Mabe.

Como pasó

-Muy bien clase hagan grupos. Vamos a investigar sobre los pros y contras de las energías que posee nuestro país- La profesora siguió hablando pero yo estaba muy concentrada en mi miseria ya que Freud se había ido de todas las clases.

-¡oye! - Jun acababa de lanzarme un lápiz llamando mi atención. - Estamos tu, Hari, Kiran y yo en la investigación.

Asenti sorprendida

-Tienes la energía solar.

Más tarde después de la universidad mientras investigaba como el sol era tan sorprendente, recibí una notificación de Facebook
Kiram quiere ser tu amigo en Facebook

Luego de aceptar...

Kiram: Hey, ¿como es que nunca nos encontramos en esa playa?

Kiram estaba stalkeandome y navegando en mis fotos.

Mabe: ¿Supongo que la conoces?

Kiram: Es mi lugar favorito

Deje de responder. No porque no quisiera, en realidad porque no sabía que decir.

Kiram: ¿Has investigado algo sobre tu tema?

Mabe: Si

Ahí terminó la conversación.

Al día siguiente en filosofía intenté hacer caso omiso a las provocaciones hostiles del profesor.

Al terminar la clase se me acerco Hari una de las chicas nuevas para preguntar sobre las investigaciones, al fin y al cabo eramos un equipo.

Hari tenía el cabello negro, el más negro que había visto. Sus ojos eran marrones de un tono color chocolate. Lo más tierno de Hari eran sus cachetes regordetes, la hacian lucir aún más joven.

Hari era muy fácil de tratar, se reía de todo y era de un espíritu muy alegre.
Jun vino después y conversamos un rato sobre cualquier tontería.
Al salir del salón ya tenía hambre y salí a las escaleras.

Las escaleras eran menos que cómodas, eran rústicas y de un semi acabado. Al salir de las puertas ahí estaba Kiram sentado con su mochila a un lado viendo hacia el lago.

-¡Hola! - dijo al verme con una sonrisa en su rostro

Respondí y me senté en un peldaño más abajo.

-Entonces te gusta la playa- dije. Mas que una pregunta fue una afirmación.

No sabia que tenían estas escaleras o talvez era el hecho de que Freud se habla ido, que estaba causando que fuera mas sociable con los demás. 

Kiram estaba lejos de estar en forma, tenía una mirada amigable. Sus pestañas eran negras y de forma fascinante hacían contraste con sus cejas y pestañas tan negras como la noche.

Más tarde me enteré que le gustaba una chica, sin mucho que contar era una idiota. Tengo un sexto sentido para saberlo.

El había sido su mejor amigo, algo típico. Lastimablemente yo también había sido una idiota, le había roto el corazón a varios amigos. No me malinterpreten, en realidad era yo la del problema. Simplemente me gustaban los idiotas, esos que te ignoran y solo quieren jugar con tus sentimientos y con tu cuerpo.

¿No es gracioso? Eso de que el ser humano la mayor parte del tiempo solo quiere ser lastimado.

-¿Tienes algún consejo? -Kiram me sacó de mi ensimismamiento

-Oh, sí... claro - ¿Bueno que podía decirme? Interiorice... - Ignorala -¿funcionaba conmigo no?

Comenzó a reírse como si fuera imposible. Ese gesto me causó algo en el corazón, porque talvez yo jamás conseguiría a alguien  que pensara así sobre mi.

-¿Crees que eso funcione? - esta vez me lo pregunto mucho más serio.

-¡Si! En serio - Mi consejera interior se hizo cargo. -No le sigas respondiendo los mensajes y si te llama compórtate como si no te importara.

Que cliché con nosotras las mujeres - pensé.

...Porque le funciono.

-Oye Mabe, no me iré con ustedes esta tarde ¿Podrías decirle al transporte? - Giorgio me habló desde la puerta de emergencia.

-¡Claro! -dije con una sonrisa. Giorgio era el típico chico del Zuur, tan carismático y chistoso con su acento marcado y jocosidad .

Kiram siguió contándome como la conoció y todo lo que le gustaba de ella, nunca me habia declarado como buena oyente pero al parecer lo estaba haciendo bien.

Al comenzar la próxima clase y caminar cerca Kiram note lo alto que era y lo pequeña que yo podía llegar a parecer a su lado.

En la clase todos estaban reunidos en los grupos sociales que más cómodos los hacía sentir. Hari seguía charlando con Jun y me pareció un buen lugar para sentarme, Hari me sonrió y me incluyo en la conversación luego se unió Kiram y otro chico más pequeño que desvió la conversación por completo a un chiste sexual que nos hizo reír demasiado y por supuesto a Hari a mi sonrojarnos de vergüenza.

Rode los ojos últimamente el sexo entre jóvenes se ha vuelto un tema sin tapujos, sin tabúes y no sabia si eso lo había traído la generación o era solo una señal de adelanto del crecimiento.

Ese día en el transporte no tuve a nadie con quien bromear o siquiera hablar, al llegar a casa Kiram me había hecho saber por mensaje que había terminado su investigación. Mi mamá trabajaba todo el día y mi abuelo escuchaba la radio, la televisión y leía el periódico al mismo tiempo por muy sorprendente solo creaba ruido.

-Al parecer van a suspender las clases por las protestas- Me informo mi abuelo.

-Uhum- respondi mientras calentaba un poco de arroz y carne.

-Tienes que tener cuidado con las bombas lacrimógenas- siguió diciendo

-Esta bien- dije sacando un plato y cubiertos.

-Esto no puede seguir sucediendo, tienen que llevárselos presos - dijo leyendo el periódico.

Tuve sentimientos encontrados.
No quería violencia, no quería más jóvenes muertos en las calles, la tiranía acababa con lo que se le interpusiera y eso me rompía el corazón. Me sentía inútil llena de miedo, llena de ira y llena de indignación.

Recordé cuando en filosofía volví a explotar: -¡Entonces salgamos todos a las calles y vamos a defender la libertad que nos pertenece!- dije sin medir el tono de mi voz.

El profesor me observo y con su marcador escribió en la pizarra acrilica:

"La violencia inoportuna consolida el sistema"