Mi abuelo era un hombre fuerte, chingón y viril, hasta que le dió el alzheimer.
Como mis tíos no querían cargar al pinche vejete, se lo encasquetaron a mi jefa, y ella a su vez me lo dejó encargado a mi, porque ella tenía mucho trabajo y pues yo la neta era un pinche nini en ese entonces.Ya saben la lata que es cuidar a un puto vejestorio en esa condición, andar vigilándolo, dándole su comida y sus pastillas, hasta llevarlo a cagar y que el cabrón ruco no se acuerde ni de tu pinche nombre, pero pues total. Igual yo lo dejaba ahí encerrado en su cuarto pa que no diera lata, e invitaba a mis compas a jugar Carlos Duti y demás mamadas.
Una vez mi compa trajo unas morritas, y yo armé unas aguas locas y puse unas porno. Ya saben, la clásica para fajarnos a las morras acá chingón. Pero toma que ni mi compa ni yo compramos pinches condones, y las morras a la hora de la hora salieron con que tenían que ir con sus novios y su puto padre alv. Y ahí nos quedamos mi compa y yo, todos con el pito tieso. En eso a mi compa se le ocurre una idea, que nos mamáramos mutuamente los pitos. Yo le dije "nel, tas pendejo, yo no soy joto we", y me dice "de compas we, mira, tu si quieres mira para otro lado, o ponte a jugar el Carlos Duti mientras te la mamo, y luego tu me haces a mi igual". Y empezamos a hacer eso todas las tardes, jugar Carlos Duti mientras no mamábamos mutuamente la verga. Estaba chingón.
Un día, ya entrados en esa rutina, y mientras le mamaba la riata a mi compa, me acuerdo que no le había puesto llave al cuarto del abuelo. Apenas iba a levantarme para ponérselo pero oh sorpresa, el ruco estaba ahí en la puerta, mirándonos en nuestra mamada (literal). Dije "numaaaa ahora que hacemos?", mi compa voltea a ver a mi abuelo, quien no decía nada, solo nos miraba fijamente, y me dice sonriente "we, estás pensando lo mismo que yo?" y le dije "numaaa... bueno, va".
Agarramos al cabrón viejo, lo pusimos sobre mi cama, lo encueramos y mi compa, ni tardo ni perezoso, le ensarta la verga en el culo. "Uy está apretadito" decía, mientras mi abuelo nomás gemía como quejándose. Yo me puse del otro lado de la cama y le di a tragar mi verga al ruco. Al principio como que no quería, pero rápido empezó a mamarla con gusto y numaaa, la neta estaba bien rico, así la chupada sin dientes, se los recomiendo mucho. De ahí en adelante, ese fue nuestro nuevo ritual de placer, cojernos al abuelo sin condón todas las tardes.
Mi compa, bien pinche enfermote sexual, ya se lo quería cojer diario un chingo de veces, estaba bien aferrado a mi abuelo. Un día, el wey llega con otros vatos del barrio y le digo "que pex wey?" y me dice "jeje quieren conocer a tu abuelo también". La neta me emputé que le había contado a otros nuestro secreto, pero no tuve otra opción más que dejarlos pasar, porque si no, capaces que le chismeaban a mi jefa o a la policía. Pero los vatos estaban bien cabrones, neta le dieron violín bien cabron a mi abuelito, y para acabarla venían todos drogados y toma, uno tras otro a romperle el culo de manera sadomasoquista.
Una vez hasta armaron una fiesta, aprovechando que mi jefa había salido fuera por el trabajo, y no dejaron descansar al ruco toda la puta noche. Un cabrón le empezó a meter en el ojete todo lo que encontraba, hasta le metió mi pinche hamster que tenía en su cápsula.Después de ese día, mi abuelo no fue el mismo.
Empezó a hablar y caminar un poco mejor, pero ahora chingaba con que estaba preñado y que estaba preñado. Al principio nos daba risa, no lo bajábamos de pendejo, y mi jefa lejos de sospechar algo, pensó que era por su misma pinche demencia.
Pero no, al ruco neta le dió un embarazo psicológico, le empezó a salir calostro de los pezones y se empezó a poner la ropa de mi jefa, mientras se acariciaba la panza diciendo que iba a tener un bebé.
Una mañana, mi abuelo fue a cagar y que saca a mi hamster, sorprendentemente vivo, lo sacó de la cápsula toda cagada y lo tomó en sus manos besándolo, mientras decía "ya nació mi bebé! ya nació mi bebé!" Mi jefa no pudo con tanta pendejada y mejor lo corrió de la casa alv.
Apenás alcancé a despedirme y pedirle que cuidara a Braulio, el hamster bebé.
Mi abuelito ahora se viste de mujer, y se va a los bares gay y los cines porno del centro a ligar hombres, siempre acompañado de Braulio.
Se hace llamar Itati.