sleep in the wake of the beast [Vol.1] (Yaoi/Gay)

Rebeldes dulces

Albert

Se levanto temprano al día siguiente. Luego de un corto baño con agua helada se vistió con su uniforme de cazador, que consistía en una túnica negra con bordados, cerrada en su totalidad, un pantalón oscuro, botas gruesas color negro y un cinturón con el estuche para su arma y la espada de cazador dorada.

Al hacerse las 9 a.m el hombre bajo para ir a desayunar. La comida estaba servida en todo su esplendor en la enorme mesa del comedor. Comenzó a comer de los deliciosos panes de avena con miel, leche y queso fresco y frutillas pequeñas cortadas, pasteles de todos los colores y sabores adornaban la mesa, al igual que las frutas.

Luego de terminar de comer salió al patio esperando ver a alguien de su  escuadrón, camino por los alrededores de la casa sin resultado. Cuando estuvo algo alejado del castillo, al fin pudo apreciar un poco la belleza de alrededor. Un sonido peculiar llamo su atención entre la maleza, con la mayor cautela que pudo se acercó hasta el lugar donde provenía el sonido. Una persona estaba parada en medio de un claro, entre sus dedos Albert pudo apreciar una espada larga y negra. La persona parecía empuñarla contra un objetivo inmóvil de paja.

-¿señor Bianchi? - Su voz salió tan suave que el mismo apenas pudo escucharse. El hombre sencillamente vestido empuñaba su espada contra uno de los objetivos de paja. Se movía con elegancia y rapidez, algo no muy común en alguien que era parte del consejo de caza. Albert aprecio por un momento el rostro atractivo del hombre tenso; como si su cabeza se encontrará el otra parte, el cabello largo y oscuro; que se meneaba con el viento. Albert solo se mantuvo tranquilo por unos cuantos minutos, aprecio en silencio la elegancia del hombre mayor que no lucía para nada mayor. Le permitió por un segundo a su mente divagar sobre otro hombre, uno más mucho más joven, más alto, bastante parecido en cierto aspecto, alguien que de cierto modo añoraba.

Un sonido lo hizo sobresaltar un poco, su mente volvió de forma súbita a la situación frente a él. Ahora un grupo de extraño se encontraba frente al Señor Bianchi. Todo el grupo le parecía extraño, eran personas cubierta es su totalidad por unas túnicas que los cubrían en su totalidad.

Él permaneció oculto atrás de un árbol