_🏶¡¿𝓠𝓾𝓮́ 𝓶𝓮 𝓮𝓼𝓽𝓪𝓼 𝓱𝓪𝓬𝓲𝓮𝓷𝓭𝓸?!🏶_𝓞̶𝓶̶𝓮̶𝓰̶𝓪̶𝓿̶𝓮̶𝓻̶𝓼̶𝓮̶

❀/0:3/❀

Perdido, sí posiblemente eso describiría la cara de Jimin en ese momento, sí que se había llevado una gran sorpresa, cuando supo que el otro omega se había mudado no se esperaba esto.

-Minnie, ¿vas a tocar sí o no? – preguntó la menor sacándolo de sus pensamientos.

- Claro – con su mano algo temblorosa dio tres golpes en la puerta de madera y vidrio.

Pasos se escucharon aproximándose del otro lado, la puerta fue abierta por un muy sonriente Baekhyun que esperaba ansioso su llegada. La menor entusiasmada corrió sonriente a los brazos del omega mayor abrazándolo cariñosamente.

-Baekhyun Oppa, lo extrañe mucho muchito – el rubio no pudo evitar reírse ante las dulces palabras.

- Y yo a ti pequeña – respondió revolviendo los sedosos negros cabellos de la pequeña infante – por favor, pasen.

Pidiendo permiso ambos hermanos ingresaron a la enorme casa, sí por fuera la casa era así de espectacular por dentro lo era más. Las paredes grisáceas combinaban con cada decoración y muebles del lugar, entrando a la sala se sorprendió de ver un inmenso televisor de dos plazas.

Estaba más que seguro que no era una simple casa como le había dicho el mayor, tomó asiento en uno de los sillones observando cada rincón que podía. El rubio no pudo evitar reír ante la carita de curiosidad que traía consigo el joven omega, realmente adorable.

-Bueno, ya que por fin estamos juntos, no me quieres decir el ¿porqué de tu decisión tan oportuna? – sonrió amigablemente arqueando una ceja.

- Supongo que así será – tosió aclarando su voz dispuesto a hablar – Llegó un momento en que todos lo pagos se me cruzaron en el camino y con mi trabajo no fue suficiente para cubrirlo todo. Para mí mala suerte, me había dejado olvidado el pagar el alquiler de la casa, el que cobraba no me quiso dar más tiempo y pues, dijo que mañana vendría a desalojarnos.

- Ya veo – frunciendo el ceño se puso de pie – ¿entonces eso significa que se quedarán? – preguntó entusiasmado por su respuesta, él realmente quería que ambos hermanos se quedarán.

- Eso creo – encogiéndose de hombros miró a su amigo – si es que tú nos dejas quedarnos.

- Oh, ni me lo preguntes – se abalanzó felizmente al pequeño omega frente suyo ganándose fuertes carcajadas, por el contrario – somos amigos desde que éramos unos críos y obviamente vivirás conmigo, deja esa timidez mi casa es tu casa.

Ahora podía decir que estaba más relajado, estaba tan nervioso por ser una molestia en la casa de su amigo que se había olvidado por completo de que no eran unos desconocidos. Aunque claro, los modales nunca estaban de sobra.

-Ven, les enseñaré sus habitaciones – comentó ya saliendo de la sala de estar, el pelirosa se puso de pie siguiendo a su amigo por las escaleras.

Jimin no pudo evitar girar sobre sus propios talones y contemplar con curiosidad la linda habitación en la que había entrado el mayor, las paredes con colores grisáceos y algunos tonos blancos lo decoraban por completo junto a algunas decoraciones florales y cuadros modernos.

En el centro de la habitación se daba una amplia cama en la que perfectamente cabrían dos personas, al frente de está un lindo televisor que colgaba de la pared y por si fuera poco un lindo baño en una esquina del lugar que quedaba al lado del armario enorme.

Todo era hermoso.

-Esta será tu habitación – dijo el mayor sentándose en el borde de la cama.