Mokuba siempre se pregunto si algun día vería a su hermano sonreír como lo hacía antes de llegar a manos de Gozaburo. También se preguntó si el hubiera podido hacer algo para evitarle una vida tan dura a su unica familia. Si es que acaso lo que ya p...
"Si tan solo pudiera ver esa sonrisa otra vez, si pudiera borrar alguna de las cicatrices dejadas por Gozaburo en el cuerpo de mi hermano. Si pudiera regalarle nuevos recuerdos de una vida feliz, donde pudo ser un niño ordinario jugando sin preocupaciones, con la inocencia cubriendo sus ojos. Si tan solo se pudiera volver atrás, haría hasta lo imposible para protegerlo."
Mokuba Kaiba terminó de escribir en su diario personal y lo guardó en el cajón de su escritorio para seguir trabajando. Era uno de esos días con mucho por supervisar y además quería terminar su proyecto para mostrárselo a su hermano mayor.
—Señor Vicepresidente, ¿dónde le dejo estos documentos? —preguntó el secretario de los hermanos.
—Aquí nomás. Ah, ya que estás ábreme la ventana. Quiero un poco de aire natural —ordenó el joven Mokuba de veintitrés años.
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El dolor de cabeza lo estaba matando, miró a su alrededor con la vista nublada y unos ojos del azul más hermoso de la gama de azules se hicieron presentes en su campo de visión.
—¿Hermano…? ¿Qué pasó?
—Eso debería preguntar yo. ¿Cómo te sientes, Mokuba?
—No sé… Mareado supongo.
—¿Ese hombre te atacó antes de lanzarse por la ventana?
—¿Cuál hombre? No te entiendo Seto, sé más claro.
El castaño suspiró molesto.
— Nuestro secretario se suicidó tirándose por la ventana de tu oficina. Isono te encontró inconsciente al lado del escritorio.
—No lo recuerdo Seto .
Era muy frustrante, realmente hace muchos años que luchaba con ese problema de baches en su memoria. Esa fue la razón por la que decidió llevar un diario.
—Cambiaremos de médico. Solo tómate un descanso —dijo el hombre más grande acariciando el cabello de su hermano antes de abandonar la habitación; tan serio como siempre pero con la preocupación pintada en su rostro.
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