El Amor no solo Florece en Primavera

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La Navidad estaba más cerca de lo que muchos esperaban. Podías ver a la gente comprando los regalos de último momento, los ingredientes que hacían falta para la cena, bolsas de regalos y muchas otras cosas más.
Y a pesar de que las festividades estaban cerca, una chica no podía evitar estar de mal humor.
-Anna, recuérdame qué hacemos en el centro comercial a días de Navidad- decía Elsa molesta a su hermana.
-Bueno, tenemos que comprar los últimos regalos de Navidad- dijo sonriente.
-Augh- Elsa gruñó molesta- por eso te dije que compráramos todo con anticipación.
-Bueno, eso hicimos, pero no sabía que las chicas traerían compañía- dijo moviendo las manos.
-Entonces, nos podemos hacer mensas y finjir que no sabíamos que vendrían- sugirió.
-¿En serio? Elsa, ellas nos dijeron a nosotras. Es obvio que ya sabemos. ¿No crees?-
-Te dijeron a tí; en cuanto a mí, yo sí me puedo hacer mensa-
-Ay Elsa- dijo Anna entre risas- ¿Por qué no quieres comprar regalos conmigo?
-Porque hay mucha gente, además no veo el chiste en comprarles regalos a unas personas que ni siquiera conozco y que es muy probable que no nos den regalos- dijo Elsa tratando de justificar su comportamiento.
-Ese es un buen punto, pero tienes que recordar que somos las anfitrionas y que no queremos dar una mala primera impresión.-
-¡Pero sí ya los conocemos!- gritó Elsa irritada.
-No a todos- remarcó Anna- además, es mi primer Navidad con Kristoff, trata de estar feliz todo el día. ¿Sí?- suplicó Anna a su hermana.
-Seré feliz todo el día- dijo sonriendo a su hermana- pero eso no impide que me queje días antes, ¿o sí?-.
-De acuerdo, vamos a terminar de comprar todo y te prometo que yo los envolveré sola- dijo Anna colocando su mano sobre su pecho.
-... está bien, vayamos a comprar los regalos- suspiró Elsa.
Anna se emocionó y tomó la mano de su hermana mientras iba de tienda en tienda buscando lo que ella consideraba eran los regalos perfectos.
Mientras tanto, en otra parte del mundo, dos mejores amigos se preparaban para ir de vacaciones.
-Hiccup, no tienes que hacer esto por mí- dijo Jack mientras empacaba.
-¿A qué te refieres?- preguntó Hiccup.
-A llevarme contigo y con tu novia en Navidad- contestó Jack.
-Vamos, eres como mi hermano, ella está emocionada porque nos acompañes. Además es más como una cena familiar en casa de sus primas- dijo Hiccup a la defensiva.
-Pues sí, pero es la primera vez que voy con ustedes- volvió a decir Jack- siempre pasó Navidad con tus padres.
-Este año no, ya les dije que vendrás con nosotros- repuso Hiccup.
-De acuerdo, pero si algo va mal por mi culpa...- empezó Jack.
-Nada irá mal, ya verás- interrumpió Hiccup sonriendo.
No muy lejos de ahí, una chica hacía una videollamada con su prima.
-Estoy tan emocionada por la fiesta de Navidad- dijo Rapunzel.
-No es una fiesta, es más como una reunión familiar- corrigió Mérida.
-Bueno, lo que sea, el punto es que pronto nos volveremos a ver- recalcó Rapunzel.
-Eso es cierto- dijo Mérida.
-Les tengo una noticia increíble, no te lo imaginas- dijo Rapunzel.
-Punzie, por favor, que no sea otra vez algo así como "Nuevas ofertas en un centro comercial" o "Nuevas tendencias este año"- rogó Mérida.
-Que mala eres- dijo algo molesta- pareciera que no me conoces en lo más mínimo- cruzó los brazos tratando de fingir enfado.
