Sábado 14:17Al final mis padres me dejaron ir a comer a casa de Ivy, lo cual fue lo mejor que me ha pasado en la vida , porque no tengo ni un solo vestido de fiesta. Así que aprovecharemos para ir al centro comercial a comprar ropa.
Después de comer nos ponemos en marcha hacia el centro comercial de la ciudad. Ivy vive cerca por lo que acabamos yendo, andando.
Jules: Chicas la fiesta es a las 21:30
Os paso luego la ubicación
Llevamos ya una hora y media en el centro comercial. Ivy se ha comprado dos vestidos, ambos son ajustados y negros. Ivy es muy guapa, no es muy alta, pero tiene un buen cuerpo y no es raro que le suelten algún que otro piropo por la calle. Tiene unos ojos verdes preciosos y una melena castaña con reflejos rojizos muy bonita. Su piel es muy pálida y cuando le da el sol se pone roja como un tomate, ya que es muy sensible al sol.
En cambio, yo no tengo un cuerpazo, pero si soy alta. Mis ojos son oscuros como la noche y mi melena también pero no llega a ser negra.
-No te gusta nada de lo que te pruebas, así no vamos a terminar en la vida- se queja Ivy. Esta es la tercera tienda en la que entro, pero es que odio como me queda todo.
-Yo que quieres que le haga ¡Todo me queda fatal! -le respondo un poco cabreada. Yo no soy de esas chicas a las que les encanta ir a comprar, para ser exactos me da dolor de cabeza.
-Vale tengo una idea ¿y si probamos otra cosa que no sean vestidos, como una camisa y un short corto?¿Qué te parece?- Pregunta esperanzada.
Espero en el probador hasta que entra con unos shorts blancos muy cortos para mi gusto y una camisa de tirantes negros con lentejuelas.
-Bueno... no está tan mal, aunque los shorts son muy cortos -digo , pero en realidad me encantan.
-¡Pues a qué esperas!¡Pruébatelo!- me grita con emoción y prisa porque quiere llegar a casa para maquillarnos. Yo no me he maquillado en mi vida solo un poco de rímel y ya está.
-Voy, voy.
No me lo puedo creer. ¡Me queda genial! Para ser la primera vez que voy a una fiesta no está nada mal esta ropa. Además, es más seguro que llevar un vestido.
-¡Te queda precioso!¡Te ves preciosa y...!- no la dejo terminar porque acaban de entrar nuestros hermanos y sus amigos en la tienda.
Ivy también tiene un hermano mayor de la misma edad que el mío y son de los chicos más populares del instituto. Ambos van a segundo de bachillerato. El hermano de mi amiga tiene una melena pelirroja y unas pecas que le quedan genial, las cuales Ivy no heredó. Es de alto como mi hermano y son super amigos. Cualquier chica que los viera se le caerían las bragas.
Rápidamente nos escondemos dentro del probador rezando para que no nos hayan visto. Empezamos a quitarnos la ropa y salimos de espaldas. Pillamos un par de sombreros y gafas de sol que se hayan cerca del probador para escondernos. Pagamos y nos acercamos a la salida, pero como tontas que somos y no hemos dejado los sombreros y las gafas empiezan a pitar los sensores antirrobo de la tienda lo que nos descubre. Dejamos todo en el primer sitio que vemos y salimos corriendo de la tienda con nuestra ropa de fiesta, pero como ellos ya nos han visto salen corriendo detrás de nosotras y nos alcanzan con facilidad.
-¡Ana, Ivy!¡Parad! – nos grita Luke el hermano de Ivy. Nos cogen y nos quitan las bolsas para ver lo que hemos comprado.
-¿Por qué corríais de nosotros?¿Y por qué habéis comprado ropa de fiesta?¿A dónde vais?- pregunta mi hermano a toda velocidad.
-Eso, ¿vosotras no ibais a hacer una fiesta de pijama?-pregunta Luke totalmente perdido al igual que Diego.
Bueno nos han pillado podemos hacer tres cosas: quitarles las bolsas y salir corriendo lo más rápido que podamos, inventarnos algo que no creo que salga bien o contarles nuestro plan de esta noche.
-Eeeeeh... solo hemos salido de compras ¿verdad Ivy?- mi amiga me mira con cara de que narices estoy diciendo. Yo la miro suplicante para que me siga la mentira, pero la pobre miente fatal.
