MISIÓN SHIKATEMA

MISIÓN SHIKATEMA -PARTE 4-

“¡Ahhhhhhhhh!.”

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*Splash*

En sonido del agua llegó asta los oídos de Temari. El cuerpo del Shikamaru se perdió en el fondo del lecho del río.

Con su cara llena de angustia, Temari corrió asta la orilla.

Sin saber si el había sobrevivido a la caída los ojos aguamarina de ella buscaban de lado a lado y orilla a orilla en el rio esperando a que el apareciera, los segundos se volvieron eternos a no suceder lo que ella esperaba.

En el otro lado del acantilado dieciséis ninjas se detuvieron para mirar la fascinante escena que habían causado. El líder del grupo parado en la orilla buscaba al igual que su enemiga la aparición del joven estratega, parecían no tener prisa y asta no comprobar con sus propios ojos de que su ataque había funcionado no seguiría a su otro objetivo. Una sonrisa comenzó a crecer por debajo de su máscara, ya sea por que al fin había funcionado lo que tanto an estado anhelando o por que pensaba que por fin habían destruido a uno de ellos pero su sonrisa no duro mucho tiempo.

“¡Phuag!.”

Algunos metros más adelanté de donde cayó, como un muerto que sale de su tumba el Nara salió a la superficie del agua, parecía no haber sufrido ninguna herida, talvez sólo sentía dolor al golpear el agua con su espalda. La corriente del río lo empujaba más adelante. Intento con sus brazos nadar hacia la orilla pero la corriente era tan fuerte que presionaba su cuerpo y lo hundía de nuevo.

Temari rápidamente se levantó y corrió por la orilla del acantilado siguiendo a su compañero pero su camino fue cortado por un solo kunai que se clavó en la tierra un metro más adelante de ella que la hizo detenerse bruscamente. Supo de inmediato de que se trataba y para dar a conocer su rabia volteó furtivamente hacia sus enemigos.

“¡Tsk!.”

Con el brazo estirado a la dirección de la chica estaba el jefe del grupo, Sukko. Su mirada era penetrante, a pesar de que sólo un ojo lo mantenía al descubierto Temari pudo sentir la presión del ojo que la observaba. Sentía que ese sujeto era diferente a los demás y lo sabia mucho antes de comenzar la misión que los había llevado a esta situación.

«Si no me apresuro me separare de Shikamaru.»

Viendo de reojo hacia el río se percató que su compañero que se forzaba a nadar a la orilla ya iba demasiado lejos, parecía que la corriente del agua era demasiado fuerte para el. Si perdía demasiado tiempo en pelear se separarían y el problema aumentaría.

«No tengo opción.»

Sujeto su abanico con su brazo derecho y volvió a correr. Estando atenta al enemigo en el otro lado del acantilado dio su primer paso y usando su abanico se cubrió de los nuevos ataques que iban hacia ella, corrió más fuerte y más rápido pero la presión comenzó a hacer efecto en sus heridas, comenzaba a dolerle el brazo izquierdo.

En el otro extremo los ninjas seguían sus mismos pasos como si fuese una carrera de quien alcanzaría primero al joven estratega.

La velocidad aumentaba. Esquivando, saltando, corriendo y bloqueando cada ataque seguía la rubia, se detenía momentáneamente cuando no podía esquivar un kunai pero retomabá el camino de inmediato, parecía que nunca se acababan.

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La corriente del río no le daba oportunidad de nadar a la orilla. Shikamaru luchaba con todas sus fuerzas para ganarle a la corriente pero no lo lograba, se hundía, su cuerpo estaba a merced del agua, ni siquiera sus brazos le respondían correctamente. Cuando miro que se alejaba de Temari se precipitó aún más para intentar salir.