PARTE DOS.

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La noche que volví de haber conocido a Elías, no podía dormir. Estaba tan contenta que no paraba de pensar en él así que decidí llamar por la madrugada a Maribel, quién era mi mejor amiga.

-¡MARI! no tenés idea de lo que me pasó. - dije con una sonrisa de oreja a oreja -

-¿Mía? Son las tres de la mañana y me acabas de despertar... Espero que sea importante.

-Importante es decir poco. ¡Hoy hice un amigo nuevo!.

-¿En serio? ¿Y por qué tardaste tanto en contestarme tonta?.

-Perdón, es que no podía dejar de pensar en mí nueva amistad con Elías y estoy algo eufórica, no podía pensar en otra cosa.

-¿Elías? Es bonito nombre. ¿Y qué tal? ¿Es buen chico? ¿No te habrás enamorado y por eso estás tan eufórica? - dijo mientras utilizaba un tono provocador.

-¡No es eso! Solo estoy emocionada porque sabés que me cuesta demasiado hacer nuevos amigos. Y contestando a lo que me preguntaste antes, sí, es un buen chico y me levantó el ánimo cuándo estaba triste.

-¡Me alegro entonces! Pero.. me voy a dormir devuelta.. sabés que debo levantarme temprano o mis padres enloquecen.

-está bien... Nos vemos. Que descanses, te quiero mucho.

-yo también... Adiós.

Un buen tiempo después de que haya cortado, pude reconciliar el sueño y descansar bien.

Desperté y lo primero en lo que pensé es en verificar la hora, no iba a permitirme llegar tarde al punto de encuentro con Elías.
Apenas eran las 2 de la tarde, así que me levanté a almorzar algo e ir a casa de Maribel.

Pasaron las horas y preferí no ir a casa de Mari, ya qué cuando estoy con ella se me pasan las horas volando y no iba a poder ir al bosque. Se acercaba la hora de partir hacia allá, me abrigue bien con una campera azul y unos pantalones largos y cómodos.

Llegué hasta el árbol dónde me iba a encontrar con él y ya estaba ahí, esperándome.

-¡Perdón! ¿Me esperaste mucho tiempo?

-No, tranquila, paso mucho tiempo en el bosque, estoy desde temprano.

-Ah, está bien. ¿No tienes frío? ¡Venís en remera corta!

-Estoy bien, me acostumbré bastante al frío que se siente.

-¡Qué decís! Hace mucho frío, toma mi campera, yo traigo un buzo abajo. - dije mientras me quitaba la campera azul -

-Está bien... Pero, ¿Vos vas a estar bien? No quiero que sientas frío solo por cuidarme a mí.

-Estoy bien tranquilo, el buzo también es abrigado. Agarra la campera, ¿Sí?

-Bueno... ¡Gracias mía! - decía mientras se ponía la campera -

-Aprovechemos el tiempo que tenemos para conocernos más. ¿Te parece?

-Por mí bien. Pareces buena chica.

Y así nosotros nos seguimos encontrando en ese bosque tan especial para mí, ya qué en ese lugar me había enamorado por primera vez, y no me había dado cuenta siquiera.

POR SIEMPRE.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora