrutaban matar porque según ellos te daban poder, pero si te quedaba una pizca de humanidad, siempre te dolerá matar a un inocente niño.

La misión terminó – Su compañero al que estaban esperando salió del pueblo que estaba siendo consumido por las llamas, ya no había nadie con vida, por lo que su trabajo ya se acabó – Tenemos que volver antes del amanecer.

Si mañana nuestros hermanos comienzan la academia – La oji perla no se veía muy contenta por ese hecho, no iba ser raro, ya que ninguno de los tres deseaba que sus hermanos se vuelvan shinobis, no deseaban que entre a este horrible mundo – Ellos no están preparados para esto.

Nosotros tampoco – La segunda mujer del grupo se levantó, y sus ojos rojos se volvieron negros, como la noche, pero a diferencia de sus hermanos, ellos no tuvieron elección de entrar a este mundo, pero ellos si lo tenían – Aunque me gustaría salir en una misión con mi adorado hermano, no deseo que Sasuke tenga que matar a un niño.

Lastimosamente, no podemos hacer nada – El ojiazul miró nuevamente el pueblo, estaba triste, pero no podía llorar, ya no lloraba desde hace años, la última vez que lo hizo fue cuando tuvo que matar por primera vez, luego ya no pudo, ni siquiera con el nacimiento de su hermano pequeño – Pero...no quiero que Menma se convierta, en lo que me convertir

Fin Del Capitulo

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