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Marina
─ ────‒→ ←‒──── ─Marqué por décima vez en el día su número, creo que me empezaban a ignorar, antes los criados me atendían pero ahora ni siquiera ellos.
¿Dónde estarás, qué fue de ti?
-¡Mamá tenemos que hablar! -interrumpi su sesión de pedicura.
-Ahora no cariño, ¿no ves que estoy ocupada? -respondió indiferente.
-Pues lo que te tengo que decir es más importante que esas uñas encarnadas. -resoplé furiosa.
-¿Pero q-qué has dicho? ¿Uñas...? -hizo una mueca asqueada- ¡Yo no tengo eso!
-Lo-que-sea. -balanceé la cabeza de un lado a otro- ¿Me vas a oír?
Cerró los ojos indignada.
-Si tiene que ver con tu amiguita Carla sabes que no puedo hacer nad-
-¡¿Mi amiguita?! -reclamé sorprendida- Ahhh...creí que también eras su madrina, perdona el error. -puntualicé con sarcasmo y me marché.
Por el camino choqué contra Guzmán.
-Disculpa, ¿estás bien? -preguntó ayudandome a levantar.
-¿Qué crees? -respondí con ironía pero me arrepentí al verlo afectado, el no tenía nada que ver, estaba igual de preocupado que yo.
Espera...¡eso es!
Suspiró dispuesto a irse cuando lo jalé hasta la sala.
-¿Y ahora qué quieres? -reclamó ordenándose la ropa.
-Quiero que me des una mano. -le tomé de los hombros- Guzmán...eres la única persona que puede ayudarme con Carla.
-¿Qué? ¿De qué estás hablando? -interrogó con esa cara de tonto despistado.
-¡No se cómo no lo pensé antes! -reí incrédula- Tenemos que averiguar sobre ella, saber cómo se encuentra. ¡Hace días que no se qué pasó luego del accidente!
-¿Y...eso qué tiene que ver conmigo?
-¡No te hagas! -palmeé su cabeza un par de veces- Que hayas conseguido esconder la carta no significa que no sepa lo que escribiste...
-¡A ver...qué escribí?! -desafió intentando zafar.
Di dos pasos al frente.
-Que-te-gus-ta. -deletreé cada sílaba para molestarlo.
Su silencio y su cara roja respondieron por él.
-El silencio otorga hermanito, ¿no lo sabías?
-¡N-no es cierto! -contestó nervioso.
-¿Qué no es cierto? -caminé lentamente con el dedo en el mentón- ¿Lo del silencio o que te gusta?
-¡Detente! -se quejó y me burlé otra vez, entonces intentó salir pero fui más rápida que él y alcancé la puerta.
-¿No te piensas ir sin ayudarla, verdad? -pregunté con seriedad y me ignoró intentando empujarme.
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My Perfect Life
Novela JuvenilLujos, confort, fama, fiestas, y todo lo demás tópico sobre relaciones es lo que me autoconvenzo para no flipar con esta "Vida Perfecta" Ser hija de una marquesa y fingir que soy feliz era uno de mis conflictos internos, poco sabía que esas serían u...