-Prima, eso dijiste los últimos dos años- contestó Mérida muriéndose de risa.
-Bueno, este año es diferente- dijo con total seguridad.
-¿Y por qué?- preguntó Mérida.
-Bueno, lo descubrirás pronto- contestó.
-De acuerdo, te dejo, Hiccup pasará pronto por mí- señaló Mérida.
-¿Ya se van?- preguntó.
-Ya, nos vamos esta noche-.
-Que suerte, nuestro vuelo no sale hasta mañana en la mañana- reprochó Rapunzel.
-Bueno, nos vemos mañana- se despidió.
-Hasta mañana-.
Mientras estás chicas hablaban, Jack e Hiccup ya habían terminado las maletas e iban a recoger a Mérida.
-Entiendo que ella sea tu novia, pero... ¿Por qué soy yo quién tiene que ir sentado atrás?- dijo Jack.
-Porque yo voy manejando-
-Bien, pero podría ir adelante mientras vamos a su casa...-
-Sinceramente, sería todo un rollo movernos después; además, me gusta molestarte.
-Ja, ja, que gracioso- dijo sarcásticamente Jack
Al llegar, la pelirroja salió corriendo hacia el auto después de cerrar su casa.
-Hola chicos- saludó al entrar.
-Hola hermosa- dijo Hiccup mientras besaba ligeramente a Mérida.
-No es por ofender, pero en serio me hacen sentir mal besándose enfrente mío- replicó Jack.
-Consigue una novia entonces Jack- dijo Mérida riendo.
-Tendré una novia cuando sepa que es la indicada- dijo Jack.
-Entonces, sigue esperando hermano- contestó Hiccup mientras arrancaba.
Los tres se dirigieron al aeropuerto, estacionaron el automóvil y bajaron sus maletas.
Llevaron a cabo todo el registro necesario y subieron al avión. El vuelo tardó poco menos de dos horas. Finalmente aterrizaron y bajaron para recoger sus maletas.
Al ir saliendo de toparon con dos chicas que los buscaban.
-¡Hola Mérida!- exclamó Anna emocionada por ver a su prima.
-Hola Anna- respondió Mérida mientras la abrazaba.
-Es bueno verte Elsa- dijo Hiccup mientras las otras dos chicas seguían pegadas en un abrazo.
-También es bueno volver a verte Hiccup- contestó Elsa.
-Te presento a mi mejor amigo y casi hermano, Jack Frost- dijo mientras lo tomaba del hombro para acercarlo a Elsa- Jack, ella es la prima de Mérida, Elsa.
-Un placer Jack- dijo Elsa.
-El placer es mío- respondió Jack.
Mientras que Elsa sentía curiosidad por el chico, tenía ganas de conocerlo mejor; Jack, por otra parte, no podía moverse, estaba completamente anonadado por la chica, pensó que nunca había visto a nadie como ella.
Después de varias bienvenidas y saludos, todos salieron del aeropuerto y fueron al estacionamiento.
Elsa había sido quién había llevado el auto, por lo que ella dijo que sería la única en llevarlo de vuelta a su casa.
Una vez dentro del automóvil, Elsa empezó a manejar en dirección a su casa mientras los demás trataban de entablar una conversación.
-Dime Jack, ¿en qué trabajas?- preguntó Anna curiosa.
-Soy el gerente de una pequeña empresa- dijo Jack algo incómodo.
-Genial, yo soy estilista, tengo un pequeño local no muy lejos de aquí- dijo Anna.
-¿Y tú Elsa? ¿A qué te dedicas?- preguntó Jack.
-Soy redactora en un periódico- contestó sin ninguna emoción.
El viaje resultó más largo de lo esperado, debido a la tensión que había en el aire.
Al llegar, fue Anna quién les enseñó las habitaciones a los invitados. Y debido a que ya era una hora bastante tarde, todos acordaron ir a dormir.
