Capítulo 104.

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Las palabras de Jun Xuanxiao fueron como un balde de agua fría, enfriando las emociones de Shen Yu...

"No te debo nada, entonces ¿por qué hablar de pasar por alto el pasado?" Shen Yu hizo un gesto con calma hacia el Príncipe Zhenbei. Ya no era el favorito prohibido del Rey ni su sirviente. Esos favores de antes habían sido olvidados hace mucho tiempo...

La mirada de Shen Yu era clara, con un dejo de burla, burlándose tanto de la arrogancia del Príncipe Zhenbei como de su propia terquedad...

Jun Xuanxiao miró a Shen Yu con serenidad, su expresión se oscureció. El Yu'er que solía obedecer todas sus órdenes se había alejado mucho, ya no era su subordinado...

"No lo olvides, fuiste tú quien me dejó".

"Oh, así que así es".

Shen Yu se rió, encontrando ridículo que Jun Xuanxiao viera su partida como una traición, pensando que debería sentirse culpable hacia él...

Pero nunca se detuvo a pensar, si no hubiera quedado ninguna esperanza, ¿cómo pudo Shen Yu haberlo dejado? El noble príncipe Zhenbei nunca bajó su postura ni se despojó de su identidad.

"Sí, yo soy el que te traicionó", sonrió Shen Yu e hizo un gesto, "Ya que soy una persona tan poco confiable, ¿el Señor todavía espera que regrese a tu lado, para continuar siendo tu esclavo sexual prisionero y sumiso?"

Jun Xuanxiao se sintió nervioso por la réplica de Shen Yu, como si una bestia salvaje estuviera a punto de salir de su pecho.

"¿No te gustan los días que pasamos antes? ¿Eres infeliz a mi lado?", preguntó Jun Xuanxiao con voz apagada.

¿A quién le gustaría pasar días sin ver el sol?

¡Esa sensación de estar en otro mundo, de no pertenecer a este mundo, le provocó escalofríos en la columna vertebral a Shen Yu!

¡Había vivido así durante más de una década!

Nadie le había preguntado nunca si le gustaba o no, si lo quería o no...

Por infantil y ridículo que pueda sonar, Shen Yu a menudo envidiaba a los gorriones que volaban hacia el patio. Aunque volaban bajo, al menos podían volar sobre las murallas, mientras que Shen Yu no podía.

Shen Yu levantó la barbilla ligeramente, con una expresión burlona, ​​​​gesticulando: "Incluso el Emperador Ye entiende. Me permite vagar libremente por el palacio, sin ninguna restricción".

Jun Xuanxiao abrió la boca pero no pudo responder de inmediato. Esta era la primera vez que Shen Yu mencionaba a Xieye por iniciativa propia, y aunque no podía hablar, Jun Xuanxiao podía sentir su satisfacción y confianza.

Esto anuló por completo la amargura en el corazón de Jun Xuanxiao. La bestia en su pecho desgarró su corazón y pulmones como si estuviera a punto de encenderse. El indomable Príncipe Zhenbei nunca se había sentido tan asfixiado.

"¿Te gusta que te dé libertad o te gusta que sea un emperador?" Los ojos de Jun Xuanxiao ardían con fuego mientras cuestionaba.

La garganta de Shen Yu se apretó, sintiendo la amargura que le picaba los ojos...

¿Era solo alguien que codiciaba riqueza y estatus? ¿El príncipe Zhenbei alguna vez lo había entendido realmente?

"Me gustan ambas cosas", Shen Yu se rió entre dientes levemente, haciendo un gesto despreocupado. "Nosotros, los esclavos, codiciamos naturalmente la fama y la riqueza, envidiamos a los que están por encima de nosotros. El emperador es la posición más noble del mundo. ¿A quién no le gustaría?"

Silent lover (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora