El hombre escupió la sopa.
-¡Esta salada! ¡Maldita sea! ¡eres una idiota! ¡no sabes hacer nada!
El hombre se levantó furioso y golpeo a su mujer hasta el cansancio.
Luego se tomó el vaso de jugó.
Su lengua salada y la urgencia del momento le impidieron notar el sabor amargo del cianuro.
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✞ Cuentos Para Monstruos ✞
Terror✞ Si buscas historias Perturbadoras, estas en el lugar correcto. ✞ ✞ Cuentos Para Monstruos de Santiago Pedraza y más ✞ ✞ Mini relatos ✞