-Si, nos aburríamos en casa y decidimos ¿por qué no ir a comprar ropa de fiesta?¿es algo muy normal no?- penoso, sencillamente penoso. Voy a tener que darle clases sobre como mentir. Así no vamos a ir a esa fiesta ni de broma.
-Ose que vais a una fiesta, y os habéis inventado que vais a hacer una fiesta de pijama- deduce Diego y mira a Luke con una sonrisa maliciosa que no me gusta un pelo.
-Bueno, ¿y donde es esa fiesta si se puede saber?-Pregunta Luke bajando la cabeza a la altura de su hermana que es mucho más baja que él.
-Pu...pues...no lo sabemos ...Jules ...se ...supone que nos lo diría después- digo yo un poco cagada de miedo por lo que puede pasar a continuación.
-Bueno y si vamos a una fiesta ¿qué pasa? Como si vosotros no hubierais hecho lo mismo a nuestra edad. Además, Ana nunca ha ido a una fiesta en su vida porque tiene unos padres super protectores y no es justo.
-Vale, pero ¿qué nos daréis a cambio de guardar este secreto?- pregunta mi hermano hacia mí. Sé lo que quiere, y si es la única forma de ir tendré que hacerlo.
-Te haré las tareas de casa una semana -digo poniendo los ojos en blanco.
-Está bien ya podéis iros -nos dice Diego. Le arrancó nuestras bolsas de las manos y salimos del centro a paso apresurado.
***
Bueno ya son las ocho y media de la tarde. Ivy y yo estamos perfectamente preparadas para la fiesta. Ella se ha puesto uno de los vestidos nuevos que ha comprado, es negro, corto, con lentejuelas y muy ajustado, no sé ni cómo puede respirar. Lleva el pelo suelto que le llega hasta la mitad de la espalda. Yo me he puesto mis shorts cortos blancos con unas medias de rejilla negra debajo y mi camisa de lentejuelas. Llevo el pelo suelto y planchado. Ivy nos maquilló a las dos en tonos oscuros a juego con nuestra ropa de noche.
Me estoy mirando al espejo y todavía no me creo lo que veo en él. ¿Esta de verdad soy yo? Dios no me lo puedo creer.
-¡¿Ivy que me has hecho?!- le digo sin dejar de mirar el espejo. Ella se asoma desde detrás mía y se coloca bien el vestido.
-Pues la verdad es que para ser la primera vez que maquillo a alguien que no sean mis muñecas, me ha quedado muy bien.
-¡Bien! ¡Está perfecto! ¡Muchísimas gracias! – digo dándome la vuelta y abrazándola.-Tu también estás preciosa, seguro que se te tiran encima todos los chicos.
-Si y a ti también.
Nos pasamos hablando un rato hasta que Luke entra en la habitación acompañado de Jules. Ambos se quedan embobados mirándonos como si fuéramos otras personas. Ivy y yo nos miramos y nos empezamos a reír hasta que Luke vuelve a la realidad y empuja a Jules fuera de la habitación y cierra la puerta quedándose dentro con nosotras.
-¿Por qué vais así vestidas?- su mirada es entre enfadado y embobado.
-¿Así como?-dice Ivy como si no entendiera de que está hablando.
-Pues así. No podéis ir a una fiesta así. No os voy a dejar ir así hasta que os cambiéis. ¡Estáis locas! ¡Como se os ocurre poneros eso ! – está empezando a gritar lo cual no me hace mucha gracia. Además, yo no me quiero quitar mi ropa.
-Perdona que te diga que tú no eres quien para decirnos lo que podemos o no ponernos. Todas las chicas van así o con ropa más corta a las fiestas ¡y yo no pienso ir como una monja!- dice Ivy mientras se levanta con el mentón alto y yo no tardo en seguirla. Luke se queda parado, estático al vernos de pie.
Debe de ser muy corta nuestra ropa.
No trata de impedirnos salir y cuando pasamos por su lado Ivy le pega un empujón con el hombro. Salimos muy dignas de la habitación para encontrarnos a Jules que parece haber vuelto a la realidad pero que no nos quita el ojo de encima. Nos dirigimos a coger el taxi que nos espera en la puerta de la casa de Ivy. Nos sentamos en la parte trasera del coche y Jules le dice la dirección de la fiesta al taxista.
ESTÁS LEYENDO
No es de verdad
Teen FictionLlevo esperando que alguien me ame por como soy, toda mi vida. No paro de leer libros en los que el amor siempre vence cualquier problema que haya. Pero cada vez que pienso en sí eso existe fuera de los libros, más me doy cuenta de que ese amor es s...