Capítulo 33: Propuesta

6.5K 300 4
                                    


Los días transcurrieron entre papeleo para mantener a Ashley lo más lejos posible. Le realizaron algunos estudios y argumento, un trastorno temporal, ocasionado por las secuencias de hechos que la llevo actuar de esa forma, tendría que tomar medicamentos para controlar sus ataques de ansiedad y cumplir con la orden de alejamiento si no quería terminar en la cárcel, sus padres vinieron por ella y se la llevaron lejos al parecer tendrían que vivir en un pequeño pueblo trabajando en una granja, ella no tuvo más opción que irse, pues su papá era el que se hizo responsable de su estado para evitar que fuera internada en un sanatorio mental. No volví a saber de ella después de eso.

Me dirigía a un encuentro con Aron y Alan ellos me estaban esperando para cenar en un nuevo restaurante campestre, yo iba vestida con un vestido rojo de mangas y un escote en ver, acentuado en mi cintura y caí en boleros hasta más arriba de mis rodillas, zapatos color marfil mi cabello iba suelto con pequeñas hondas al final, llegue al restaurante y me dirigieron donde Aron y mi hijo me estaban esperando, ambos estaban de pie en una especie de apartado donde todo estaba decorado con velas y tulipanes, Aron y Alan estaban vestidos con trajes a la medida y se veían adorables, cuando me acerque Aron vino hasta mí con nuestro hijo y se paró en frente de mí.

— Hemos tenido momentos lindos y momentos difíciles, pero desde que cedió ante tus encantos, no te puedo sacar de mi cabeza y de mi vida, siempre fuiste mi apoyo, mi guía y mi fortaleza. Volverme amigo de la niña peleonera fue una buena jugada, pero volver a esa misma niña, mi mujer, mi novia, mi amiga y mi esposa sí que será una jugada astuta, por eso Casandra te quiero pedir aquí delante de nuestro hijo – Aron se arrodilló y saco un pequeño estuche donde había un hermoso anillo de compromiso.

— ¿Si quieres casarte conmigo? – yo me quedé de piedra con mis ojos aguados, vi a mi pequeño que tenía una sonrisa linda el cual movía su cabecita de arriba hacia abajo

— Claro que si quiero Aron – Aron me puso en anillo y medio un dulce beso, el cual no duro mucho, pues Alan empezó a llamar nuestra atención jalando el pantalón de Aron, el cual alzo a nuestro hijo y nos dirigió hacia la mesa donde todo estaba preparado.

— Vaya, sí que tenías todo preparado —me senté en mi silla mientras Aron acomodaba a Alan en la sillita de él.

— Estaba preparado desde hace mucho, el día que Ashley te ataco ya tenía esto en mente, tú me pediste que te demostrara con hechos y era lo que iba a hacer.

— Tal vez ese día te hubiera dicho que no – solté una risa cuando Aron abrió los ojos y me vio desconfiado.

La cena transcurrió con tranquilidad mientras planeabamo como decírselos a mis papás y conocidos. Aron propuso una cena formal para realizar el anuncio la próxima semana. Llegamos al apartamento y Aron fue a dormir a Alan mientras yo me di un baño y me puse un body de lencería en encaje color marfil, cuando Aron llego me estaba viendo en el espejo, yo vi cómo se aproximaba a mí y de espaladas a mí me empezaba a dar besos por el cuello.

— Estás demasiado sexi – dijo mientras me daba la vuelta para mirarlo a los ojos.

— Y tú estás muy vestido – él sonrió y empezó dándome un beso, el cual se fue poniendo intenso mientras desabotonaba su camisa y después sus pantalones, pero no me dirigió hacia la cama sino hacia una mesa que tenía en la habitación.

— He querido hacer esto desde que estaba en la secundaria y llevabas a cabo tus ejercicios de elasticidad con las animadoras - decía mientras me daba la vuelta y ponía mis manos sobre la mesa y mis piernas abiertas cada una sobre una silla.

— Te ves sexi abierta de piernas – esperé en esa posición mientras él se bajaba el bóxer y se acomodaba detrás de mí, mientras quitaba el cierre del body fue pasando sus dedos por mis pliegues.

— Estás empapada, cariño – dijo mientras introducía un dedeo y después otro, yo solo gemía y no podía articular palabra de la excitación.

— Vamos abre más las piernas y probemos esa elasticidad – abrí mis piernas lo más que podía mientras Aron acomodo su polla en mi canal e iba entrando en mi lenta mente.

— Aron creo que no podre aguantar – dije cuando sentí que mis piernas empezaban a flaquear.

— Yo sé que si cariño, tu elasticidad me embobaba mientras entrenaba y en lo único que pensaba cuando te veía abiertas de piernas era en cómo mi polla encajaría en ti tan deliciosamente – Aron empezó las embestidas más fuertes mientras hacía que mis piernas permanecieran abiertas cuando sentido que ambos llegábamos al clímax acelero sus movimientos me sostuvo de mi cintura para evitar que callera, me tomo en brazos y me llevo hacia la cama y nos acotamos viendo hacia el techo.

— Eso ha sido fenomenal, siempre ha sido mi fantasía sexual – dijo mientras se apoyaba en su codo y empezaba a trazar círculos por mi abdomen, yo me di media vuelta y me apoyé en mi brazo para mirarlo de frente y él realizaba caricias por mi cadera.

— Así que tenías fantasías con animadoras y eso que te llevaste a más de una a la cama.

— No tenía fantasías con animadoras, tenía fantasías contigo, pero como no te podía tener, pues tenía que desahogarme en algún lado.

— ¿Entonces tenías deseo sexual por mí desde la secundaria? – le dije de forma coqueta mientras acariciaba su rostro.

— Si desde que nos empezamos a desarrollar, después me logre controlar.

— ¿Por qué nunca intestaste nada? – dije de forma dulce.

— No quería perderte, eras una contante en mi vida y tu presencia era indispensable para mí, así que solo me imaginaba, pero nunca avanzaba a nada.

— Hubiera sido lindo, tú siempre has sido muy guapo.

— No tenía mis mejores referencias, mis papás no eran los mejores modelos de pareja y cuando me encontraban con una chica le decían que no perdieran el tiempo conmigo no era alguien capaz de sostener una relación.

— Tú siempre fuiste dulce con ellas y siempre tenía celos de que te apartaran de mí, pero nunca me hacías sentir eso cuando estábamos los dos, hasta que llego Ashley y ahí si me sentí un poco desplazada.

— Tú te merecías a alguien mejor, así que agradezco que quisieras algo más conmigo, sé que no será fácil y muchas veces tendrás que decirme que hacer, pero quiero darte todo lo que te mereces Cassandra

— Tú y mi hijo son todo lo que quiero, así que sé muy bien que lo podemos lograr porque soy bien persistente cuando algo me interesa.

— Si eres una terca.

— Pero me amas.

— Te amo – dijo mientras daba la vuelta y me llevaba en sus brazos.

Una jugada astutaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora