Buscando explicaciones

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-Diane, ¿Puedes esperar a que terminemos las entrevistas? O mejor, a que salgamos de trabajar, salimos a las 4 de la tarde, si gustas venir a esa hora, quiero platicar de este tema contigo, no tardaremos mucho, lo prometo

-Esta bien, señor Desmon, los veré mas tarde

-Gracias. Hasta mas tarde

Abroche rápido el botón de mi camisa mientras ella salía. Alejandra estaba pasmada, ni ella ni yo entendíamos que acababa de ocurrir

-Son demasiadas coincidencias, Desmon, ¿Mismo sueño y marca similar en el mismo lugar?

-Y no solo eso, también la edad es justo la misma, y misma fecha de nacimiento, corazón, no puede ser tan parecido todo. ¿Recuerdas que no era el único? Eramos 7 en mi sueño. Si su sueño es exactamente igual al mio, vamos a tener que investigar al respecto, y, supongo que las habilidades que se me dieron con las computadoras nos servirán.

-Por el momento, sigamos entrevistando amor, aun tenemos varias personas que entrevistar y tienes que contratar a alguien mas, quedaste de contratar dos personas.

-Mira que, si me viene alguien con otra marca igual, renunciamos y nos vamos

Ella río, sabía que estaba jugando, no podíamos renunciar a nuestros trabajos soñados. Su risa me tranquilizo y sonreí, me senté de nuevo frente al escritorio y volví a leer expedientes

-Entonces pasemos al siguiente, corazón.

El día transcurrió normal desde ese punto. Contraté a un chico llamado Raúl Molinar, que acababa de salir de la universidad. Y Alejandra contrato 4 operadores y 3 personas para la oficina. Agradecí que no hubiera más contratiempos, pero, la marca seguía ardiendo, solo que lo estaba controlando por completo. Se llegó la hora de salida. Estaba muy nervioso, y, sentía a Alejandra igual. Ambos nos encaminamos hacia la puerta, esperando que la chica no estuviera y que haya sido un espejismo lo que pasó. Pero no, ahí estaba ella en el estacionamiento. Sin embargo, no estaba sola, había un chico rubio, alto y delgado junto a ella. Alejandra y yo nos acercamos, y Diane también se veía nerviosa. Saqué mi celular, y rápidamente busqué los símbolos de los pecados en internet mientras llegábamos a ellos.

-Hola, señor Desmon, señorita Alejandra, como prometí aquí estoy. Quiero presentarles a mi prometido. Él es Antonio Soria

-Hola Diane, mucho gusto en conocerte, Antonio. ¿Lista para platicar Diane?

Alejandra ni siquiera saludo, solo se aferró a mi brazo y yo tomé su mano para calmarla, y calmarme.

-Quiero saber sobre tus sueños, y yo te contaré los míos.

-Esta bien, le contaré el ultimo. Aparecí de repente en el infierno, amarrada a un poste junto con otras 6 personas, y había...

-Muchos demonios, junto con generales infernales, que vestían igual que nosotros, y en un trono sentado, el diablo, ¿No?

-Así es, exactamente. Nos llamaban traidores, desertores, y, espera, ¿Cómo que nosotros?

-Chaqueta y pantalón rojo, de un material brillante, y al parecer, resistente, porque por más que nos pinchaban no nos hacían daño, casco que parece ser hecho de huesos y guantes de piel, ¿Correcto?

-Si, es todo correcto. No lo entiendo, ¿Cómo es que sabes con tanta exactitud mi sueño?

-Satanás dijo, les concederé su deseo, mis generales, pero, tiene un tiempo límite. Les daré 25 años viviendo como humanos. Todos nacerán el mismo día, y un par de meses antes de su cumpleaños numero 25, empezarán a recordar todo, en sueños. Espero logren interpretarlos.

-Después de cumplidos los 25 años, cada demonio, general, o hasta yo, podrá pelear con ustedes y traerlos de vuelta al infierno. Si vuelven aquí traídos por un demonio, ya no podrán ser generales, obviamente. Sin embargo, si cumplen con su objetivo, y en su primera vida, logran morir de forma natural, les concederé reencarnación eterna y nunca sufrirán, tocarán el infierno o los cazarán.

-Sin embargo, para hacerlo mas interesante, todos llevarán una marca.

