Todos alguna vez hemos sentido algo, diferente, incontrolable, capaz de cambiarte y cambiar todo a tu alrededor, algo hermosamente incomparable que solo los valientes o con la inocencia aún existente en su ser deciden darle rienda suelta y vivir ese sentimiento como si faltarán horas al día para quedar satisfecho de tanta felicidad causada por este sentir que nos vuelve egoístas con el tiempo y asi termina por convertirnos en adictos, temerosos de q falte este de nuevo en nuestras vidas... No imaginas tu vida vida sin este, ni que sea posible sonreír, bailar, cantar, amar sin q duela el vacío de no tenerlo contigo.
Al marcharse te deja tan perdido sumido en recuerdos, memorias del ayer que hacen ver el presente como algo indeseable. Enfrentar esto nos vuelve locos, fríos, y distantes con una máscara falsa de ser personas fuertes. Enfrentando poco a poco nuestra realidad con el tiempo descubres que puedes volver a ser feliz y apreciar las pequeñas maravillas de tu alrededor vuelves a sonreír, a bailar, cantar sin que duela pero el amar a alguien nuevo te parece una idea innecesaria y absurda.
Sigues adelante con una seguridad que creíste no volver a recuperar jamás, parece que todo puede ser tal y como si nunca hubiera cruzado por tu vida ese sentimiento, parece todo mejor, más bonito y bajo control. Un día descubres una sutil sonrisa y sientes una extraña calidez familiar, decides no prestarle atención hasta que se te cruza una mirada que sientes brillar algo en ti otra vez o un roce que hace estremecer cada vello de tu piel algo bello que no puedes manejar y te resulta familiarmente aterrador, pues si, te esta sucediendo otra vez.
Una parte de nosotros cuando vuelve este sentir sigue siendo valiente e inocente y nos ruega volver a desatarnos sin miedo pero exactamente el miedo es la secuela que dejó la última vez que lo intentamos, el miedo nos vuelve esta vez alguien distinto, pero es nuestra decisión vivir con miedo arruinando esta oportunidad llenandonos de recelo y amargura alejando todo lo bello que puede causar el simple hecho de sentir esto otra vez, o amar con toda la inocencia de la primera vez, con toda esa magia acelerando nuestros latidos cada segundo, cada minuto, cada hora del día y descubrir dichosos que la madurez adquirida con los años, esa seguridad en nosotros mismos que forjamos hace que esta vez sea mucho más incomparable que la última vez y para nuestra suerte mucho más duradera.
Por eso no tengo nada más que decir que dichosos sean los que sueltan el miedo que provocó su pasado, aprenden con los años a amar sus cicatrices llenas de recuerdos y sabiduría, a amarse así mismo con todas ellas y aceptar lo bello, fuerte y único que te vuelven cada una de estas. No tengan miedo al amar una y otra vez aprendan, crezcan y sean felices en cada una de las veces, el miedo no debe ser el malo de la película que no permite alcanzar lo que has anhelado si no ese compañero lleno de sabiduría, que te enseña como ser un mejor tu la próxima vez.
ESTÁS LEYENDO
Muriendo
DiversosSentimiento asfixiante es la ansiedad, sientes que mueres o quieres morir aun no decides como tomar la idea de morir accidentalmente que te cruza diario La muerte un deseo, un miedo o una meta. Elige.