Narra Miriam
Eran las cinco de la tarde, sábado, habíamos hecho unas palomitas y ahora estamos todos viendo una peli en salón, bueno, todos menos Lucas que estaba en la ducha. Estaba sentada entre Pablo y mi madre, con la cabeza apoyada en él.
L: oye, voy a salir
P: con quien?
L: con Alejandro
M: joder
MT: uy! Miriam!
M: es que no me gusta
L: bueno mama, pues es mi amigo
P: lucas...
L: perdón
M: bueno, pues ve, pero ya sabes que con cuidado
L: que siii
M: ven, toma
Le doy 20€, un beso y se va.
MT: quien es Alejandro?
P: un amigo de Lucas, que fuma, bebé y pues ya sabes como es tu hija
MT: Miriam cariño, es tu hijo, se que quieres protegerlo, pero sabes? Es tu hijo y debes confías en el.
M: lo se mamá pero jo
MT: ya, ya se como dices, tu también tenias amigas que no me gustaban y mira, después de la noche que llegaste a casa borracha, tu misma decidiste que eso no estaba bien.
M: no me lo recuerdes
Me vuelvo a sentar a ver la peli, esta vez más acurrucada en Pablo, hasta que me quedo dormida, el sueño de no dormir en la noche, pudo conmigo.
Narra Pablo
Estábamos tranquilamente viendo la peli, yo acariciando los rizos de Miriam, hasta que noto su respiración más profunda, la pobre, está agotada de esta noche. La cojo en brazos y me mira algo confusa. Pero enseguida rodea mi cuello con sus brazos y sigue durmiendo en mis brazos hasta llegar a la habitación donde la acuesto y vuelvo a bajar con los demás.
MT: la pobre, está cansada
P: si... esta noche fue un poco dura
MT: ya, ya me contó esta mañana
P: es una madre genial
MT: si, si lo es