Mala santa [Off]

cαρíтυℓσ 2

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ησ sσү мαℓα, үσ sσү вυεηα ρεяσ α мι мαηεяα៚

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—Marinette me hizo tropezar a propósito— lloriqueó Lila a sus compañeros de clase, estos no tardaron en fulminar con la mirada a la mencionada por la castaña.

—Marinette ¿por qué harías algo así?—habló Alya enojada con la azabache.

Todos los conocidos de Marinette la miraban con odio y Adrien sólo la miraba con culpabilidad y ¿pena?
Ella no quería que Adrien sintiera pena por ella, pese a que su ridículo enamoramiento hubiera terminado.

Pero sobre todo se sentía furiosa, quizás podía ver rojo.
Ese rubio era un cobarde.
Nunca jamás la defendía, ella empezaba a despreciarlo un poco...

—¡Yo estaba con Adrien! Pregúntenle a él, tienen que creerme... — todos sus compañeros fijaron su vista en el rubio, pero este sólo apartó la mirada, antes de decir:

—Yo... Fuí a almorzar a casa — los murmullos de sus compañeros se podían oír, Marinette sudaba frío, su cuerpo se sentía entumecido y el aire no llegaba de manera normal a sus pulmones, ella se sintió desfallecer.

Porque aquí,una persona en la que confiaba mucho, acababa de encubrir a Lila, acababa de mentir como lo haría la castaña, todo para no recibir acusaciones de sus compañeros.

Miró a Lila y pudo notar que esa zorra la miraba con mucha autosuficiencia y en ese instante Marinette supo que Lila tenía razón cuando le dijo:

ᴍᴇ ʀᴏʙᴀʀᴇ ᴀ ᴛᴏᴅᴏs ᴛᴜs ᴀᴍɪɢᴏs ʏ ᴀᴅʀɪᴇɴ sᴇʀᴀ ᴍɪᴏ.

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Marinette se despidió de su madre para dirigirse a su salón de clase, por suerte su casa quedaba demasiado cerca de su colegio.

Al entrar sus compañeros que ya estaban la mayoría, la saludaron de manera animada, ella les devolvió el saludo con una media sonrisa.

En eso su mejor amiga, se acercó a ella, con una sonrisa burlona:

—Chica, por primera vez llegas tarde después de tanto tiempo...— la morena suspiró con nostalgia. —Es increíble cómo pasa rápido el tiempo.

Marinette sólo rió ante las ocurrencias de Alya.

En eso ingresaron al salón Nino y Adrien.

—¡Chicas!— ellos corrieron hacia ellas como niños pequeños, Nino alzó en sus brazos a Alya y Adrien hizo lo mismo con Marinette.

—Ji,ji ji— Marinette sentía cosquillas cuando Adrien la tomaba en brazos.

—Mari, eres tan linda, liviana y pequeña como un adorable hámster— él hizo un gesto burlón, mientras acercaba su rostro al de ella.
En ese momento el semblante de ella cambió sólo un poco. Pero nadie en la sala se dió cuenta.

Ella intentó cambiar de tema:

—Ya sé cómo llamaré a nuestro hámster— admitió ella con las mejillas ruborizadas.