Capítulo 11: De camino a casa

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Cuando íbamos de camino a casa nos desviamos buscando una farmacia, Aron se bajó y después regreso con una bolsa, cuando subió al coche me dio la bolsa y con 30 cajas de condones cuando las vi no pude contenerme y empecé a reírme.

— Es en serio Aron 30 cajas, sí que eres exagerado – Aron arranco el auto.

— Exagerado, cuando la que mantiene provocando y saltando sobre mí, eres tú - me mira de forma pícara

— ¡Yo no salto sobre ti! Si te provoco, pero saltar sobre ti – Aron me mira y alza una ceja y yo bajo mis hombros rendida. Tal vez tenga razón.

— Además, esta semana que viene voy a estar entrenando, así que no tengo tiempo y este fin de semana vamos a estar solos en casa.

— En realidad, voy a visitar a mis padres, se los prometí.

— Ok bueno, en ese caso cambian los planes a casa de tus padres.

— ¡Vas a ir conmigo!

— Si hace rato que no saludo a tus padres o no quieres que vaya.

— Si quiero que me acompañes – Aron agarra mi mano y me la besa, creí que iba a ir sola a visitar a mis padres, pero que Aron vaya conmigo me gusta y causa estragos en mí, la manera en que Aron me trata, me mira y se comporta conmigo en esta etapa me gusta, me gusta mucho, este hombre tiene el dónde de derretirme en sus brazos y hacerme sentir segura en ellos, esa sensación de felicidad y protección era lo que estuve buscando con mis parejas anteriores y ahora la tengo junto al hombre que tengo al lado, porque con él puedo ser sucia y atrevida y al mismo tiempo puedo ser tierna y cariñosa y luego tiene esos ojos que me encienden con solo una mirada.

— Bien, supongo que estamos en un trancón – dice Aron haciéndome salir de mi ensoñación.

— En serio, ¿y cuánto dura?

— Supongo que nos demoramos cariño, porque al parecer el accidente acaba de ocurrir.

— Bueno, mientras esperamos podemos aprovechar el tiempo, tus vidrios son polarizados

— Si —Aron me mira de forma sospechosa.

— Genial puedes subirlo y prender el aire.

— ¿Qué piensas hacer?

— Pues pasar un rato agradable mientras esperamos.

Miro a Aron mientras me quito el cinturón de seguridad y después me incorporo para quitarme las bragas, bajo la atenta mirada de Aron el cual empezó a respirar más lento, me subí la falda dejando mi coño a la vista y recline el asiento hacia atrás y me quite las tirantas y me baje la blusa dejando mis senos al descubierto.

— ¿Qué es exactamente lo que vas a hacer cariño? – dijo con voz ronca.

— Solo quiero que juguemos un poco Aron ahora te toca a ti – dije de forma traviesa.

— No, yo tengo que estar pendiente por si este trancón avanza.

— ¡Qué aburrido!

— Cuan aburrido – dice Aron de forma seductora mientras empieza a tocarme mis labios vaginales con su mano derecha.

— Muy aburrido —digo gimiendo mientras Aron empieza a introducir un dedo en mi cavidad, yo me empiezo a acariciar mis senos y Aron sigue jugando con sus dedos en mi coño, el ataque se intensifica por un rato más hasta que Aron se da cuenta de que estoy a punto de venirme porque su movimiento se intensifica haciéndome venir en un orgasmo, recupero el aliento y me incorporo para besar a Aron.

— Eres muy bueno en esto – él se ríe sobre mi boca.

— Y tú eres bastante receptiva cariño, además de que de vez en cuando se te ocurren locuras.

— ¿Pero así me quieres?

— Lo hago – Aron me da un suave beso y nos separamos.

— Bien, creo que esto ya empezó a avanzar.

Me acomodo en el asiento y me arreglo, me acomodo la ropa para después ponerme el cinturón de seguridad, durante el trascurso a casa Aron acariciaba mis piernas mientras nos sumergíamos en conversaciones tontas, hasta que los tragos y el cansancio cumplieron con su cometido y me dormí.

Aron me cargo en sus brazos hasta el ascensor me despertó dándome besos en el cuello, cuando logró su cometido me vio a los ojos y me sonrió, yo le correspondí la sonrisa y nos besamos apasionadamente, Aron me llevo hasta la habitación y me desvistió con pericia, mientras me depositaba besos por mi cuerpo, cuando termino se quitó su ropa y se puso en condón, nos seguimos besando de forma dulce y tierna, mientras sus manos acariciaban mi cuerpo, su pene entro de manera suave en mi interior el movimiento fue lento, suave y dulce, nos dejamos de besar solo cuando necesitábamos tomar aire, de esa manera el orgasmo llego a nosotros, cuando nos recuperamos Aron me dio un pico y salió de mi interior se retiró el condón fue hacia el baño cuando él volvió yo me levante para ir al baño, Aron tenía el celular en la mano y me preguntó.

—¿A qué horas tenemos que salir mañana cariño?

— A las 8 para estar en la casa de mis padres antes del medio día— Aron puso la alarma y yo me dirigí a la cama, cuando llegue al borde Aron tomo mi mano y me arrastro hacia él, posicionándonos en forma de cuchara el descanso su cabeza sobre mis hombros y me dio un beso en el cuello.

— Dulces sueños cariño.

— Dulces sueños Aron, cariño.

Una jugada astutaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora