Happily Ever After.... Again.

C U A T R O

En la alcoba real. Un rey se encontraba festejando y danzando. Pero se detuvo, al estar frente al balcón.

Tenía la vista perfecta de su imperio. De todo aquello que le había prometido a su fallecido padre.

—Shinsou...—susurró llamando a su fiel servidor. El chico mencionado asintió —¿Alguna vez... Te has sentido vacío?

Esa pregunta tomó por sorpresa al joven de ojeras notorias. El pelimorado se levantó con lentitud. Se colocó a un lado del joven rey.

—Alguna vez, supongo —respondió con el mismo tono bajo.

—No lo entiendo —alzó los brazos con frustración.

Según tenía entendido. Ya todo lo que siempre quizo lo había tenido.

Había tomado el Reino de Endeavour, había destruido a toda la familia Todoroki y sus subordinados. Había tomado el Reino de Mitgh y acabado con toda la familia Midoriya. Había acabado con todos sus enemigos.

Pero aún así.

Sentía un enorme vacío en su pecho. Un hueco que parecía no llenarse con nada.

Todo el reino era suyo, tenía todo. Pero a la vez, no tenía nada.

—Algo me falta —susurró decaído. Miraba a su alrededor, las fotografías que tenía del recuerdo de sus fallecidos padres —Pero aún no lo sé.

Shinsou no sabía mucho de sentimientos, así que le era difícil comprender al rubio.

Solo entendía algo.

Algo profundo que nadie sabía, ni siquiera su propio rey.

—¿Cómo es que tu algunas vez dejaste de sentirte vacío? —inquirió sin mirar a su acompañante. Shinsou lo meditó por unos segundos.

—Cuando te conocí... —susurró al viento mientras jugaba con sus dedos y esbozaba una sonrisa leve. Afortunadamente el rubio no escuchó ni una sola palabra —Temo que eso es algo a lo que los mortales llaman, amor.

—¿Amor? —esa palabra le era confusa y rara —¿Y que es eso?

—Es un sentimiento, mi señor —Explicó el chico —En donde una persona, tiene un cierto nivel de aprecio por alguien ajeno a él. Lo daría todo para que aquella persona... Bueno, fuese feliz a pesar de todo.

Lentamente se fue acercando a su rey, quedando distanciados por unos míseros centímetros. Estaban ahí, ambos cara a cara.

El sonrojo del más alto era visible pero algo discreto. Neito sólo tenía los ojos atentos a la explicación, no decía nada y aparentemente, no sentía nada.

—Se dice que una persona ama a otra, cuando hace todo por él sin recibir nada a cambio. Cuando haría todo para verlo sonreír, porque, su sonrisa es la más hermosa —dijo casi como un susurro.

Neito se quedó en silencio, miraba detenidamente los ojos oscuros de otro. Su respiración es lo único que se oía, lo tenía tan cerca.

Los latidos de Hitoshi se aceleraban demasiado. Buscó con timidez las manos del rubio de ojos azules.

—¡¿Y dónde coño sacó eso?! —se cruzó de brazos con un puchero. Shinsou suspiró derrotado.

Era como convivir con un crío. Literalmente.

—¡Nadie me ama! —alzó los brazos con exageración y evidente drama.

—¿Enserio? —inquirió con burla. —Estoy seguro de que haya afuera, hay alguien que realmente te ama.