Oneshots de BTS [+18] 🥀

Muros - Con Jung Kook

Todo comenzó un verano, cuando Sussan trabajaba en la heladería y aquel chico amable apareció para pedir una nieve de chocolate con crema de cacahuate.

—¿Crema de cacahuate?— dijo burlona poniendo la porción en el helado. Ella odiaba la crema de cacahuate.

—Oye, es una combinación perfecta.

—¿Si? No lo creo, toma— Jung Kook tomó el helado y sonrió pasándole el billete.

—¿Lo has probado?

—No, obvio— río, caminando al mostrador, él la siguió.

—¿Entonces como sabes que algo no te gusta si no lo has probado?

—Hay cosas que con solo verlas sabes que es mala ideas probarlas — le dio el cambio.

—Te quedas con el cambio si aceptas probarlo.

—¿Qué?

—Vamos, es suficiente — insistió.

—Es... Demasidado — dijo sorprendida, entonces analizó dos cosas, el chico vestía ropa cara, y traía una mochila que parecía igual de costosa que el alquiler que ella pagaba por su departamento, su celular era último modelo, y el chico tenía bastante porte. Por supuesto no le dolía perder el cambio que era el 50% de su sueldo.

—Pruebalo y es tuyo— le pasó una cucharada, ella no la tomó, acercó su cara y abrió la boca, probó y sonrió.

—Sabe bien— aceptó con la boca llena —Me has convencido — dijo limpiando su la comisura de su bica con sus dedos.

—Bien, creo que he cumplido mi cometido del día de hoy.

—¿Cometido?

—Mi acción buena del día de hoy— dijo sacando una libreta y anotando.

—Espera, ¿estas anotando lo del helado? — río.

—Así es.

—¿Porque anotas tus buenas acciones?

—Mi madre me prometió la libertad de casa, si consigo 365 buenas acciones, una por día.

—¿Y cuantas llevas?

—102, doscientas más, y otras pocas, y hola vida normal. Ah, ¿podrías firmar aquí?— ella lo miró con desconfianza o más bien rareza, el chico le pareció chiflado —Eres la testigo de la buena acción.

Ella sonrió medianamente, negó resignada con la cabeza y firmó sobre el mostrador.

—Gracias... Ah, Sussan— cuando ella lo vio sonreír ella reconoció internamente que aquella era la sonrisa más linda que había visto.

El chico recibió una llamada, se apartó, contestó y ella lo vio negar y mover sus manos como si estuviera dando explicaciones.

—Ah me tengo que ir. Gracias por el helado.

—Espera— lo detuvo rápidamente, razonó que sonó desesperada —¿Cuál es tu nombre?

—Jung Kook, Jeon Jung Kook... Oye ¿Quisieras salir algún otro día, bueno, ¿alguna noche?

—Claro, supongo— intercambiaron números.

Los días pasaron y ella no recibió ningún tipo de mensaje y llamada, Sussan pensó que seguro se olvidó de ella, después de todo era una simple paletera, y el parecía tener una a vida más interesante. Ella pensó en llamarlo más de una vez, Jung Kook realmente le había caído bien pero no quería verse desperada.

Tres semanas después recibió una llamada que la levantó a duras penas de la cama.

—Sussan, ¡hola! ¿Quieres salir? — ella apartó su teléfono miró el registro y volvió a contestar.