C I N C O

265 30 10
                                    

El silencio era evidente. A excepción del sonido provocado por el viento que estaban surcando.

Shouto estaba montado en un dragón de mayor tamaño y de color rojo, para ser más específico.

Debía ser honesto, le aterraba la vista. Tenía tanto tiempo que montaba un dragón, según recordaba, la última vez que lo hizo fue cuando fue a buscar a Izuku.

—No te vayas a cagar, mitad mitad —se burló Katsuki. La cara de Shouto denotaba mucho miedo y nervios, algo que Bakugou percibió.

Era muy obvio que el salvaje rubio estuviese mucho más acostumbrado a montar dragones. Era de las tierras del fuego, técnicamente desde temprana edad, los jóvenes eran mostrados como jinetes de dragón, listos para la guerra.

—Tu eres de las tierras del fuego, debes estar mucho más acostumbrado —dijo el bicolor sujetando más fuerte su agarre. Katsuki lo miró con el ceño fruncido.

Ya era de saber que Katsuki Bakugou era alguien obstinado. Detestaba ser el único ignorante, y no le agradaba para nada el hecho de que ese extraño lo tratara tanto. Eh incluso le dijera afirmaciones meramente privadas.

—¿Porque sabes tanto de mí? — tensó su mandíbula con irritación. Shouto estaba asombrado puesto que el rubio se había puesto de pie sobre un dragón, ¡Que habilidad!.

Las cosas parecían ponerse tensas. Le quedaba poco tiempo y no podía pelearse así.

—Bakugou, calma. No es buena idea comenzar una batalla sobre un dragón en vuelo —dijo Todoroki lo más neutral qué podía ser. Katsuki chasqueo la lengua y tomó asiento. —Ya te lo dije, sé muchas cosas.

—Imposible —interrumpió Bakugou —Jamás en mi vida te había visto y ahora dices saber todo de mí.

—Lo sé, para ustedes yo no existí —respondió con poca paciencia, esta situación era desesperante —Pero realmente, yo vengo de otro mundo, si es que se le puede llamar así. Te conozco a ti, a Denki y al desmayado —señaló a Tenya —Y a muchos más, pero hice una mala decisión y ahora pasó esto.

Sonrió nervioso, esperaba y el rubio de ojos rubíes logrará captar. Pero sólo se quedó serio.

—Eres un imbécil —fue lo único que dijo. —Así que, conoces a este inútil —le dio una palmada al dragón, que soltó un rugido leve — Y al tarado.

—Si —contestó seguro.

—No confío mucho en ti, pero, tengo gratitud por la gente que me ayude. Y en este mundo de mierda, nadie ayuda a alguien más sin recibir nada a cambio —Katsuki se acomodó mirando al horizonte. Era increíble que el chico no tuviese pánico de caer—Te debo un favor, bastardo de dos colores. Me diste mi libertad y te debo una. El inútil bueno para nada de Kaminari tiene razón.

Shouto sonrió de lado. Recordó la primera vez que interactuó con él. Fue divertido ya que aquella vez intentó matarlo. Pero de igual forma, le salvó la vida de unos cazadores de Endeavour ganando su respeto.

Algo que admiraba de Bakugou, era su lealtad y compromiso. No era alguien que confiaría en alguien más, pero si te ganabas el respeto de ese salvaje, tendrías a una bestia fiel a tu lado para siempre. Y agradecía por ello.

—Gracias —respondió sereno.

—Y, ¿a dónde nos lleva está lagartija voladora? —un gruñido de Eijirou lo hizo reír —Era broma malparido.

—Realmente no lo sé —suspiró desesperado.

—Debes recordar la última vez —Iida que iba a su lado, finalmente habló —El Castillo está vacío, Kirishima te lo dijo.

Happily Ever After.... Again.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora