Jungkook caminó en su bata blanca por las tablas del piso de madera hasta detenerse frente a la gran tina cuadrada llena de agua bendita. Se encontraba en un cuarto oscuro iluminado por una luz roja, era el cuarto impuro, el cuarto donde se llevaban a cabo las limpias, el coito permitido, las misas espirituales y oscuras y lo más horrible para cualquier persona, los castigos que consistían en azotes y demás cosas que nadie conocía, llevados a cabo por el cardenal.
Cada mes, los laicos* debían hacer la limpia de sus cuerpos para deshacer impurezas espirituales y decir sus pecados si han sido cometidos.
Jungkook al ser uno de ellos, debía hacerse dicha limpia, subió las escaleras para alcanzar la tina y quitó su bata de seda quedando totalmente desnudo frente a tres obispos que estaban vestidos con sotanas negras y estolas rojas.
Los tres presentes lo miraron a los ojos y el de enmedio, mayor que los otros dos, azotó su báculo* en el piso haciendo resonar un hueco en el cuarto.
- Jeon Jungkook, antes de entrar e iniciar con tu depuración, ¿tienes algo que confesar?
Jungkook miró hacia el techo.
- No obispo, mi alma está libre de todo pecado y de mal susurrado por las voces de Lúcifer.
- Esperamos que tus palabras estén dichas con santa verdad, sea entonces tu cuerpo y alma libre de todo pecado.
Jungkook bajó la mirada y comenzó a entrar a la tibia agua. Había oído que el agua hervía si tu cuerpo estaba impuro, todos tenían miedo al entrar allí pero no Jungkook, no él por que sabía que no cometía aberraciones, se sentó en la tina y luego se recostó, miró al techo y luego cerró los ojos y metió su cabeza dentro del agua. La limpia duraba un minuto, escuchando las palabras de los obispos hablando en hebreo.
- señor, limpia el cuerpo de este laico seguidor de tu infinito poder, haz que tus fuerzas recaigan en la valentía y obras de caridad de tu hijo que puro está. Su cuerpo inmaculado libre de actos inconcebibles te pertenece al igual que su mente y alma, no le permitas caer en la tentación del demonio que en todos lados está.
"Padre nuestro que estás en los cielos..."
Los 3 obispos comenzaron a orar mientras Jungkook contaba el tiempo para poder volver a respirar, sus pulmones comenzaban a contraerse a los apenas 30 segundos los cuales habían pasado de manera tan lenta.
Sus oidos se taparon más de lo normal y de pronto las voces que apenas lograba comprender, se disiparon por completo. Solo podía escuchar el movimiento del agua y un ligero zumbido. Abrió los ojos y la vista borrosa y movimientos del techo por el agua le hicieron mariar.
De pronto sentía como si pudiera respirar, pero era imposible por que aún seguia dentro del agua.
Dios todo poderoso no va a salvarte
Escucho un susurro y miró hacia los lados.
El no te salvara
Volvió a escuchar y se quedó quieto, de pronto sintió que sus brazos y piernas eran pegados a la base de la tina y no podia levantarse, comenzó a moverse de un lado a otro sintiendo el agua entrar por su nariz, estaba asustado. Abrió su boca para gritar y una mancha negra convirtiendo el agua en suciedad salio por su boca.
Despertó sentandose en la cama respirando entrecortadamente y con un poco de sudor. Tarde notó que la alarma estaba pillando anunciando las cinco de la mañana, la hora de levantarse.
Su sueño había sido tan extraño, nunca le había sucedía aquello, era normal despertar después de la limpia, pero nunca había soñado algo como eso, miró hacia el frente de su habitación donde una figura de Jesús se encontraba postrada y rezó por su bienestar.
Su habitación estaba llena de cruces, era color gris con orillas azules rey, había poco dentro de ella, solo su cama, un ropero, su escritorio y su rincón de oraciones.
Quitó las sabanas de su cuerpo y luego se levantó para ir a su baño, se duchó y vistió, un pantalón azul, camisa azul cielo, corbata y un suéter blanco.
Caminó al comedor donde ya le esperaba un plato con su desayuno, tostadas con mantequilla, huevos revueltos y jugo de naranja.
- ¿Cómo te fue en la depuración? - el obispo te trajo, dijo que habías empezado a convulsionar dentro del agua. ¿que pasó?
- ¿De verdad? - su madre asintió preocupada - supongo que duré demasiado allí dentro. Sabes que le tengo miedo al agua.
- No deberías, recuerda que el agua es uno de los elementos principales para purificar tu alma. Vivirás dentro de ella hasta la muerte. - Jungkook asintió con la cabeza gacha y tomó una tostada para untarle mantequilla, y darle un crujiente mordisco. - Espero que haya sido eso, y no por que hayas pecado. - Jungkook la miró ofendido.
- Por su puesto que no madre, eso nunca. - prometió
- Se que no serías capaz - acarició cortamente el cabello de su hijo - en quienes no confío es en esos demonios en tu colegio. Besándose asquerosamente entre ellos, y entre hombres es aun peor, es una aberración.
- Es imperdonable madre, lo se. No haría algo como eso. Antes aceptaría cien azotes.
- Así se habla mi niño, desayuna.
Jungkook metió comida a su boca, aún seguía intentando descubrir que era lo que su sueño significaba, tendría que visitar al padre Samuel, era su única salida.
Laico: persona fiel a la iglesia que no pertenece al clero, es la base de la jerarquía de la iglesia.
Báculo: bastón sagrado generalmente de metal con punta curvada que usan los obispos
ESTÁS LEYENDO
El infierno de Dante (Butterfly)
Fanfiction(YOONKOOK) La siguiente historia consta de una peligrosa personalidad, no literalmente aquel chico de oscuro cabello, profundos y ennegrecidos ojos, está en el infierno, no. Jungkook es quien conocerá el infierno al tener a su lado a tan maestral y...