🏶❀🏶 - Y lejos de poder entenderte, solo me preguntó el porqué de tu sufrimiento, ¿como es que aquellos ojos podían estar casi vacíos sin algún sentimiento?, solo espero ser yo la clave de acabar con todo eso 🏶❀🏶
¿Sabrás escoger bien?
...
Habían pasado casi dos horas en el parque, ahí ellos dos, embutiéndose con helado. Sí, probablemente no era lo más sano, pero sí lo más delicioso.
-Creo que ya me está comenzando a doler – dijo Taehyung sobando repetidas veces su pancita.
-Sí, creo que nos dejamos engañar por su sabor – bromeó el de cabellera rosada dejando el bote de helado a un lado – Bueno fue lindo poder conocerte, pero ya me tengo que ir a menos de querer ver a una pequeña enfadada.
- Espera – lo miró atentamente - ¿eres padre? – los ojos del omega se abrieron exageradamente ante la pregunta.
- ¡No! – negó repetidamente – hablaba de mi hermana – aquello solo hizo explotar a carcajadas a ambos omegas.
- Me caes bien – suspiro – no eres como los demás – sonrió sin darse cuenta.
- Lo mismo digo, además me agrado aún más saber que somos de la misma edad – le devolvió la sonrisa – nos mantendremos en contacto.
El de cabellos azules asintió, cuando ya ambos terminaron de compartir números. Jimin se despidió ya partiendo del lugar, corrió al ver que ya casi era hora de almorzar.
Seguro lo matarían
Llegando a la casa, entró sigilosamente dejando sus zapatos en la entrada y en puntillas siguió por el corredor. Y cuando creía que se saldría con la suya, el chirrido de la madera del piso lo traiciono.
De pronto sintió a dos personas detrás de él, se volteó culpablemente observando a un Baekhyun con ojos entre cerrados y manos a las cadera, seguido de Jihyo quién lo imitaba.
-Pequeña, ¿qué le hacemos a los que llegan tarde? – la menor no lo pensó ni dos segundo antes de acercarse a su hermano con una sonrisa malévola.
Sí, estaba muerto
- ¡Cosquillas! – gritó la pequeña alcanzando a su hermano que corría por toda la sala.
Baekhyun miró entretenido la persecución antes de unirse a la pequeña guerra familiar. Todos los intentos de escapar del omega fueron en vano, ya se encontraba retorciéndose de risa en el suelo.
- P-paren – pidió entre balbuceos, la risa le impedía hablar bien.
Los dos cómplices se miraron por un omento y luego a Jimin, satisfechos con su trabajo se alejaron dirigiéndose a la cocina para empezar a comer.
Segundos después el omega se les unió también.
- Wow, está delicioso – comentó el omega entretenido comiendo, ganándose una sonrisa por parte del mayor.
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