Nada ha cambiado (2da temporada EHDMMA)(Rubius y Tu)

Capítulo 7: charlas

-¿Cómo te ha ido cariño?. Has vuelto temprano- mi madre estaba comiendo helado en el sofá.

-Prefiero no hablar- cogí una cuchara y me senté a su lado.

-Vamos.....soy tu amiga y madre. ¿Ha sido Demian?.

- Y alguien más- no entendía nada- Ruben está aquí. El y Mangel eran los importantes gamers que iban a negociar con nosotros.

-Ohhh....ya veo. Y Demian se ha enterado- asentí- ¿Y qué es lo que te preocupa?.

-Creo que a pesar de todo lo que hemos hecho, todos mis intentos de olvidarlo han sido en vano. Estaba en un momento pleno con Demian y justo se le ha ocurrido aparecer.

-¿Quieres qué te cuente una historia?- corrí el pote de helado- Antes de conocer a tu padre yo salía con un chico. A mis padres no les guataba porque era un chico muy humilde y no tenía muy buen ingreso laboral.  Pero él hacía lo imposible para hacerme feliz y regalarme todo su amor. Un día conocí a tu padre y al instante mis padrea quedaron encantados con él y me dijeron que nunca lo abandone. Pero yo no quería herir los sentimientos del que era mi novio.

-¿Y que hiciste?.

-Me escapé con él por un mes. Nos divertimos mucho , pero no fue todo como lo había imaginado.  Yo sabía que cuando mis padres nos encontraran me obligarían a dejar de verlo. Y decidí contarle la verdad. Para mi sorpresa el chico y yo terminamos muy bien. Nos hicimos los mejores amigos y prometimos que nunca dejaríamos que alguien se interponga en nuestras relaciones.

-¿Me estás diciendo que me escape con Rubius?.

-No. Nunca dejes que nadie te diga que no puedes tener el amor de alguien. Ni siquiera....- señaló hacia arriba. Se refería a mi padre- No puedes engañar a tu corazón con falsas ilusiones. Tu relación con Demian no ha sido la misma como lo ha sido con Ruben. Tu lo seguías amando pero por respeto a tu padre y a mi, no querías  seguir haciéndolo.

Me dió un abrazo. Era la primera vez que mi madre se abría ante alguien.

-Ahora ve arriba, ponte el piyama y ve a dormir. Mañana llamas a Ruben y le dices lo mucho que lo has extrañado. Y a Demian ¡que le den!.

-¡Mamá!- reímos. Tenía razón. Una vez más, Ruben invadía mi cabeza.