Carta a una guerrera

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Querida hermana:

La vida es efímera. No te preocupes, me encargaré de hacerte llegar esto cuando tengas la edad suficiente para entender algunas de las palabras que he escrito.

No quería llegar a tener que hacerlo, me hubiera encantado haber podido enseñarte del mundo yo misma. Pero supongo que todos tomamos decisiones difíciles, a veces correctas, a veces incorrectas. A veces un poco de ambas.

La mía no fue una decisión repentina, debes saber que me dolió profundamente tener que dejarte sola. Y creerás que soy cobarde. Y tal vez lo sea.

Las razones por las que hice lo que hice probablemente no sean suficientes para justificarlo. Pero debes entenderme, cuando te sientes ahogada en el aire que respiras, en la piel que tienes, con la vida que llevas,  a veces nada es suficiente para remediarlo.
Y yo no podía remediar mi situación.

Suponiendo que a este punto ya sabes de lo que hablo, sabes a lo que me refiero. Mis guardianes se han encargado de hacértelo saber. Sólo espero que no me guardes rencor, no podría soportar la idea de tú odiándome. Incluso estando donde seguramente estoy ahora.

Sé feliz, ¿quieres? Es todo lo que pido.

A pesar de ellos, a pesar de todo. Busca esa felicidad que tanto te mereces, por la que vale la pena luchar. Y búscate unos buenos aliados para esta aventura que será tu vida, porque debes disfrutarla al máximo con personas que te aman.

No me malinterpretes, yo te amo. Y precisamente porque te amo es que no estoy contigo, pero te cuido desde aquí. Desde donde no puedo hacerte más daño.

Recuerda los momentos felices, entierra los tristes, revive los emocionantes y aprende de todos ellos.

Nada ha sido más difícil para mi que tener que escribirte esta carta, pero no puedo permitirme causarte más sufrimiento del que has cargado desde que naciste.

Recuerdo ese día. Eras tan pequeña, tan frágil. A mis ojos eras la criatura más hermosa del mundo, y me dije a mi misma que te protegería de todos los monstruos que estuvieran bajo tu cama, u ocultos en el armario.

Me pesa no haberte protegido de los monstruos que estaban en nuestras cabezas, en nuestra casa. Pero sé que ahora eres capaz de lidiar con todo. Siempre fuiste destinada a ser toda una guerrera.

Y si bien las circunstancias no eran las mejores, si la oportunidad se me diera, volvería a pasar todo aquello si es contigo.

Te amo, nenita.

Psdt. Que tus lágrimas demuestren tu fortaleza, no tus miedos. Que tus cicatrices demuestren tu valentía, no tus derrotas. Que tu gran corazón demuestre al mundo que puedes. Porque puedes.

Tenemos historia, JayllieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora