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La niña caminaba por la calle, pero es como si nadie pudiera verla, nadie advierte su presencia.
La niña grita para ver si hay reacción, pero simplemente la ignoran. Empieza a tirar piedras a los transeúntes, y aunque estos sienten el golpe, solo siguen caminando.
Entonces prueba con algo más drástico: asesina a alguien. Lo empuja de un puente, pero los demás no hacen nada, no prestan atención, no voltean a verla.
Desde la cima de un edificio, un grupo de personas grita de felicidad. Repiten emocionados el nombre de la niña.
La vacuna ha funcionado.
Los zombies ya no pueden atacarla.
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