Capitulo 3. Purificador.

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Los rayos del sol cubrían al pueblo, mientras el joven "Merodeador" compraba provisiones para su ardua jornada que le esperaba.

La barrera constituida por árboles parecía inmensa a comparación con el "Merodeador". Justo cuando estaba por adentrarse al bosque, su maestro lo detuvo del hombro y le obsequio una espada corta, esencial para los peligros de la arboleda.

El joven ató con una cuerda la espada en su espalda; ya dentro del bosque y empezó a caminar siguiendo un camino de tierra, quería visitar los otros pueblos y tener conocimiento de lo que sucedía en cada uno de ellos.

El día estaba en su punto mas caluroso cuando el joven se detuvo cerca de la entrada de un pueblo, sacó de sus provisiones un trozo de pan, una calabaza seca y un poco agua de su interior de la cual bebió hasta saciarse.

Un grupo de aves pequeñas se acercó al joven robándole lo que le restaba de pan, a lo que solo pudo alzar su puño y maldecirlas.

Del camino hacia el pueblo, un hombre de edad mayor portando una túnica grabada de runas llamó al joven con una voz gastada y áspera — ¿Eres el "Merodeador"? —, Yuza asintió con la cabeza y se aproximó al anciano.

El anciano se giró y caminó al pueblo seguido del joven —Recibimos un mensaje de tu maestro— Yuza miró curioso, —Se le olvidó hablarte de las aves mensajeras—.

El joven era guiado hasta la entrada del pueblo que era diferente en arquitectura al pueblo donde vivía, en lugar de madera las casas estaban elaboradas de arcillas y otros materiales.

—Por aquí— dijo el anciano señalando una casa alejada del resto, donde cientos de aves llegaban a comer o se marchaban a otros sitios.

Yuza entró a la casa donde encontró a otras 4 personas, 2 recibían mensajes y las otras 2 cuidaban de las pobres criaturas que se lastimaron y dieron a parar en las cercanías del pueblo.

El hombre mayor tomo a un ave pequeña del color del cielo y la acercó a Yuza —Esta de aquí será tu ave mensajera. No es muy rápida, pero es bastante leal e inteligente, si usas este silbato, ella vendrá lo más pronto posible, puede serte útil para mandar mensajes importantes a tu hogar—

El "Merodeador" tomó a la pequeña ave con su mano y con la otra le acaricio, el sonido de otras aves llamo su atención dándose cuenta de que el origen de aquel sonido era de los animales que le robaron su comida —¡Hey ustedes! — gritó el joven poniéndose a perseguir a las pobres criaturas.

Las 4 personas, incluido el anciano se rieron por las expresiones del joven, cortando el ambiente alegre un ave grande llego y entrego una nota al hombre mayor. —Señor Aster, ¿Paso algo? — interrogo uno de los hombres.

—Habrá una reunión en unos días, donde se discutirá las acciones que deberemos tomar, para mantener a raya las quejas de los más jóvenes— dijo el hombre guardando el mensaje en su túnica.

Yuza había dejado de perseguir a las aves cuando no pudo evitar escuchar el dialogo entre el hombre y el anciano.

El hombre mayor caminaba hacia en pueblo con los brazos cruzados mientras Yuza lo miraba alejarse, recordó que hace unos minutos el anciano le pidió que ayudara al resto de los habitantes en lo que oscurecía para que pudiera pasar la noche ahí.

Haciendo caso al hombre, Yuza se adentró al pueblo, hablando con los mercaderes, con los niños y con otros adultos, para saber si alguno requería apoyo en alguna tarea, después de unas horas de trabajos tanto sencillos como exhaustivos, el Joven se sentó a descansar en una colina donde podía ver casi todo el pueblo.

Un grupo de personas se acercaron a el y le ofrecieron comida, agua y uno que otro agradecimiento por su ayuda. Entre el grupo la joven que había conocido el día anterior, tomo asiento a su lado.

Tu voluntadWhere stories live. Discover now