Silent lover (1)

Capítulo 59: Intercambio de miradas coquetas

Song Qing no podía soportar los ojos brillantes de Shen Yu mirándolo. Sin estar de acuerdo con él, no regresaría al carruaje. No tenía más opción que comprometerse.

"Intenta subirte a mi caballo primero. Aunque corre lentamente, tiene un temperamento apacible". Song Qing demostró pisando el estribo y dando una voltereta sobre el caballo con un salto volador. Sus movimientos eran limpios y con facilidad.

Shen Yu era inteligente y recordó el movimiento después de verlo una vez. Lo único es que no tenía el mismo físico que Song Qing. El veneno había mordisqueado la fuerza de sus piernas. Olvídate de saltar sobre un caballo, era bastante difícil incluso gatear.

Durante el primer intento, la pierna de Shen Yu no podía montarse sobre el caballo sin importar nada. Se aferró al costado del lomo del caballo y usó toda su fuerza en vano. Apretó los dientes tratando de seguir subiendo al caballo, pero sus manos también perdieron fuerza y ​​se cayó.

Con la protección de Song Qing, logró no caer al suelo.

En poco tiempo, Shen Yu estaba jadeando. El sudor le perlaba la frente y su tez se enrojeció un poco. Song Qing se dio cuenta de repente: cuando esperaba afuera todas las noches mientras Shen Yu servía a Zhenbei Wang en la cama, a menudo escuchaba sonidos de jadeos. ¿La expresión que tenía Shen Yu en ese entonces era la misma que la tierna y seductora que tenía ahora?

"Ja", Song Qing se pellizcó para recuperar la claridad. "¿Todavía quieres aprender?"

Shen Yu asintió con firmeza. Por supuesto que quería aprender. Si ni siquiera podía subirse al caballo, ¿cómo podría montar uno?

"Está bien, te ayudaré a subir". Song Qing sabía de la terquedad de Shen Yu ahora, y dejó de intentar disuadirlo.

No muy lejos, Zhenbei Wang acababa de regresar al campamento y miró hacia el carruaje por costumbre. Vio una escena así.

Song Qing estaba ayudando a Shen Yu a montar la silla del caballo con movimientos suaves. Al final, incluso usó sus manos para sostener la base del muslo de Shen Yu. Los dos parecían íntimos más allá de toda comparación. Cuando Shen Yu finalmente subió al caballo, le sonrió feliz a Song Qing. Era una expresión que Zhenbei Wang nunca había visto antes.

Temblaba de nervios frente a él, pero sin embargo estaba relajado y a gusto con otra persona.

"¿Hmm? ¿No es esa la concubina Yin? ¿Por qué está jugando con Song Qing en lugar de quedarse en el carruaje?" La princesa pareció percibir una oportunidad e incluso arrojó el sable a un lado con los ojos encendidos por la emoción.

Como era de esperar, Zhenbei Wang espoleó a su caballo hacia Shen Yu. Su semental negro era de un linaje extraño y emitía una presencia imponente. Su carga agresiva y feroz sobresaltó al caballo de Song Qing, que comenzó a intentar galopar lejos.

Shen Yu estaba sentado en el lomo del caballo sin saber siquiera cómo sostener las riendas. Tan pronto como el caballo se movió, Shen Yu perdió el equilibrio y se arrojó sobre el lomo del caballo en pánico.

"Woah-" Song Qing agarró las riendas a toda prisa. Afortunadamente, este caballo estaba entrenado; aunque vaciló frente al semental negro, dejó de intentar escapar.

"¿Estás bien?" Song Qing ayudó a Shen Yu a descender del caballo con cuidado. Era inevitable que sus cuerpos entraran en contacto cercano.

"¿Qué están haciendo ustedes dos?" Antes de que Zhenbei Wang pudiera decir algo, la Princesa comenzó a interrogarlos.

"Mi Señor". Song Qing solo miró a Zhenbei Wang. "Estoy enseñando a la Concubina Yin a montar a caballo".

"Esa pregunta era para él, ¿eres su boca o qué? ¿Quién te dijo que hablaras por él?" Con el Emperador Ye a su lado, la Princesa estaba rebosante de confianza y valentía.

"Mi Señor me ordenó cuidar de la Concubina Yin, así que es natural que responda. Princesa, no es como si no supieras que la Concubina Yin no puede hablar".

La Princesa sonrió con desprecio, "¿No puede hacer gestos? Bah, aprendiendo a montar a caballo. ¿Cómo es que solo los veo a ustedes dos empujándose y tirando, e intercambiando miradas coquetas?"

Song Qing respondió solemnemente, "Princesa, no necesitas difamar a la Concubina Yin ni a mí. La verdad hablará por sí sola. Dado que estaba enseñando bajo la mirada pública de muchas personas, demuestra que no pasa nada indebido con la Concubina Yin como afirmas".

-besos