SasuSaku: El Amanecer [CUARENTENA]

Capitulo 17 Fin.

La ojijade abrió sus ojos, estos eran violetas con líneas circulares, se veían poderosos. El rubio sonrió al sentir el chakra que Sakura emanaba, definitivamente ya no era la misma Sakura de antes, esta Sakura parecía decidida y confiada.

La pelirrosa volteó hacia los antiguos Kages, y al observar las miradas crédulas de los sujetos la pelirrosa mostro una sonrisa arrogante. La pelirrosa luego le dirigió esa sonrisa a su amigo.

_¡El equipo más fuerte está de vuelta!_ Exclamó la chica sonriente, pero ya no más arrogante, sino satisfecha, el rubio rápidamente de levanto del suelo con un puño en alto.

_¡Dattebayo!_Exclamo el ojiazul posicionándose a un lado de la pelirrosa, este observó a su padre y luego de mostrarle el pulgar arriba se fue junto a su compañera al frente de la batalla.

Ya cuando llegaron se encontraban combatiendo, los Akatsuki y algunos shinobi más, contra Jubi y Obito el cual tenía planeado convertirse en el Jinchuriki del jubi lo que empeoraría las cosas.

Con el equipo 7 por delante de todos, inicialmente lucharon sorprendentemente contras los mini-jubis, impresionando a todos, luego estos usaron la invocación, Naruto invoco al Sapo, Sasuke la serpiente y Sakura, que principalmente usaría un ave del camino animal del rin'negan decidió invocar a la babosa, lo que los asemejo a sus maestros, convirtiéndolos en los nuevos Sannin.

Sasuke, Naruto, Akatsuki, trataban de hacerse paso para llegar junto a Jubi, mientras que Sakura y sus babosas ayudaban a los ninjas heridos.

La situación estaba bastante densa, Obito amenazaba que en cualquier momento se convertiría en el Jinchuriki del biju y si eso ocurría todo habría acabado.

Sakura llego junto a Hinata y Naruto, pero la actitud extraña del rubio la preocupó.

_¿Que sucede Naruto?_ Preguntó observando como el rubio miraba a lo lejos los tentáculos del jubi que atacaban a los shinobis.

_Sakura-Chan necesito tu ayuda_ Dijo señalando a Hinata que se encontraba llorando, y abrazaba a Neji. La ojivioleta inmediatamente se acercó al castaño, al parecer se estaba muriendo.

_Ne- Neji-san se está muriendo, por favor ayúdalo_ Pidió la ojiperla llorando a mares.

La pelirrosa inmediatamente asintió mientras posicionaba sus manos en el cuerpo del pelimarron. Este estaba muy pálido y perdía mucha sangre.

_Llévenlo con los heridos, Shizune se encargara de cuidarlo_ Dijo Sakura al notar que el color del chico estaba regresando y su pulso se estabilizaba. La peliazul, asintió rápidamente algo aliviada de que su primo no se moriría, el rubio ojiazul hizo un clon el cual cargó a Neji y con Hinata se lo llevaron.

Sakura se puso en marcha con Naruto a donde estaban los demás, la pelirrosa frunció los labios al notar como muchos estaban muriendo, Obito y el jubi estaban matando a muchos ninja de la alianza, ninja que tendrían familia, ninjas de todas las aldeas.

_Si el mal no existiera_ Murmuro observando a Obito sobre el jubi.

_Más hallas de las muertes, y de la tristeza, el mal al menos te da desafíos que enfrentar, ese sería su lado positivo, no digo que está bien, solo creo que no puede existir un mundo sin mal, porque mientras exista poder siempre va a existir la avaricia y esas cosas, por eso lo mejor es no pensar muchos en esos temas, porque simplemente te deprimirás y no veras las cosas buenas que tiene el mundo Sakura-chan, sé que es confuso_ La pelirrosa sonrió, tenía razón lo mejor era no pensar en eso.

_Tienes razón_ Dijo sonriendo mientras que el rubio le devolvía la sonrisa.

Todos los presentes estaban únicamente pendientes de Obito y el jubi, todos estaban asustados de cuando a Obito se le ocurriría dejar de jugar y se pondría serio, en el momento en el que Obito comenzó a hacer sellos con la mano que indicaban que planeaba sellar al jubi en él, los rostros se llenaron de terror, algunos intentaron detenerlo con medidas desesperadas, pero no funciono, para cuando creyeron que todo había acabado, Obito cayó en picada, sin ningún motivo aparente, nadie entendía, hasta que notaron a un hombre de melena larga tomar el lugar del Obito.