El efecto mariposa cap. 4/5

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Si bien su hermano había movido los hilos para que le tocara una celda cómoda, en una zona segura, y tenía comprado a los presos más peligrosos para que lo cuidaran; tendría muchos años para estar allí encerrado.

Realmente no le importaba. Sin Gozaburo y los otros tarados, Seto tendría todo el poder sobre Kaiba Corp.

—Tienes visitas —dijo el guardia en la puerta de su celda.

Mokuba se puso de pie y siguió al oficial hasta el lugar con pared de vidrio y teléfonos para hablar con las visitas sin contacto físico.
Luego de matar a seis personas con una granada, y tomar de rehén a su propio hermano, era considerado un hombre peligroso.

Se sentó y levantó el tubo para hablar con Isono.

—¿Trajiste los diarios que te pedí?

—Sí señor, los tengo aquí —contestó el hombre de bigote.

—Mi hermano, ¿cómo está?

El hombre mayor se quedó un rato en silencio, buscando las palabras para contestar, y eso preocupó al más joven.

—¡Habla! ¿Le pasó algo a mi hermano? —le molestaba que se estuvieran con rodeos para decir algo.

—Está  en un estado de depresión y no quiere comer nada. Solo yo estoy al tanto; no queremos que pierda la empresa por no estar mentalmente apto para dirigirla.

No supo qué contestar. Se sentía culpable por todo lo que ocasionó y lo que menos quería era hacer sufrir a su única familia.

En su celda nuevamente, Mokuba dejó los diarios en la cama

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En su celda nuevamente, Mokuba dejó los diarios en la cama. Y se sentó a pensar un plan que de verdad resulte, que de verdad garantice la felicidad y seguridad de Seto.

Recordando su vida en el orfanato, se puso a escribir sus sentimientos:

"Realmente creí que podía salvarlo, que podría cambiar su triste pasado. Pero no puedo cambiar el mundo.
Le debo tanto, cada vez que me defendió de otros niños, cada que arriesgó su vida para salvarme, por ser tan inútil como para dejarme secuestrar. Por cuidarme como un padre, por no aceptar que lo adoptara una buena familia si no era conmigo, por jugar esa partida de ajedrez para sacarme de ese triste lugar. Por sufrir él solo tanto dolor mientras yo tenía una vida de niño medianamente normal.
Ahora todo tiene sentido, ya sé cuál fue mi error: lo único que siempre estuvo mal en la vida de Seto fui yo. Sin mí a su lado, hoy sería un hombre feliz, criado por unos buenos padres. Tal vez estaría casado, y quién sabe, tal vez con hijos."

Con esas ideas en mente miró su primer diario, arrancaría el problema de raíz.

Buscó algo escrito unos días antes de que esa buena pareja llegara al orfanato, queriendo adoptar solo a Seto y no a él.

Estaba jugando afuera en ese momento y fue empujado por otro niño, cayendo al suelo

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Estaba jugando afuera en ese momento y fue empujado por otro niño, cayendo al suelo. Su hermano corrió al rescate, como siempre, defendiéndolo.

—Me puedo cuidar solo —se quejó haciendo que el mayor lo mirara sorprendido.

Hoy llegaría la familia que quería adoptar a Seto. Solo tenía que destruir la relación que tenían, hacer que su hermano lo odiara y no lo quisiera ver más.

—Necesito hablar contigo —dijo con voz firme y Seto notó que la mirada en los ojos de Mokuba, era la de un adulto.

El castaño lo siguió algo asustado hasta estar lo más alejados de los otros niños.

—Te seré claro, Seto. —habló  Mokuba con una expresión dura, con la única intención de asustar a su hermano tanto, que ya no quisiera verlo nunca más en la vida—. Te odio, estoy cansado de ver tu cara. Yo no quiero que estemos juntos.

El niño de los ojos azules se quedó quieto observándolo con asombro, parecía no comprender.

—¿Eres tonto? Date la vuelta y sal corriendo como un niño asustado. Lo mejor que puedes hacer es aceptar que una familia te adopte y largarte de mi vida. —El niño más alto no se movió, no lloró , no dijo nada—. ¡No te quiero!

—Si terminaste de ser un tonto, dime: ¿cuántos años tienes? —Esa pregunta dejó a Mokuba congelado—. Responde, sé que eres un adulto.

Sabía que su hermano era capaz de resolver cualquier misterio si se lo proponía, que no era fácil de engañar,  que era un genio. Pero no se esperaba tanto.

—Sé  que parece algo sin argumento, no tiene sentido. Pero ayer estuve leyendo unos libros que le pedí al director del orfanato. Sobre unas teorías desarrolladas por Albert Einstein, denominada Relatividad Especial y Relatividad General.

Mokuba trago saliva. Seto parecía haber estado investigando sobre viajes temporales. ¿Qué hacía ahora?

— Veo que te quedaste sin palabras, después de todo eres el hermano menor —dijo para molestarlo—. Te conozco, puedo imaginar la situación. No voy a dejarte solo para salvarme de un futuro doloroso. ¿Es eso?

—No puedo ocultarte nada, siempre estás un paso adelante. ¡Pero yo también quería protegerte! —gritó molesto al verse descubierto.

Seto sonrió genuinamente y abrazó a Mokuba. Un abrazo fuerte y lleno de amor.

—Te contaré un secreto. —dijo sin romper el abrazo—. ¿Sabes por qué los hermanos mayores nacen primero? —El más bajo no contestó—. Para proteger a sus hermanos menores. No interfieras en mis decisiones.

Se separaron y se miraron como dos personas adultas teniendo una seria conversación. El de pelo negro se preguntó cuántos años mentales tendría su genio hermano.

—Seto, no sabes todo lo que verás, todo lo que sufrirás... —se detuvo cuando su hermano hizo seña de silencio con un dedo en los labios.

—No me cuentes mi futuro, no quiero saberlo. Pero entiende, déjame cuidarte. Si sufro en el proceso solo me haré más fuerte. Confía en mí y ya no te culpes. —Mokuba no pudo evitar llorar. Llevaba tanto tiempo culpándose por los maltratos de Gozaburo hacia su hermano—. Soy feliz cuando puedo protegerte, así que no me quites ese privilegio.

Era hora de volver, tal vez cambiar las cosas sucedidas no era correcto.
Acarició  con cariño la suave mejilla del niño castaño como despedida.

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𝙴𝚕 𝚎𝚏𝚎𝚌𝚝𝚘 𝚖𝚊𝚛𝚒𝚙𝚘𝚜𝚊 (𝚈𝚞𝚐𝚒𝚘𝚑 𝚏𝚒𝚌)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora