Perfect Stories °UsaMex° [Terminada] ✔✔

Always

-¿Quién te quiere?- preguntó el mexicano con una voz mucho más aguda que la acostumbrada. Tomó las mejillas de aquel imponente país que se encontraba sentado y las apretujo un poco.

-...- no respondió el estadounidense, sintió sus mejillas arder y un poco de todas sus desdichas se colaron de su sistema.

-¿Quién es el jodido amor de mi vida?- volvió a preguntar con voz melosa y aguda, sus avellanas ojos relucían.

-...- de nuevo no respondió, no se sentía merecedor de cariño.

-Hey, ¿qué pasa?- preguntó curioso -Sabes que puedes hablar conmigo- le sonrió al 50 estrellas y se sentó colocando ambas piernas a los costados del ancho y musculoso cuerpo. Suspirando lo abrazó por el cuello y lo atrajo a su pecho de forma brusca, pues sabía que si era de otra forma el otro pondría resistencia. Con sus manos comenzó a acariciar el cuero cabelludo de su pareja sintiéndolo destensarse.

-No puedo, no de nuevo. Todos me odian, los suministros no son suficientes y los pacientes aumentan cada vez más, las personas hacen compras de pánico, hay un desabasto- Susurró la potencia con la voz totalmente temblorosa, a punto de llorar. No podía con la situación, se sentía como la gran depresión y no quería agobiar a México con eso, no cuando sabía que había sido su culpa. El miedo de echarlo a perder como en ese tiempo seguía latente en sus pensamientos.

México asintió aún sabiendo que la potencia no podía verlo -Cuentas conmigo... Sé que no soy una potencia... Pero-.

USA recordó la hambruna de la Unión Soviética, la URRS, lo que el causó, el alejamiento del emblema de águila y este ayudando con comida, lejos de él. Apretó su agarré en la fina cintura de forma involuntaria, aquel distanciamiento seguía fresco igual que la culpabilidad tiempo después.

-Daría todo de mi por ayudarte- susurró dándole un casto beso en su cabeza mientras parecía fundirse en el pecho del contrario.

-Daría mi vida, mi país, solo solo tí- le contestó con lágrimas tanto de odio, por todo lo mal que había hecho el mismo, como de felicidad, por saber que el mexicano siempre estaría con el. Subió la mirada y lo beso con todo el cariño que le tenía sintiendo aún sus lágrimas bajar por sus mejillas, porque tenía sentimientos, porque podía caer.

Por que se tenían para ayudarse y apoyarse, para amarse en la tempestad y en la felicidad.

FIN~