¡𝕿𝖗𝖆𝖛𝖊𝖘𝖚𝖗𝖆, 𝖍𝖔𝖗𝖗𝖔𝖗, 𝖉𝖊𝖘𝖍𝖔𝖓𝖔𝖗, 𝖊𝖝𝖈𝖗𝖊𝖒𝖊𝖓𝖙𝖔!
La noche, la luna y las estrellas, fieles musas de los poetas enamorados, brújula de los viajeros audaces y la perdición para aquellos licántropos que se sumergen en las profundidades del bosque en espera de su desagradable y trágica transformación. Ambos lados de la moneda son observados esta madrugada; en la cima del tejado, se encuentran regados libros, apuntes y dibujos; con el cielo proyectado en su mente, las constelaciones penetrando en sus ojos a través de aquella lupa con capacidad colosal, dejándolo gozar de la esplendidez vigente a esas horas, el joven suspiraba con despecho al mismo tiempo que trazaba un mapa estelar sobre su libreta. La soledad placentera y apaciguad que le era otorgada por la oscuridad nocturna, no se comparaban con nada más en el mundo, un sentimiento de realización llenó su cuerpo por unos segundos, hasta caer dentro de la fosa de la realidad, el verano había terminado y la nueva vida a la que se enfrentaba era aterradora.
-Carol y yo debemos hablar contigo -dijo el hombre tratando de aparentar seguridad y probablemente queriendo proyectar una autoridad a la que, según Ethan, él no tenía acceso. El día no estaba iniciando de una manera linda.
-¿Al fin me darán la prueba de ADN que demuestra que en realidad no eres mi padre?
-Sabemos que las probabilidades de que eso sea cierto son un poco altas, pero créeme que no-
-Siéntate de una vez y deja de decir estupideces -interrumpió su madre mirándolo de forma severa, ella nunca se comportaba de esa forma, tan... Autoritaria, normalmente soportaba los estúpidos comentarios de su esposo, pero aquella conversación necesitaba ser llevada con rapidez y claridad.
El chico tomó asiento frente a ambos adultos y los observó con fastidio, ellos sólo lo miraban con temor, miedo al rechazo y decepción, tal vez hasta nerviosismo. Bajó la mirada para evitar la tensión, sintiendo aún más presión gracias a un suspiro nervioso que escapó de los labios de su madre.
-Tu padre quiere llevarte a Welton durante tus dos últimos años de preparatoria -casi por inercia, Ethan alzó la cabeza de forma veloz , sus ojos reflejaban una mezcla caótica de sentimientos, se levantó de su asiento tan bruscamente que la silla calló para atrás y al estar a punto de abrir su boca para alzar la voz, su madre se le adelantó imitando su acción con audacia, con la diferencia de que su silla solamente se había arrastrado de forma estruendosa contra el suelo- ¡Es la decisión final! -bajó la voz a un tono relajado, pero firme- No te estamos pidiendo permiso, Ethan; necesitas pasar tiempo con él, no puedes estarlo viendo cada verano, te está ofreciendo una mejor educación.
-Pero en esa escuela hacen entrevistas desde marzo, en dos semanas entramos a clases, es imposible.
-Tu madre me envió tus calificaciones y reconocimientos desde la navidad pasada, ya estás dentro, hijo.
El chico miró hacia abajo para dirigirse a Todd. -La colegiatura es muy alta.
-Tengo descuento de profesor y tú media beca por buen promedio -se recostó en su asiento y cruzó los brazos.
-Probablemente irán más avanzados, es el mismo grupo desde hace años -reprochó.
-El programa educativo es casi el mismo, no te preocupes -dijo con una sonrisa en su rostro.
-Tienen que llevar una actividad extracurricular obligatoria, soy pésimo en deportes -ya tenía una mueca de terquedad y fastidio.
-También puede ser de artes -el hombre se levantó y se dirigió a la nevera en busca de leche para servirse un cereal.
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𝕷𝖆 𝖘𝖔𝖈𝖎𝖊𝖉𝖆𝖉 𝖉𝖊 𝖑𝖔𝖘 𝖕𝖔𝖊𝖙𝖆𝖘 𝖛𝖎𝖛𝖎𝖊𝖓𝖙𝖊𝖘
Ficção AdolescenteNos dedicamos a extraer el tuétano, el de la vida. ... Esta es una versión de -lo que me hubiera gustado- una secuela de la sociedad de los poetas muertos. No importa que no hayas visto la película original, ya que yo explicaré todo a medida que ava...