A la mañana siguiente, todos despertaron oliendo que se cocinaba un rico desayuno.
-Anna, ¿Elsa está preparando el desayuno?- preguntó Mérida saliendo de su cuarto cuando se topó con su prima.
-Pensé que eras tú la que estaba haciendo el desayuno, Elsa nunca se pararía tan temprano- contestó Anna.
Ambas chicas bajaron confundidas rápidamente hasta llegar a la cocina donde se encontraron con algo sorprendente.
-¡Sorpresa!- gritó Rapunzel cuando las chicas entraron.
-¿Cómo entraste?- preguntó Anna mucho más preocupada por la seguridad de su casa que de su prima presente en su cocina.
-Dejan las llaves de repuesto debajo del tapete de la entrada, fue fácil encontrarlas. Iba a tocar pero pensé que estarían durmiendo, así que pensé que era mejor que entrará y les hiciera el desayuno- se excusó Punzie.
-¿Quién está haciendo el desayuno?- dijo Elsa entrando a la cocina.
-Tu prima favorita, obviamente- contestó Rapunzel.
-Hey, ¿a qué hora llegaste?- preguntó Elsa mientras la saludaba.
-Temprano, entré y decidí preparar el desayuno- contestó.
-Genial, muero de hambre. Espero que hayas hecho suficiente.
-¿Por qué? ¿Cuántos somos?- preguntó volteando a ver la puerta como si esperara que la gente entrará en ese momento.
-Hagamos un conteo, somos nosotras cuatro, Hiccup y Jack- dijo Mérida.
-Olvidaste a Eugene, debe llegar pronto, fue a comprar algo a la tienda- replicó Rapunzel.
-Y a Kristoff, me dijo que llegaría para el desayuno- dijo Anna.
-Muy bien, seremos ocho esta Navidad- dijo Elsa.
-Supongo que será suficiente para el desayuno- dijo Rapunzel encogiéndose de hombros.
Empezaron a llevar todas las cosas a la mesa. Llegaron los chicos y se sentaron todos a desayunar.
-De acuerdo, ¿cuál será el plan de este año?- preguntó Eugene emocionado.
-Bien, pensaba en ir primero al parque de nieve, luego ir a la tirolesa, finalmente ir a nuestra fuente tradicional y volver aquí a tiempo para abrir los regalos, romper la piñata y cenar- dijo Anna emocionada.
-¿Qué es la fuente tradicional?- preguntó Jack confundido.
-Es una fuente a la que vamos cada Navidad, aparentemente si pides un deseo y avientas una moneda en Navidad, hay más probabilidades de que se cumpla- contestó Elsa.
-De acuerdo, ¿qué estamos esperando?- dijo Rapunzel empezando a recoger la mesa.
Rápidamente, todos se bañaron y se arreglaron para ir a todos los lugares que la castaña tenía planeado.
Salieron de la casa y se dirigieron al parque de nieve.
Este era un parque normal pero durante invierno se llenaba de nieve y los niños solían jugar en ella.
Una vez que llegaron, las parejas se fueron cada quien por su lado; debido a que Jack y Elsa no tenían pareja, se quedaron juntos.
-Así que, esto es lo que haces en Navidad, ver a los demás salir en pareja- dijo Jack sarcásticamente.
-No, usualmente Anna se quedaba conmigo, pero es su primer Navidad de ellos juntos y no quiero arruinarles el momento- dijo pensando en Kristoff y Anna.
-Eso significa que no tienes novio- dijo Jack.
-No, ninguno- remarcó Elsa.
En ese momento, a Jack se le ocurrió una idea. Tomó un pequeño montón de nieve y lo hizo una bola, la cual lanzó directo hacia Elsa. Ella se detuvo en cuanto sintió lo que le había golpeado y se dio la vuelta.
-Vas a lamentar haber hecho eso Frost- dijo Elsa amenazadoramente.
Tomó otra bola de nieve y se la lanzó.
Así, mientras las parejas caminaban acaramelados por el parque, Elsa y Jack tenían una guerra de nieve.
Rato después, todos fueron a la tirolesa, dónde todos decidieron subirse.
Finalmente, terminaron en la fuente.
Cada quien empezó a pensar en su deseo y lanzar la moneda.
-¿Qué vas a pedir?- le preguntó Jack a Elsa.
-Se supone que no se debe decir- dijo Elsa.
-Si tú me dices el tuyo, yo te diré el mío- dijo Jack.
-Bien, deseo que finalmente pueda encontrar un amor puro y sincero- dijo Elsa.
-Curioso.
-¿Qué?- preguntó Elsa confundida.
-Yo iba a pedir exactamente eso- contestó Jack.
-No te creo- dijo Elsa cruzando los brazos.
-Observa- dijo Jack. Besó la moneda y la aventó a la fuente.
Elsa imitó su acción y ambos rieron de lo inocente que era.
Después de haber pasado la tarde y la mañana fuera, todos volvieron a la casa.
Fue Anna la encargada de terminar de preparar la mesa; sin embargo, la mayoría se propuso ayudarla, a excepción de Jack, quién había tenido que salir.
Jack tenía planeada una sorpresa para Elsa, iba a comprarle un regalo que ella adorará, además de que tenía que ir a un Cibercafé para completar la sorpresa.
Mucho rato después, todos se encontraban cenando en el comedor de la casa.
Una vez que todos acabaron, pasaron a la sala para abrir los regalos.
Rapunzel le regaló a Eugene un perfume nuevo. Entre ambos le dieron a Anna, un vestido de gala; a Mérida, varios listones para el cabello; a Hiccup, una playera y a Elsa, una blusa.
Mérida e Hiccup dieron a todos unas tazas artesanales bastante elaboradas con sus nombres inscritos.
Anna y Elsa dieron los regalos que tenían planeados: una pañoleta para Rapunzel, un arco nuevo para Mérida, un saco para Hiccup, una sudadera para Jack, un perfume para Kristoff y un libro para Eugene.
-Oigan, vean que encontré- dijo Anna después de haber entregado todos los regalos- Es un regalo misterioso.
Todos se acercaron para verlo, pero Anna fue directo con Elsa.
-Es para ti- dijo dándole la pequeña cajita.
Al abrirla se encontró con un collar con una gema azul como dije y venía acompañado de una nota impresa.
"No te conoceré de siempre, pero ya quiero estar a tu lado por siempre"
-¿Qué dice la nota, Elsa?- preguntó Rapunzel.
-No les diré- dijo haciéndose la misteriosa y escondiendola.
Mientras los demás seguían disfrutando la fiesta, Jack subió a su cuarto y Elsa lo siguió.
-Jack, me puedes ayudar a ponerme el collar- dijo Elsa sosteniendo la caja.
-Sí, claro- contestó Jack acercándose a ella.
Empezó a ponerle el collar cuándo ella habló.
-¿Sabes? En mi casa no hay impresoras, la carta fue impresa y tú fuiste el único que salió- dijo sonriendo.
-¿Tan obvio fuí?- preguntó Jack.
-Solo un poco- contestó Elsa riendo ligeramente.
-No fue la única nota que escribí- dijo mientras se acercaba a unos libros y sacaba un pedazo de papel, él cuál le entregó a Elsa.
"Tal vez no tenga mucho que ofrecerte, pero amor y una sonrisa nunca te hará falta"
Elsa leyó la nota y no pudo evitar sonreír. Miró a Jack, quien esperaba una respuesta de ella.
-¿Sabes? Creo que no me haría mal salir de la ciudad y acompañarte- dijo Elsa.
Ambos sonrieron. Emocionados por lo que les depararía el destino ahora.

 Emocionados por lo que les depararía el destino ahora

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⏰ Última actualización: Nov 18, 2023 ⏰

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