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Cundo dos días después fue a la casa de Irina a contarle su plan, se encontró con la sorpresa de que no estaba en su hogar y los del pueblo de habían dicho que que no la habían visto.
Al sentarse frente a la fuente de agua soltó un suspiro, sus manos se colocaron sobre sus mejillas y soltó un quejido; no era la primera vez que no encontraba a Irina por ninguna parte, normalmente no la veía durante toda una semana y cuando volvía nunca le daba explicaciones de dónde había estado, eso lo tenía preocupado.
Muy dentro suyo, jamás quiso admitir que Irina lo llegaba a tratar un poco mal cuando volvía a verla. Tal vez debió haberse dado cuenta en ese momento que ya nada era como antes.
Volvió a suspirar, levantándose de donde se encontraba sentado hace algunos segundos, con la idea de volver a su hogar.
Pasó por la pequeña tienda de comestibles, quedándose quieto al notar el paquete de oreos que podía verse desde afuera en un estante superior. Sus regordetas manos picaron y a su mente vino las croquetas que Isma solía hacerle, así que con la idea de comer el delicioso postre que su hermano mayor preparaba, entró a la tienda. Saludó a la mujer de la caja y fue directamente a la sección de galletas.
Al llegar y encontrar los paquetes de oreos sintió sus mejillas arder, pues estaba en la estantería alta y él no alcanzaba.
Miró a ambos lados, asegurándose de que nadie lo estaría mirando al momento de humillarse, se paró en puntas y estiró su brazo todo lo que pudo, pero aún así no lo alcanzó.
Suspiró, haciéndose la idea de que esta vez no tendría las croquetas que amaba.
Iba a alejarse, estaba apuntó de darse la vuelta e irse, pero un gran cuerpo lo cubrió, apegándose levemente al suyo propio, alejándose luego de agarrar algo. Rápidamente se dio la vuelta, chocando contra un fuerte pecho, sonrojandose furiosamente ante la pena. Levantó la mirada y sintió como su respiración se detenía.
*
A Rubén jamás le había interesado el tema de las sinfonías gemelas, desde que entró a la edad 'adulta' y no hubo rastros de su tan esperada media naranja, perdió las esperanzas y encontró las historias como mitos absurdos que utilizaban los padres para darle esperanzas y sueños a los niños.
Rubén amaba ser libre, ir de por aquí y por allá, con cuánta persona quisiera. Podría ir a fiestas sin tener que preocuparse de avisarle a alguien que estaba bien, pues se había independizado de sus padres a la edad de 18 años.
Rubén era un hombre soltero, rebelde y mujeriego.
Oh bueno, lo era hasta que sus ojos captaban la curvilínea silueta de la mujer de sus sueños.
Irina Isasia.
Ah, cuando Rubén escuchaba aquella coqueta voz de tono agudo y meloso, se convertía en un total perro fiel.
Sus amigos, siempre acostumbrados a sus babosadas, ignoraban el hecho de que estaban aquellos dos y se enfrascaban en alguna conversación.
Justo lo que estaban haciendo en estos momentos.
─── Y bueno... ¿Alguno de ustedes tiene noticias de Samuel? Lo último que nos dijo fue que iría donde un familiar lejano a dejarle algunas cosas, pero eso ya hace uno cinco días y no ha dado señales de vida.
Borja fue el primero en hablar, siendo el mayor entre su grupo de amigos, era el más preocupado sobre uno de sus 'niños'. Rápidamente Alex habló.─── A mí me comentó que había encontrado algo ahí, pero nada más.
─── ¿Dónde dijo que iría? ─── pregunto con un toque de preocupación en su tono de voz Mangel, siendo abrazado por la cadera por su pareja, Lolito.
El cual tampoco se quedó callado y respondió.─── Santillana del Mar, también dijo algo sobre que las croquetas de oreo eran deliciosas.─── dijo lo último con algo de duda en su voz, pues jamás había escuchado de tan extraño platillo.
Él sentía que había algo extraño en todo eso. Supo que sus amigos pensaban igual, pues Samuel nunca comería algo que contenga las tan famosas galletas, menos si estás eran 'croquetas'.
─
── ¿Ustedes creen que haya sido secuestrado? ─── Fargan dio aquel inteligente comentario, ganándose la queja de sus amigos, provocando que riera de manera torpe mientras sujetaba con algo de nervios la mano de Willy.
Lo que no sabían aquellos amigos, era que el torpe de su amigo tenía un poco de razón en sus palabras.
Pues cierto chico de ojos tan inocentes como los de un cervatillo había secuestrado su corazón desde el primer momento en que lo vio.
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hola, sokskks.
xFAVOR NO ME MATEN, TENGO UNA MUY BUENA EXPLICACIÓN.
bueno, en realidad no la tengo PERo xfa no me hagan daño.
ggg, Rubén ya hizo aparición y pronto el drama vendrá.