Salida del infierno.

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Salimos juntos del trabajo, me tocaba llevarla a casa, así que fuimos directo al estacionamiento y cuando estábamos por llegar a mi auto, me adelante para abrirle la puerta y que se subiera. Antes de subir, me dio un corto beso y me acaricio la mejilla al pasar a un lado de mi, cerré la puerta con cuidado, y rodeé el auto para subir yo también.

-¿Todo bien amor?

-Si, todo bien, ¿Tu?

-También, es solo que, ese sueño sigue en mi cabeza, y como te digo, la marca me arde, no sé esta demasiado raro todo esto

-De seguro es solo un sueño normal amor, ya sabes, nuestro cerebro inventa cada cosa, y lo de la marca, tal vez te picó algún animal mientras dormías, tranquilo.

Volteé a verla, ahí estaba ella, sonriéndome. Ver esa sonrisa me calmaba por completo, era como volar y ver todo desde arriba, sabiendo que no vas a caer nunca, y que todo esta en orden y en paz. Me acerqué para besarla y nos quedamos ahí, en el estacionamiento, arriba del auto, besándonos. Desearía que momentos como este fueran eternos, pero, ella tenía que llegar a casa o sus papás empezarían con reclamos. Despues de todo, ella era su niña, y aunque tenía ya 21 años, para ellos era una bebé, así que nos ponían hora limite de llegada y solo nos permitían salir a pasear fines de semana. Para ellos, vernos en el trabajo era mas que suficiente. Para mi, no lo era, quería estar con ella a cada momento.

Recuerdo el trabajo que me costó que aceptara ser mi novia. 4 meses insistiendo, y un mes mas para convencer a sus papás de que yo era un hombre bueno y adecuado para su hija. En total 5 meses hasta que por fin me dio el sí. Ese día, pedí permiso para salir de la oficina a la hora del almuerzo, y fui por un montón de flores. Llené su oficina con todas las flores y esperé a que ella terminara de almorzar. Me escondí detrás de la puerta, así que lo primero que vio, fue todas las flores, en las cuales había una tarjeta, que solo decía "Da la vuelta". Cuando ella volteó, me vio de rodillas, con todavía otro ramo mas de rosas, y le pedí ser mi novia. Fue cuando finalmente, aceptó. Desde ese momento, me convertí en el hombre mas feliz de esta tierra.

-Amor, debemos irnos ya.

Quería seguir besándola, pero, tenía razón, el camino a su casa nos llevaba 20 minutos y ya llevábamos 10 minutos en el estacionamiento. Conociéndola, argumentaría que salí un poco mas tarde de lo normal y que por eso tardamos un poco en llegar. Arranque el auto y fuimos todo el camino escuchando música, ella bailando, y yo cantándole. Se que ella es la pareja ideal, y estoy seguro que a donde ella vaya o yo vaya, estaremos juntos.

La dejé en su casa, y desde ese momento, mi tarde se volvió aburrida. En cuanto llegué a casa lo primero que hice fue acomodar mis cosas y comer un poco, jugué videojuegos un rato, obviamente mensajeando al mismo tiempo con Alejandra, y cuando se llegó la hora, me fui a dormir.

Fue entonces que comenzó todo. Otra vez, estaba en el infierno. Solo que esta vez, estaba amarrado a un poste, junto con otros 6 generales, a juzgar por sus ropas, que eran iguales a las mías. Todo demonio presente nos gritaba desertores, traidores, excepto 15 que estaban justo enfrente de nosotros. 14 generales, y Satanás mismo. Llevaba un traje, de corte italiano, una corona flotante en llamas, y estaba sentado en un trono. El mismísimo rey del infierno esta sentado frente a mi, y cuando menos lo pensé, hizo una seña para que el mundo se callara. Y empezó a hablar.

-Me he enterado, mis queridos generales, que quieren desertar, quiero oír sus versiones, uno por uno, a ver, empecemos por, Ira

-Mi señor, hablo por todos, la verdad, y ellos le contaran lo mismo. Nos cansamos de ser demonios. La eternidad nos aburre, así que, queremos ser humanos. Es mas adrenalina el saber que en cualquier momento, puedes morir y tienes que pelear por tu vida. Así que si, todos queremos desertar.

En cuanto la chica a la que Satanás se refirió como Ira, dejo de hablar, todos asentimos y miramos a los ojos del diablo.

-Bien, entonces, les concederé su deseo, mis generales. Pero, tiene un tiempo limite. Les daré 25 años, viviendo como humanos. Todos nacerán el mismo día, y un par de meses antes de su cumpleaños numero 25, empezaran a recordar todo, en sueños. Espero logren interpretarlos. Después de cumplidos los 25 años, cada demonio, general, o hasta yo, podrá pelear con ustedes, y traerlos de vuelta al infierno. Si vuelven aquí traídos por un demonio, ya no podrán ser generales, obviamente. Sin embargo, si cumplen con su objetivo, y en su primera vida, logran morir de forma natural, les concederé reencarnación eterna y nunca sufrirán, tocaran el infierno de nuevo o los cazaran. Sin embargo, para hacerlo mas interesante, llevaran todos una marca.

7 demonios, se acercaron a cada uno de los que estábamos amarrados, nos quitaron la camiseta y nos pusieron una marca, referente al pecado que representábamos, justo en la clavícula, con un hierro ardiendo.

-Bien, entonces, nos vemos en 25 años, mis, ahora, generales humanos. Es hora de despertar.

Satanás tronó sus dedos, y justo como dijo, en ese momento, desperté. Me ardía la marca de nacimiento como si en verdad me hubieran puesto el hierro al rojo vivo hace un momento. ¿Por qué estaba pasando esto? ¿Qué significaban estos sueños? Necesitaba averiguar todo esto, estaba demasiado raro. No pude dormir mas esa noche, no quise, mas bien. No quise dormir por temor a volver a soñar.

Sin retorno desde el infiernoWhere stories live. Discover now