Mirando las estrellas.

Capitulo dos:

Han pasado unos cuantos días, desde aquel momento no has dejado de mirarme y me gusta que lo hagas. Por tus acciones me doy cuenta de que te gusta hacerlo,

Debo confesarte que me gusta escribir pensando en ti. Me llenas de inspiración y me das un propósito.

Hoy en clase de literatura nos pidieron redactar un texto, algo como un "amigo secreto" aunque este puede ser de amor. Inmediatamente pensé en ti y comenzó el debate sobre si debía enviarte a ti la nota. De pronto veo cómo te levantas de tu asiento y caminas hacia mí con una sonrisa. Me preguntas que si puedes sentarte y sin dudarlo digo que sí. Comenzamos a platicar sobre nosotros, desde el segundo cero sentí esa química, no sé si tú la sentiste igual. Eras tan lindo pero a la vez gracioso. Sí que sabes cómo hacerme reír. Te sorprendiste cuando hice un chiste y comenzaste a reír para después abrazarme. Mi corazón se detuvo un momento y contuve la respiración. Al parecer no lo notaste y me alegro que no lo hicieras. Así continuo el día, entre risas y uno que otro abrazo. Mi sudadera tenía tu perfume impregnado. Estaba feliz por eso.