Capítulo 8: un amor especial

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-¿Y qué te hace pensar que quiero salir contigo?- llamé a Rubius a las diez de la mañana. Me sorprendió encontrarlo despierto a esa hora.

-Porque has estado coqueteando conmigo desde que nos hemos encontrado.

-Buen punto. Pero puede ser que solo te quiera como amiga- podía sentir su sonrisa pícara del otro lado del teléfono.

-Ruben, me has besado.

-Ouch, me has pillado tía. Ahora tendré que hacer un gran sacrificio de tiempo para ir a verte y decirte todo el rollo de que te amo,etc,etc.

-Bueno, si no quieres salir lo entiendo. Adiós- le bromeaba y fingía que iba a cortar.

-¡No no no no!¡Espera!. Vale, si. Me encantaría salir contigo. No me encantaría, me fascinaría, me.....

-Ya se ha entendido Ruben.

-Ah, si, si.- A veces no estaba segura de si toda su locura en los videos era fingida o si en realidad era él. Pero cada vez más creía que era él- Iré por ti en quince minutos.

¿Quince minutos?.Estaba en mi puerta cinco minutos después de haber colgado el teléfono. Al abrirle lo vi todo colorado, el sudor le caía de la frente y podía escuchar su corazón como si estubiese conectado a un parlante.

-Lis...listo para.....aghh...sa...uff...salir- sus pulmones no daban abasto. Solo le bastó dar un paso para entrar a mi casa que ya se desmayaba. Llegué a atajarlo antes de que llegue al piso.

-¡Ruben!- no podía aguantar la risa- Ven, entra. Te daré un vaso con agua.

Lo senté en el sofá del salón y corrí a la cocina por el agua. Nuestra cita había empezado de maravilla.

-Toma- se lo alcancé. Estaba sentado con la cabeza apoyada en el brazo del sofá, pálido y con los ojos sobresalientes-¿Cuántas cuadras has corrido?.

-No lo sé. Quince, veinte tal vez. Ufff, hace mucho tiempo que no hacía tanto ejercicio.

-Lo veo- reímos. Poco a poco fue recuperando el color y la respiración.

-Es que, ha pasado tanto tiempo de la última vez que hemos salido, que no puedo esperar ni un segundo más. Solo quiero tenerte al lado mío, despertarme contigo todas las mañanas y besarte cuantas veces pueda.

-Cállate-me senté a su lado- No exageres.

-No lo hago- me tomó las manos- Te he extrañado más de lo que me imaginaba. Grace vivía gritándome que tu ya volverías y que deje de hacerme el moribundo por la vida.

-¿Moribundo?.

-Si. Al día siguiente en que te fuiste lo único que hice fue tirarme en la cama y quedarme allí. No comía, no bebía, no salía, todo con -ía.

-No cojías....

-No coj....¡eh!- reímos- Estás más atrevida muyayita.

-Debe ser que me contagias.

-Obvio.¿Vamos?.

-¿Puedes pararte?¿O debo llevarte a cuestas?.

-¡Ya verás quién lleva a cuestas a quien!- me subió a su hombro y se levantó. Caminó hacia la puerta y salimos.

Al instante que estabamos saliendo, mis padres llegaban de vaya a saber donde y nos miraban extrañados.

-Hola mamá y papá de _________.

-¡Ayuda!- yo gritaba. No podía respirar de la risa, Rubius me hacía cosquillas.

-¿Ruben ha vuelto?- me había olvidado que mi padre no se había enterado.

-Sip. Vine a secuestrar a su hija y a llevársela a mis gatas como comida.¡Adiós!.

-¡No!¡Ayúdenme!- le estiraba mi mano a mis padres para que me ayudaran pero no lo conseguí. La sonrisa de mi madre era enorme y mi padre.... no se puede explicar la cara que tenía. Era una mezcla con enojo, preocupación y un poquito de felicidad.

-Ahora que nos hemos librado de tus padres iremos a un lindo parque que he visto cuando venía corriendo.

-¿El Memorial?.

-No es justo - me bajó- has adivinado. 

-Es el único parque que está cerca.

-Pero...pero iba a ser una sorpresa.

-Pareces un niño pequeño.

-Ci- se cruzó de brazos, puso puchero y miró para abajo.

-Awnn el nene pequeño quiere un beso- estiró los labios y cerró los ojos. Pero yo le agarré los labios con la mano- Consíguelo por ti mismo- y salí corriendo.

-¡Ven aquí!- corrimos juntos las diez cuadras hasta el parque (siii lo se, otra vez, pobre Ruben).

-Heeeeeeelllllp- Rubius se tiró sobre el césped- Mi cuerpecito no da más.

-Vale, te lo has ganado.

-Wiiiiiiiii- me acosté a su lado y lo besé. Esos besos largos y tiernos- valió la pena.

-Eso espero- y nos quedamos allí, mirándonos por un largo rato.

Nada ha cambiado  (2da temporada EHDMMA)(Rubius y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora