PRÓLOGO

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Existe una amplia gama de fobias, aunque algunas parezcan demasiado ilógicas, son reales; pero, de todas la fobias que están descritas, ¿por qué me tocó experimentar una tan excéntrica? He encontrado varias definiciones, y sigo pensando que es una total demencia el que exista ese tipo de aversión al amor, aunque claro, viniendo de mí, no es algo insólito, soy un poco -seguramente muchos dirían que demasiado - maniática.

A lo largo de mi vida ha habido acontecimientos que no me parecen graves, sin embargo, han marcado el desarrollo de mi personalidad. Sin darme cuenta, durante mi adolescencia, he creado algún tipo de fobia extraña, o tal vez no comenzó desde la adolescencia, y arrastro con ello desde la niñez, o simplemente fueron los hechos que he venido cargando sobre mis hombros, aun cuando no encuentro el inicio de todo, y en base en la información obtenida después de las arduas búsquedas en distintos libros de psicología a los que he podido acceder, así como en diversas paginas de la Internet, he llegado a una conclusión, he desarrollado - o por lo menos, estoy desarrollando - un problema psicológico del cual no tengo ni la mas mínima idea de la gravedad, pero, creo que podría definirlo como filofobia.

Sólo quería ganar un poco más de atención y cariño por parte de mis padres, esas demostraciones como las que hacían mis tías a sus hijos, pero, fue lo contrario, y gracias a eso adquirí diversas heridas, que escondí en lo mas profundo de mis recuerdos, en el hipocampo o cualquier segmento del encéfalo encargado de ello. No podía olvidar, pero podría aprender a vivir con ello.



FILOFOBIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora