HACE APENAS UNOS MESES
Eradía de mercado y el cielo estaba cubierto por una maraña de nubes blancas e infladas, como encaje fino. Hoseok cruzó el patio enlodado en sus botines altos. Para esta ocasión afortunada había elegido un pantalón ancho y un cinturón sujetando y delineando su cintura, camisa blanca y corbata negra. El pantalón hacía juego con su cabellera negra corta que le llegaba a los hombros, la cual había peinado en un chignon delicado y coronado con un pequeña flor—a su parecer— no pretiendo caer en la feminidad como una mujer. Más bien, como un hombre joven, inteligente y sin estigmas. Y talentoso. Por primera vez en su vida tenía algo que había creado, un producto para vender y un posible comprador.
Levantó el paquete pesado y sonrió para sí. Ganado, vendedores ambulantes, carruajes y el ocasional automóvil amenazaban con salpicarle la ropa de lodo. Impoluto, cruzó la calle con dirección al ajetreado edificio comercial en donde él, el joven Jung, tenía negocios que gestionar. Subió las escaleras.
Consideró buena señal que Min Yoongi, ahora el doctor Min Yoongi, lo llamara cuando éste descendía de las escaleras. Se detuvo a saludarlo. No se habían visto en años, él había estado en Inglaterra estudiando para ser oftalmólogo. Le sorprendió darse cuenta de que ya era todo un hombre, tenía la cara angular, como lo son las caras de los hombres adultos —la grasa de bebé había desparecido— y debajo del abrigo se asomaban unos hombros amplios. No llevaba sombrero y su cabello castaño claro había oscurecido casi del mismo tono rubio que el suyo.
—Hoseoki —lo saludó alegre—. ¿Sabías que estoy instalando mi
consultorio? —asumía que él sabía de su regreso.Young Mi no mencionó nada, consideró algo ofendido. Aunque a decir verdad últimamente Hoseok no había visitado a los Min. No había visitado a nadie y en la buena sociedad, era un gesto bastante descortés.
Uno preguntaba por los amigos. Aunque Young Mi no era amistosa, para nada. Uno visitaba a los conocidos, entonces. Uno preguntaba por su salud y se mantenía al tanto de los sucesos importantes de sus vidas, en caso de Young Mi incluirían los detalles más insignificantes de fiestas, bailes y galas.
Es absolutamente aburrido, pensó. ¡Ay, Dios! Sólo tengo 24 años y
parece que ya soy una misántropo malhumorado.—A las diez me reuniré con Kang —le informó, recuperando el entusiasmo—. Revisará mi manuscrito para evaluar si quiere publicarlo.
Había comenzado el libro antes de que Yoongi se fuera a la escuela de medicina, le había leído secciones cuando tenían oportunidad de verse, lo cual ocurría con más frecuencia de la esperada, dado que eran sólo amigos. A él le había confiado que había recibido la visita fantasmal de su madre, aunque desde luego Young Mi los había escuchado a escondidas y se lo había revelado a todo el mundo. Y todo el mundo se había burlado de
Hoseok y lo había ridiculizado.Desde aquel día había decidido explotar las figuraciones descabelladas de su apesadumbrada alma de niño de diez años —debió haber sido sólo eso— como metáfora de la pérdida en su novela. Si bien el recuerdo de aquella pesadilla aún la perseguía, agradecía haber tenido una experiencia tan aterradora pues le había proporcionado material fascinante.
Sonrió aún más al escuchar que había terminado su libro.
—¿Sabes que apenas son las nueve? —se permitió observar. —Quiero hacer algunas correcciones antes de la reunión —comenzó a repasar el listado de revisiones en su mente. De repente se dio cuenta de que Yoongi le había pedido que lo visitara pronto en su nueva oficina y
estaba diciendo algo sobre mostrarle unas fotografías misteriosas.
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Allerdale Hall ; vhope 橱
RomanceEl aspirante a escritor Jung Hoseok está huyendo de un trauma infantil. Tras toparse con un seductor desconocido que le roba el corazón, el joven se debate ahora entre el amor por su amigo de la infancia, el Dr. Min Yoongi , y el misterioso descono...