「ᴀᴍᴏʀ ᴀ ᴘʀɪᴍᴇʀᴀ ᴠɪsᴛᴀ」|•| 「ʜᴡᴀɴɢ ʜʏᴜɴᴊɪɴ」

8-Chica Misteriosa

–Si Hyunjin... te doy una oportunidad

–Me encargaré de hacerte la mujer más feliz del mundo, Christina –lleva una de sus manos a mi mejilla y me besa, para luego sonreír–

–Por favor, no me hagas daño –le digo en un susurro y después lo abrazo–

–Jamás le haría daño a la persona que más amo en este mundo –corresponde a mi abrazo, besando mi cabeza–

–Gracias por aparecer en mi vida cuando más necesitaba a alguien –escondo mi cara en su pecho–

–Gracias a ti por llegar a mi vida y descontrolarla –toma asiento y hace que me siente a su lado–

–Nunca te vayas de mi lado –lo abrazo y recargo mi cabeza en su pecho–

–Jamás –besa mi frente– Te amo Christina

Nos recostamos en el sofá, mirándonos con una sonrisa. Aún no me lo podía creer, de un día para otro me enamoré de un chico que era un imbécil por fuera, al cual hice cambiar, y por lo que veo, él también me hizo cambiar a mí, demasiado

Narra Hyunjin

Abrí mis ojos lentamente, debido a que la luz que entra por la ventana me estaba molestando. Siento como mi cabeza punza y tengo un dolor impresionante. Cierro con fuerza mis ojos, maldiciendo muchas veces haber estado tomando. Al voltear a mi lado, noto que no está Christina, no puedo evitar sentirme como un idiota, ya que probablemente lo de ayer fue un sueño

–¿Por qué tenía que ser un estúpido sueño y no una hermosa y perfecta realidad? –pongo mis manos sobre mi rostro–

–No fue un sueño, tonto –ríe–

–¿Qué? –una sonrisa se dibuja en mi rostro al escuchar esa voz, me pongo de pie y corro a abrazar a Christina– Si esto es un sueño, juro que es el mejor que he tenido

–Te juro que no es un sueño –rió nuevamente mientras negaba con la cabeza–

–Solo hay una forma de probarlo –me acerco más a ella–

Con una sonrisa llevo una de mis manos a su nuca, acariciando con mi pulgar parte de su cuello, la acerco lentamente a mí, para luego unir nuestros labios. Solté un leve suspiro al darme cuenta de que no estaba soñando, y mi corazón se encontraba más emocionado que yo. Joder, la amo demasiado

–Te dije que no era un sueño –susurró ella luego de separarme de sus labios–

–Tenía que estar seguro –sonreí–

–Mejor toma esto –me da una taza– Se te bajará el dolor de cabeza si lo tomas todo

–Gracias, pequeña –sonreí y tomé un sorbo–

–Me tengo que ir –se dirige al sofá, agarra su celular y vuelve hacia mí–

–¿Por qué? –hago un leve puchero–

–Me quedaría, pero se suponía que pasaría la noche en la casa de Tzuyu –levantó sus hombros– De seguro me golpeará por haberme ido sin decirle nada

–Está bien –bajé mi mirada–

–Bueno –toma mi rostro y deja un pequeño beso en mis labios– Nos vemos al rato –sonríe y se dirige a la puerta, saliendo de la casa

–Tengo que decirle a los chicos –voy hasta el sofá y agarro mi celular, marcando el número de Woojin, el que me contestó rápidamente– Buenos días, hyung