Suspiraste. Te miraste en el espejo y tu vestido de color rojo estaba perfecto. Tu hija iba a casarse, tu pequeña y perfecta hija única estaba a punto de casarse. Miraste tu cabello negro y terminaste de pintar tus labios de aquel rojo intenso que te gustaba.
Que tanto atraía a Enji.
Tus manos temblaban, te recordaba a tu boda. También al funeral prematuro de tu esposo. Suspiraste recordando la maravillosa persona que perdiste.
Le diste dos toques a la puerta donde estaba tu hija junto a sus damas.
— ¿Lista? — preguntaste al ver a tu retoño tan hermosa. Había tenido a su primer bebé hacía a penas cuatro meses y no parecía. Miraste a tu nieta en su coche, la cargaste en brazos.
— Si.
— Toshinori está en su lugar.
Tu hija asintió. Fuiste a ocupar tu lugar al lado de Enji. Tu hija se iba a casar con su hijo menor.
La música empezó sin dar tiempo de que Enji te dijera algo. Viste a tu hija caminar al altar y a Shoto recibirla con lágrimas en los ojos.
— Pudimos haber sido nosotros. — dijo Enji a tu lado. Aquello te estremeció.
— Pero a ti te dio la gana de buscar a una mujer insuficiente. — Respondiste. Tus palabras estaban llenas de odio y con sinceridad era eso lo que sentías.
A pesar de que intentabas superar aquello no podías.
— Volví por ti... pero me rechazaste.
— No soy un premio de consolación. Yo soy la puta ama y te ordeno cerrar la maldita boca y disfrutar la boda de nuestro herederos.
Enji guardó silencio. Tan obediente ante tus palabras como siempre.
La ceremonia transcurrió sin ningún otro choque entre ustedes. Comías de bufete y definitivamente esa fue tu parte favorita de la boda.
— Madre. — dijo tu nena al llegar a tu lado. — Enji está en el pasillo, ayúdalo a calmar a la nena.
Asentiste rogándole a los dioses que el no estuviese solo, pero los dioses se hacían oídos sordos contigo.
Estaba desesperado mientras la nieta que tenían en común lloraba a todo pulmón. Te miro con ojos suplicantes y la tomaste en brazos.
— Quizás es tu temperatura. — Dijiste. — se pone así cuando Shoto la carga de su lado caliente.
La meciste y Enji seguía ahí.
— Me habría encantado tener esto contigo.
— Pasó tu oportunidad. Supéralo que estás grande.
Enji río de mala gana.
— Te amo.
Lo miraste mal.
— Basta. Por favor basta. Olvidarte fue lo más doloroso y difícil que tuve que hacer, pero lo logré... y no volveré jamás. — El asintió. Caminaste a la puerta y ambos vieron a sus hijos bailar. — ¿ves eso? Ellos heredaron nuestro amor... en ellos si funcionara.
Enji besó tu frente. Con ternura, sentiste todo el amor que aún guardaba para ti en su interior.
ESTÁS LEYENDO
Fuego- Todoroki Enji / Endeavor
Short StoryDonde Le envías cartas a Enji, tú amor de infancia serie cartas 11/?? Portada hecha por @AlewenHope