Saque mi celular con la foto de los símbolos de los pecados, mostrándoselo.

-Marcas parecidas a esta, como la tuya y la mía, ¿No?

-Si, y, si todo esto es cierto, ¿Yo sería la generala de la avaricia?

-Y yo el de la lujuria, en dado caso de que sea cierto. Aquí hay algo importante, Diane, faltan menos de dos meses para nuestro cumpleaños numero 25, y tu y yo nacimos el mismo día, tenemos la marca en el mismo punto y tenemos los mismos sueños, ¿No es mucha coincidencia ya?

Ella se quedó callada, y Alejandra seguía igual, aferrada a mi brazo. Vi sus ojos con miedo, sin entender lo que estaba pasando, y entonces, Antonio habló

-Tal parece entonces que faltan otros 5, y, ya saben, si esto es cierto, la unión hace la fuerza, ¿No?

-Tienes razón, amigo. En dado caso, espero que esto no sea cierto, y si es de algún modo, cierto, será mejor buscar a los demás, entonces. Por lo pronto, debemos irnos, debo llevar a Alejandra a su casa y se nos hace tarde, vámonos corazón.

Alejandra asintió, Diane y Antonio se despidieron con la mano y nos dieron la espalda mientras nosotros caminábamos hacia mi auto, ella subió primero, cerré la puerta con cuidado, y subí al asiento del piloto del auto, ambos nos quedamos callados, y manejé hacia su casa despacio. Justo al llegar a su casa, habló

-Desmon, te amo, y tengo miedo de que todo esto sea verdad, porque, de ser así, podrías hasta morir

-Yo también te amo, Alejandra, y aun no puedo morir, tenemos que casarnos y llegar a viejos, como te lo prometí.

-Amor, vamos a tener que investigar bien y si es cierto, tienes que encontrar a 5 personas más, y yo te voy a ayudar con eso, y te voy a cuidar todo lo que pueda.

-Gracias amor, te amo demasiado

Ella se acercó a besarme, y yo le seguí el beso, terminamos de besarnos y ella bajó del auto.

-Trata de dormir un poco, esas ojeras te quedan bien mi amor, pero te prefiero sanito, y come bien, y mándame mensaje cuando llegues a casa, por favor

-Si corazón, lo prometo.

Ella entró a su casa, y yo manejé hacia la mía. Llegando, como prometí, le mandé un mensaje, hice algo rápido de comer y me acosté. Fue ahí que volví a soñar. Solo que esta vez no era el infierno, era, un cuarto completamente blanco, con todos los generales desertores sentados en unas sillas en semicírculo, frente a un trono, donde apareció Satanás de repente. Cuando el apareció, mis ropas de general fueron desapareciendo siendo remplazadas por una camiseta negra y un pantalón negro, me fije en los demás, y todos había pasado igual. Me percaté de que a mi lado estaba Diane, pero, no reconocía ningún otro rostro. Satanás comenzó a hablar.

-Mis queridos generales, ya casi se acerca la hora de que empiece la cacería, pero, para ser sinceros, no iré yo a pelear con ustedes. Después de todo, espero que se arrepientan y vuelvan a mi lado, pero, se lo tercos que somos todos, y pues, se que no pasará. Les queda poco tiempo y deben entrenar ciertas habilidades de combate que ustedes tienen y no recuerdan, y eso es un problema.

Volteo a ver hacia la dirección donde estábamos yo y Diane.

-Lujuria y avaricia ya se conocieron, justo hoy. Ira y pereza, se conocen desde el nacimiento ya que les toco la suerte de ser gemelas. Los demás, necesitan encontrarse. Si están todos juntos, será más fácil todo, ya que los demonios solo tienen permitido atacar en pareja, e incluso los demás generales. Por hoy, dormirán sin otro sueño de recuerdos, y no les arderá su marca, ya los hice sufrir mucho y a final de cuentas, son mis hijos, y no quiero lastimarlos. Descansen, mis muchachos.

Antes de que todo se desvaneciera, trate de grabarme algún rostro, alguien que pudiera conocer de antes, o así, pero no, solo estaba Diane, y todo se desvaneció. No desperté hasta la mañana siguiente, habiendo dormido por primera vez en varias noches, como un bebé.

Sin retorno desde el infiernoWhere stories live. Discover now