"TODO"

41 8 1
                                    

Hoy como muchos días tuve miedo, de muchas cosas, ya saben, nuevos retos que se presentan día con día. Pero al final tuve una gran noche.
Mi plan como todos los días era escribir al llegar la luna, pero hoy dejé de ver mi celular, mi computadora y miré que tenía a unos maravillosos padres, medité lo que mis ojos veían, yo acababa de comer con ellos y con uno de mis hermanos con quién a veces peleó un montón. Y tras recibir un regalo lleno de amor... Me di cuenta que no necesitaba nada más para ser feliz.

Por primera vez me di cuenta de cuan injusta he sido con Dios, porqué TODO me lo ha dado, ¡TODO! jamás me ha dicho que no a nada...

Desde pequeña quise tener un gato negro, ¡Un Salem! Y cuando crecí no solo me dió uno, me dió dos hermosas gatitas negras.

Desde que nací le pedí una hermana aún sabiendo que mi mamá ya no podía tener más hijos... Y cuando crecí me dió dos hermosas cuñadas a las que concidero hermanas ¡Y las amo!

Hasta cosas absurdas e innecesarias como Labiales, ropa, zapatos y demás cosas materiales que hoy en día veo que no necesitaba, y Él me las dió, por qué yo se las pedí.

Y cuando me di cuenta de esto, lloré mucho porque yo siempre me quejaba de todo injustamente, pues no veía las bendiciones que me dió siempre... Y las más importantes... A mi familia.

Así que cuando mi hermano se fué me quedé sola viendo a mis papás dormir en un sillón cada uno, ambos dormían llenos de paz, por noches no habían dormido... Y los ví  descansar respirando sin pesar, su pecho bajaba y subía... ¡Y le agradecí a Dios por ese pequeño detalle! Por qué significaba que aún no era tarde para amarlos y disfrutarlos, para cuando llegara el día en el que Él decidiera llevárselos... Yo me quedara tranquila, pues los habia amado y respetado el tiempo que Dios los dejo para mí.

Con mucho cuidado de no hacer ruido... Puse música de piano y los dejé descansar. Subí a su habitación y abrí la ventana, el cielo estaba despejado y Luna mi gatita se subió a la ventana, su compañía en ese momento fue crucial, y no había ruido, no había autos que hicieran escándalo, la luna brillaba en cuarto menguante y las estrellas parpadeaban cada vez más, cerré los ojos y aspiré el aroma de tierra húmeda que dejó la lluvia.

Así que levanté la mirada al cielo, y hablando quedito le dije a Dios lo siguiente:

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Así que levanté la mirada al cielo, y hablando quedito le dije a Dios lo siguiente:

Sé que piensas que me olvidó de ti, pero no, lo cierto es que a veces me ciego por la alegría que tú mismo me has dado. Primero que nada... ¡Mi libro! Gracias por eso, es que me has dado tanto y tanto amor que siento que no te agradezco lo suficientemente con darte las gracias.
Padre... Hoy me di cuenta de cuan grande es tu amor por mi. Porque sé cómo está la situación, porque sé que Miles de personas en el mundo te buscan  para pedirte piedad, ayuda y detener todo lo que está pasando con ese virus y para que no los dejes morir ¡Y sin embargo entre millones tu giraste tu cabeza y dirigiste tus ojos hacia mi para bendecirme, ¿Te puedo dar de nuevo las gracias? ¡Es que en verdad creo que no es suficiente!  ¿Cómo debo llamarte?  Ningún nombre es tan magnífico como para describirte, ¿Infinito? No... Tu eres más que eso, tu eres más que todo, tal vez deba llamarte... "Todo" porque eso eres.
Y debo admitir que a veces me trató de engañar diciéndome que tal vez no eres real o que no existes, pero luego otra voz más profunda me dice... "No, Él es real"  y yo misma defiendo mi propia lógica. 

Después guardé silencio y le dije...

Hoy como cada noche quería escribir, pero hoy... Está noche... Te la dedico, a predicar que eres REAL, que todo se puede en ti, y que solo es cuestión de mirar al cielo y menos los celulares, es importante... Hablar contigo... No solo basta con rezar un padre nuestro solo cuando te necesitamos, si no... Platicarte de nuestros días, pues tú siempre estás en ellos.


Antes de dormir habla con Dios, sin formalidades, Él te conoce más que a nadie, solo plática tus inquietudes... Él siempre escucha.

De Júpiter hasta a tíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora