Siempre Tuyo- Capítulo 10

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Narra Rubius:

No fui capaz de controlar el tiempo desde que la persona a la que había tratado como una mierda se fue.

Me encontraba apoyado en la pared con las manos cubriendome la cara, quién sabe; quizás sentía verguenza, rabia; no lo sabía, pero era una mezcla de emociones bastante extraña.

Realmente ni si quiera era capaz de asimilar lo que me había ocurrido poco tiempo atrás. Nunca había visto tanta violencia en mí. No tenía ni idea de donde cojones había sacado esa violencia tan...impactante.

Lo único que puedo asegurar con certeza es que ahora mismo siento un gran odio por Mangel que nunca pensé que podía sentir. Y menos hacia él. Quería dejarle claro al muy gilipollas de lo que yo era capaz de hacerle. Quería incluso que me odie con todas sus fuerzas. Como yo le odio a él. No sé el por qué, ni las mínimas razones. Sólo sé que él me ha metido en sus mierdas. Él ha empezado todo esto; si él se llega a cuestionar el por qué me he convertido en lo que soy, me gustaría dejarle claro que ha sido su puta culpa.

Lo que quería en ese momento era ir dónde se encontraba y demostrarle de qué soy capaz al muy gilipollas. ¿Dónde cojones estará? Quizás... No sé, quizás se encuentre en la casa de Cheeto. Seguramente el puto cobarde se esconde ahí.

Decidí ir directamente a casa de Cheeto. Le daría una agradable sorpresa al muy hijo de puta. Lo siento por Cheeto, pero Mangel me tiene hasta los huevos.

Salí del edificio, sin cambiarme de ropa ni limpiarme la cara, la cual tenía las marcas que él había dejado. Lo primero que sentí fue el aire frío chocar con mi cara junto con las miradas de la gente que tenía cerca. Realmente me la sudaba lo que pensasen en ese momento de mí. Que les den a todos.

Después de un largo rato caminando llegué al edificio. Decidí esperar a que alguien saliese o entrase, sinceramente prefería cojerles por sorpresa. A demás, conozco a Cheeto y seguramente escondería a Mangel.

Noté como alguien salía para rápidamente entrar. Ya dentro me metí en el ascensor. No sabía bien lo que estaba haciendo ni lo que iba a decir ya que en ese instante no tenía una mentalidad muy estable que digamos.

Cuándo llegué al piso fui rápidamente a por el timbre. Tocando repetidas veces éste para ver si tenía resultado. Estaba realmente enfadado con ese hijo de puta, y nada más verlo tendría unas ganas inmensas de reventarle la puta cara más de lo que está.

Nada más abrir a puerta me lanzé, entrando directamente. Lo primero que vi fue la cara de Cheeto, que mostraba preocupación y no me extrañaba.

-¿DONDE COÑO ESTÁ MANGEL?

-RUBIUH TRANQUILO JODEH.-

Y ahí le vi, detrás de Cheeto con una cara de gilipollas sin entender nada. Me lanzé a el y le cogí fuertemente de la camiseta. No podría escapar.

-No me vuelvas a hacer esto, ¿me oyes? Vuelve a la puta casa ahora mismo hijo de puta.- Mi tono de voz y la cara que seguramente tendría no eran normales. No me reconocía a mi mismo. Todo iba bien, pero se me olvidaba que tenía a Cheeto justo detrás mío. Claramente no le iba a hacer nada delante de Cheeto, no podía llegar a su casa y empezar a pegar a Mangel delante de sus narices.

-RUBIUH FUERA DE MI CASAH.-No sé cómo pero Cheeto consiguió apartarme de Mangel y prácticamente me estaba arrastrando hacia afuera. No podía hacer nada, a no seer. Cogí las llaves de Cheeto que gracias a Dios, no me pilló. Tendría que fingir hasta que me echase para no levantar sospechas y distraerle lo máximo posible.

-Suéltame, voy a matar a ese capullo.

-YA VALE JODEH RUBIUH, FUERA DE MI CASA O LLAMO A LA POLICÍA.

Finalmente me echó de su casa. Tenía claro lo que iba a hacer. Tenía las llaves de Cheeto y podía entrar por la madrugada.

Esperé hasta tarde cuado al parecer ya estaban dormidos. Metí cuidadosamente las llaves y las giré, haciéndo que la puerta se abra. Silenciosamente entré cerrando de la misma forma la puerta.

Me guié por la luz del móvil; ya que toda la puta casa estaba a oscuras.

Realmente era fácil deducir en qué habitación se encontraba Mangel. Era una habitación con una cama pequeña y estaba medio vacía.

Llegué justo a la puerta, que se encontraba cerrada.

-Apuesto a que está aquí...- Susurré antes de abrir la puerta silenciosamente.

La habitación estaba a oscuras y una leve respiración se oía. Si esa respiración no era de Mangel, no quería ni pensar de quién era.

Me acerqué a la cama y lo que obviamente era un cuerpo estaba tapado con una manta de pies a cabeza. Lo destapé por completo y cerré el puño para esperarme lo que venía. Pero el muy cabrón estaba en boxers y no pude evitar fijar la vista en su gran bulto. La tenía grande el cabrón.

Sentí como mi cara empezaba arder y como un cosquilleo recorría mi cuerpo. Parecía un puto pervertido mirándole.

No sé que coño me vino a la cabeza pero puse mi mano encima de su... polla literalmente. Ese cosquilleo empezó a aumentar y sentí como me estaba empezando a poner cachondo.

Involuntariamente; o eso creo, moví mi mano masajeándo en esa zona en concreto. Joder. Me había vuelto un puto pervertido.

Mientras hacía eso oí un suave gemido proveniente del cabrón este. Eso me basto con quitarme los putos pantalones y colocarme delicadamente el las caderas de Mangel.

Al sentir el puto roce directo esbozé un gemido. No podía evitarlo coño. Estaba demasiado cachondo como para ser consciente de lo que hacía. Empezé a moverme lentamente aguantandome los putos gemidos.

Quería, joder, no sé; quería sentir su piel. Me aferré a él y me fui moviendo lentamente. Tenía un gran riesgo de que despertara, pero al parecer yo estaba drogado, porque el nivel de gilipollez que había alcanzado no era ni medio normal.

Entre gemidos míos aguantándome no emitir mucho ruido, oía gemidos suaves suyos, en ese momento me excitaban, me levante de encima suyo y.... Joder. Me empezé a masturbar, teniéndole delante mío. No hacía nada más que mirarle de una forma bastante guarra, lo que decía, soy un puto maniático. Sentía que llegaba al puto punto del orgasmo y no podía más. Finalmente llegué, emitiendo un gemido más fuerte lo que hizo que se removiera, pero no se despertó. Joder. ¿Acabo de...? No m-me jodas. No me lo creo joder. Mis boxers estabán realmente húmedos. Joder, que puto asco. Tenía que salir echando leches de allí. Me maldecía en lo bajo por haber hecho esa mierda, me arrepentía por haber hecho eso.

Se suponía que vine para dejarle claro quién coño soy. Claro, soy un puto violador pervertido de mierda.

Me terminé de poner la ropa para echarle una última mirada. Mi odio había aumentado, por su puta culpa todo esto había pasado, por su jodida culpa.

Salí de la habitación silenciosamente para caminar lentamente hacia la puerta de salida. Salí del puto manicomnio que me había vuelto loco, joder, es que realmente no me lo puedo creer.

Bajé rápidamente del lugar para salir finalmente, queriéndo desaparecer del puto planeta ahora mismo. Vale. AQUI NO HA PASADO NADA.
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Lo sé. Soy retrasada mental xD Vale, este capítulo ha sido eh... Hard. Me ha costado escribirlo por mi falta de cerebro, quiero decir de imaginación :v Bueno pues eso ewe. Como siempre, gracias por leer y no olvidéis votar y recomendar, que yo me esfuerzo :'v Un beso enorme

Siempre tuyo-Rubelangel FanFicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora